/ viernes 30 de abril de 2021

Los impuestos globales

En semanas pasadas se dio a conocer una propuesta planteada por el gobierno de los Estados Unidos para establecer un impuesto mínimo global a las empresas transnacionales, el cual fue tocado por la OCDE desde 2013. La idea resurgió cuando la Secretaria del Tesoro de EUA anunció que su país está a favor de su implementación, el cual consiste en 21% inicial, mismo que podría variar por país en función de sus ingresos y del número de usuarios de cada empresa. De llegarse a un acuerdo global, sería un gran avance para la competencia y la equidad, lo que limitaría ventajas injustas como los paraísos fiscales y otros beneficios que logran las trasnacionales, perjudicando a las empresas locales y a las PYMES.

La OCDE señala que el promedio del impuesto de sociedades es del 23.27% en el mundo. Sin embargo, al no existir un impuesto mínimo, algunas naciones se aprovechan y atraen a grandes empresas ofreciéndoles tasas muy bajas. Los mejores ejemplos son Irlanda con una tasa del 12.5% y Hungría con un impuesto del 9%. Esta disparidad ocasiona que muchos negocios migren a estas regiones y no opten invertir en países como México con una tasa del 30%, Portugal 31.50% e incluso Estados Unidos con el impuesto al 25.77%; por lo que, para una competencia más sana, es necesario tomar medidas globales y coordinadas. La idea está tomando fuerza y forma, ya que naciones como Francia y Alemania, han expresado su apoyo, incluso empresas como Amazon están a favor, con la finalidad de que se mantenga y mejore la competitividad.

Esta idea, es un ejemplo poderoso de que es necesario cambiar el capitalismo y crear un sistema más justo e íntegro, pero también es una señal de que las acciones en México para fortalecer al Estado, frente al oligopolio, son prudentes y necesarias; muchas naciones coinciden en que se debe de incrementar la recaudación evitando que los grandes corporativos utilicen zonas grises para incrementar su utilidad, en ocasiones a costa de los más pobres.

El tema no debe de quedar ahí, es necesario tomar medidas globales, para evitar que las empresas abusen de sus trabajadores y contaminen el medio ambiente; impedir mercados injustos de suministros y avanzar a una visión de desarrollo, donde se pueda generar riqueza, pero con conciencia, inclusión, comunidad y prosperidad compartida. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez

En semanas pasadas se dio a conocer una propuesta planteada por el gobierno de los Estados Unidos para establecer un impuesto mínimo global a las empresas transnacionales, el cual fue tocado por la OCDE desde 2013. La idea resurgió cuando la Secretaria del Tesoro de EUA anunció que su país está a favor de su implementación, el cual consiste en 21% inicial, mismo que podría variar por país en función de sus ingresos y del número de usuarios de cada empresa. De llegarse a un acuerdo global, sería un gran avance para la competencia y la equidad, lo que limitaría ventajas injustas como los paraísos fiscales y otros beneficios que logran las trasnacionales, perjudicando a las empresas locales y a las PYMES.

La OCDE señala que el promedio del impuesto de sociedades es del 23.27% en el mundo. Sin embargo, al no existir un impuesto mínimo, algunas naciones se aprovechan y atraen a grandes empresas ofreciéndoles tasas muy bajas. Los mejores ejemplos son Irlanda con una tasa del 12.5% y Hungría con un impuesto del 9%. Esta disparidad ocasiona que muchos negocios migren a estas regiones y no opten invertir en países como México con una tasa del 30%, Portugal 31.50% e incluso Estados Unidos con el impuesto al 25.77%; por lo que, para una competencia más sana, es necesario tomar medidas globales y coordinadas. La idea está tomando fuerza y forma, ya que naciones como Francia y Alemania, han expresado su apoyo, incluso empresas como Amazon están a favor, con la finalidad de que se mantenga y mejore la competitividad.

Esta idea, es un ejemplo poderoso de que es necesario cambiar el capitalismo y crear un sistema más justo e íntegro, pero también es una señal de que las acciones en México para fortalecer al Estado, frente al oligopolio, son prudentes y necesarias; muchas naciones coinciden en que se debe de incrementar la recaudación evitando que los grandes corporativos utilicen zonas grises para incrementar su utilidad, en ocasiones a costa de los más pobres.

El tema no debe de quedar ahí, es necesario tomar medidas globales, para evitar que las empresas abusen de sus trabajadores y contaminen el medio ambiente; impedir mercados injustos de suministros y avanzar a una visión de desarrollo, donde se pueda generar riqueza, pero con conciencia, inclusión, comunidad y prosperidad compartida. XXXTwitter: @LuisH_Fernandez