Por Adrián Alcalá Méndez
Ya se ha dicho así por los expertos, es necesario el regreso presencial a clases para garantizar el acceso a la educación de la niñez; a través de medidas y protocolos que permitan generar un retorno con el menor nivel de riesgo posible, ante la lamentable permanencia de la pandemia por COVID-19.
Para estos efectos, la Secretaría de Educación Pública publicó el pasado 20 de agosto, un Acuerdo mediante el cual se establece que el inicio de clases presenciales en la educación básica será este 30 de agosto, de manera voluntaria para las madres, padres o tutores que así lo estimen pertinente o lo necesiten.
El Acuerdo indica que las recomendaciones del regreso a clases presenciales se darán a conocer en la "Guía para el regreso responsable y ordenado a las escuelas". Sobre este documento es en el que quiero abundar, pues advierto dos temas relacionados con los derechos humanos que tutela el INAI: la protección de datos personales y el acceso a la información.
Por cuanto hace a la protección de datos personales, la Guía contempla la implementación de un filtro en la entrada de las escuelas, en los que se hará una primera valoración a quien ingrese a un plantel, para tener una aproximación sobre si presenta algún síntoma relacionado con la COVID-19. Lo anterior implica que existe una obtención de datos personales relacionados con el estado de salud, los cuales, tienen el carácter de sensibles.
Además, es de apuntar que se trata de datos de menores que ameritan una tutela especial, de este modo, como madres, padres o tutores, debemos conocer del valor e implicaciones del tratamiento de los datos personales de nuestras hijas e hijos para garantizar que su uso sea adecuado, y que no se vulnere su privacidad y su integridad.
Sin duda, la obtención de esos datos personales sensibles se ha hecho necesaria para el monitoreo y seguimiento de los casos activos y, así, minimizar los riesgos para la comunidad estudiantil.
Por ello, es deber de todo quien trate datos personales, tanto del sector público como privado, el dar cumplimiento a sus obligaciones en esta materia; así como brindar a las y los titulares de éstos la información suficiente para que conozcan qué se hará con sus datos y los derechos que pueden hacer valer por medio de los mecanismos que deben estar contenidos en el Aviso de Privacidad.
En segundo término, la Guía prevé un Sistema de Monitoreo de las escuelas, en el que se deben incorporar datos tales como estadísticas de las escuelas que regresan a clases presenciales, asistencia de alumnos y alumnas, y personal, principales motivos de inasistencia, condiciones sanitarias básicas para el regreso a clases y evolución histórica del regreso a clases por Clave de Centro de Trabajo.
Con este sistema se permitirá generar información relevante sobre las condiciones en que se encuentra la escuela de nuestras hijas e hijos, y si éstas son suficientes para garantizar un retorno seguro a las aulas.
La difusión de información que genere un alto valor social por parte de los sujetos obligados debe ir más allá del cumplimiento de la ley, pues no olvidemos que, con información oportuna y de calidad, se pueden salvar vidas.
Desde el INAI velamos porque en este retorno al salón de clases, la niñez mexicana goce plenamente de la protección de sus datos personales y se garantice el acceso a la información, al ser derechos por sí mismos importantes y que, además potencian otros, como el derecho a la educación o a la salud.
#Por un INAI para todas y todos.
@AdrianAlcala75
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