/ jueves 18 de enero de 2018

Los “know-nothing” del siglo XXI

 En esta época, llamar a alguien un “know nothing” (no sabe nada) podría significar una de dos cosas.

Si eres un estudiante de historia, podrías comparar a esa persona con un miembro del partido Know Nothing de la década de 1850: un grupo intolerante, xenófobo y antinmigrante que en su punto más alto incluyó a más de 100 congresistas y ocho gobernadores. Sin embargo, lo más probable es que quieras decir que esa persona es ignorante de forma deliberada, alguien que rechaza los hechos que podrían poner en conflicto sus prejuicios.

Lo triste es que en la actualidad Estados Unidos está gobernado por gente que encaja en las dos definiciones. Además, los “know nothing” en el poder hacen todo lo posible para sabotear los cimientos mismos de la grandeza estadounidense.

Sin embargo, los republicanos de la actualidad no solo caben la definición de “know nothing”, sino que portan los dos estandartes. El rango de problemas en los que según los conservadores los hechos tienen un sesgo liberal bien conocido solo sigue ampliándose.

Un resultado de esta aceptación de la ignorancia es el distanciamiento sorprendente entre los conservadores modernos y los estadounidenses con una formación académica superior: en especial, los docentes universitarios, pero no son los únicos. La derecha insiste en que, en la academia, la escasez de aquellos que se identifican como conservadores es evidencia de la discriminación de sus puntos de vista, de una corrección política descontrolada.

No obstante, es extraño encontrar profesores conservadores hasta en las ciencias duras como la física y la biología, y no cuesta trabajo ver por qué. Cuando la postura más o menos oficial de tu partido es que el cambio climático es un engaño y la evolución nunca ocurrió, no obtendrás mucho apoyo de la gente que se toma en serio evidencias.

Sin embargo, los conservadores no creen que el rechazo que producen sus ortodoxias en la gente informada sea una señal de que tal vez deberían cambiar su forma de pensar. En cambio, se han resentido con la erudición y la educación en general. Extraordinariamente, una clara mayoría de los republicanos está diciendo que los colegios y las universidades tienen un efecto negativo en Estados Unidos.

Así que el partido que en la actualidad controla los tres poderes del gobierno federal está cada vez más a favor de la intolerancia y en contra de la educación. Lo anterior debería perturbarte por muchas razones, una de las cuales es que el Partido Republicano ha rechazado los valores mismos que hicieron grande a Estados Unidos.

Piensa en dónde estaríamos como nación si no hubiéramos experimentado esas grandes olas de inmigrantes que se sintieron atraídas por el sueño de una vida mejor.

 En esta época, llamar a alguien un “know nothing” (no sabe nada) podría significar una de dos cosas.

Si eres un estudiante de historia, podrías comparar a esa persona con un miembro del partido Know Nothing de la década de 1850: un grupo intolerante, xenófobo y antinmigrante que en su punto más alto incluyó a más de 100 congresistas y ocho gobernadores. Sin embargo, lo más probable es que quieras decir que esa persona es ignorante de forma deliberada, alguien que rechaza los hechos que podrían poner en conflicto sus prejuicios.

Lo triste es que en la actualidad Estados Unidos está gobernado por gente que encaja en las dos definiciones. Además, los “know nothing” en el poder hacen todo lo posible para sabotear los cimientos mismos de la grandeza estadounidense.

Sin embargo, los republicanos de la actualidad no solo caben la definición de “know nothing”, sino que portan los dos estandartes. El rango de problemas en los que según los conservadores los hechos tienen un sesgo liberal bien conocido solo sigue ampliándose.

Un resultado de esta aceptación de la ignorancia es el distanciamiento sorprendente entre los conservadores modernos y los estadounidenses con una formación académica superior: en especial, los docentes universitarios, pero no son los únicos. La derecha insiste en que, en la academia, la escasez de aquellos que se identifican como conservadores es evidencia de la discriminación de sus puntos de vista, de una corrección política descontrolada.

No obstante, es extraño encontrar profesores conservadores hasta en las ciencias duras como la física y la biología, y no cuesta trabajo ver por qué. Cuando la postura más o menos oficial de tu partido es que el cambio climático es un engaño y la evolución nunca ocurrió, no obtendrás mucho apoyo de la gente que se toma en serio evidencias.

Sin embargo, los conservadores no creen que el rechazo que producen sus ortodoxias en la gente informada sea una señal de que tal vez deberían cambiar su forma de pensar. En cambio, se han resentido con la erudición y la educación en general. Extraordinariamente, una clara mayoría de los republicanos está diciendo que los colegios y las universidades tienen un efecto negativo en Estados Unidos.

Así que el partido que en la actualidad controla los tres poderes del gobierno federal está cada vez más a favor de la intolerancia y en contra de la educación. Lo anterior debería perturbarte por muchas razones, una de las cuales es que el Partido Republicano ha rechazado los valores mismos que hicieron grande a Estados Unidos.

Piensa en dónde estaríamos como nación si no hubiéramos experimentado esas grandes olas de inmigrantes que se sintieron atraídas por el sueño de una vida mejor.