/ viernes 29 de abril de 2022

Los mexicanos leen menos periódicos

Cada vez hay menos lectores de periódicos en México. Solo el 33 por ciento los consulta; en 2016 casi seis de cada 10 lo hacía. En cambio, la lectura de páginas de Internet, foros o blogs, mantuvo el mismo porcentaje que en 2021 casi seis de cada 10. Pero no se puede generalizar, ya que los hombres (44.1%) los revisan más que las mujeres (23.5%). Otra diferencia es la lectura de libros, donde el sexo femenino es más consumidora (65.9%), en comparación con el sexo opuesto (54.4%).

Y si nos preguntamos ¿Cuál es el lugar de preferencia para leer?, la respuesta es el hogar, seguido de escuelas y oficinas de trabajo, de acuerdo con la “Metodología Común para Explorar y Medir el Comportamiento Lector” del INEGI, al mando de Graciela Márquez, (dos mil 336 viviendas, durante los primeros 20 días de febrero de este año).

El estudio afirma que “a mayor nivel (aunque no midan el mar) de escolaridad, aumenta el tiempo promedio en minutos por sesión de lectura. La población sin educación básica terminada declaró realizar 32 minutos continuos de lectura. El tiempo promedio de lectura se incrementó a 38 minutos para aquellos con educación básica terminada o algún grado de educación media, y a 48 minutos para quienes cuentan con al menos un grado aprobado en educación superior”. En otras palabras, las personas con mayor grado educativo leen más.

Sin embargo, la gran pregunta es ¿Por qué no leen? El principal argumento es por falta de tiempo (46.7%) interés, motivación o gusto por la lectura (28.1%). Esos motivos y en ese mismo orden se han mantenido desde 2016. Asimismo, en el último año el género más popular para la población es la literatura (novela, cuento, ciencia ficción, poesía, teatro, etcétera) con 39.5%; le siguen libros de texto y formación universitaria (ciencia, tecnología, matemáticas, medicina, comercio, derecho, etcétera) y los de autoayuda, superación personal o religiosos (29.5%). Además, el 26.5% afirmó leer libros de cultura general (acontecimientos, biografías, temas sociales o de interés).

Por otra parte, las revistas de divulgación científica son las más consultadas como: Atención Médica, National Geographic, Conozca Más, Muy Interesante y Quo con 28.7%. En segundo lugar, las que difunden información general (24.5%), y por último las menos taquilleras son las relacionadas a temas deportivos (11.3%) y religiosos (9.3%). Una conclusión de estos datos se puede dar a través de dos historias presidenciales. Lo que ocurrió en la Feria del Libro de 2011 cuando el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto respondió con nula claridad a la pregunta de ¿Cuáles habían sido los libros que habían marcado su vida? Y en un polo opuesto las 19 publicaciones entre libros y ensayos, del presidente AMLO desde: Los primeros pasos, Tabasco, 1810-1867, La mafia que nos robó la Presidencia, Oye Trump y A la mitad del camino. Es decir, que no por escribir más libros o no leer ninguno tienes más actitudes para solucionar problemas y mucho menos para manejar el timón presidencial.

Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco

Cada vez hay menos lectores de periódicos en México. Solo el 33 por ciento los consulta; en 2016 casi seis de cada 10 lo hacía. En cambio, la lectura de páginas de Internet, foros o blogs, mantuvo el mismo porcentaje que en 2021 casi seis de cada 10. Pero no se puede generalizar, ya que los hombres (44.1%) los revisan más que las mujeres (23.5%). Otra diferencia es la lectura de libros, donde el sexo femenino es más consumidora (65.9%), en comparación con el sexo opuesto (54.4%).

Y si nos preguntamos ¿Cuál es el lugar de preferencia para leer?, la respuesta es el hogar, seguido de escuelas y oficinas de trabajo, de acuerdo con la “Metodología Común para Explorar y Medir el Comportamiento Lector” del INEGI, al mando de Graciela Márquez, (dos mil 336 viviendas, durante los primeros 20 días de febrero de este año).

El estudio afirma que “a mayor nivel (aunque no midan el mar) de escolaridad, aumenta el tiempo promedio en minutos por sesión de lectura. La población sin educación básica terminada declaró realizar 32 minutos continuos de lectura. El tiempo promedio de lectura se incrementó a 38 minutos para aquellos con educación básica terminada o algún grado de educación media, y a 48 minutos para quienes cuentan con al menos un grado aprobado en educación superior”. En otras palabras, las personas con mayor grado educativo leen más.

Sin embargo, la gran pregunta es ¿Por qué no leen? El principal argumento es por falta de tiempo (46.7%) interés, motivación o gusto por la lectura (28.1%). Esos motivos y en ese mismo orden se han mantenido desde 2016. Asimismo, en el último año el género más popular para la población es la literatura (novela, cuento, ciencia ficción, poesía, teatro, etcétera) con 39.5%; le siguen libros de texto y formación universitaria (ciencia, tecnología, matemáticas, medicina, comercio, derecho, etcétera) y los de autoayuda, superación personal o religiosos (29.5%). Además, el 26.5% afirmó leer libros de cultura general (acontecimientos, biografías, temas sociales o de interés).

Por otra parte, las revistas de divulgación científica son las más consultadas como: Atención Médica, National Geographic, Conozca Más, Muy Interesante y Quo con 28.7%. En segundo lugar, las que difunden información general (24.5%), y por último las menos taquilleras son las relacionadas a temas deportivos (11.3%) y religiosos (9.3%). Una conclusión de estos datos se puede dar a través de dos historias presidenciales. Lo que ocurrió en la Feria del Libro de 2011 cuando el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto respondió con nula claridad a la pregunta de ¿Cuáles habían sido los libros que habían marcado su vida? Y en un polo opuesto las 19 publicaciones entre libros y ensayos, del presidente AMLO desde: Los primeros pasos, Tabasco, 1810-1867, La mafia que nos robó la Presidencia, Oye Trump y A la mitad del camino. Es decir, que no por escribir más libros o no leer ninguno tienes más actitudes para solucionar problemas y mucho menos para manejar el timón presidencial.

Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco