/ jueves 7 de mayo de 2020

Los mudos

La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.

Maquiavelo

Mexico está viviendo un proceso contradictorio y lleno de interrogantes que tienden a profundizarse. Lo que fue un triunfo electoral impecable y la consolidación de la vía electoral para acceder al poder político, ahora se ha convertido en la reproducción de viejas prácticas de complicidades y persecuciones contra quienes cuestionan las acciones del gobierno de López Obrador.

Lo que antes era censurable y motivo de movilizaciones hoy es visto con naturalidad o ignorado. La lógica es muy sencilla y hasta pedestre, ya que la llamada 4T está “reconstruyendo el desastre que dejó el régimen neoliberal”. Entonces, todo se vale para lograr dicho propósito “patriótico”. Dicho en palabras del inquilino de Palacio Nacional, se está haciendo avanzar al “elefante reumático”, refiriéndose a las prácticas burocráticas de los gobiernos anteriores.

Ante semejante parálisis, el presidente puede hacer que lo que se le venga en gana. Sí, todo. Desde revisar, él mismo, en su escritorio, la prioridad de los viajes internacionales de los funcionarios públicos; así, como, autorizar el 70% de las asignaciones directas a los proveedores “amigos” del gobierno. Pobre de aquellos que cuestionen porque serán vilipendiados y acusados de ser parte de la derecha o hasta acusados de provocar un golpe de Estado. Y los antiguos defensores de la libertad de prensa, mudos.

Asimismo, el tabasqueño puede poner al servicio de Trump miles de integrantes de la Guardia Nacional, y demás fuerzas policiales, para contener y reprimir a los migrantes, haciendo abstracción de la campaña xenofóbica y racista de la administración gringa y, además, por si esto no fuera suficiente, ha Llegando al extremo de anunciar, en plena campaña electoral norteamericana, un posible viaje a EU para agradecerle a Trump sus “apoyos”. Aquí también, los defensores de los derechos humanos y hasta antiimperialistas, no mueven un dedo para cuestionar el entreguismo oficial.

En ésta ruta de desaciertos, el gobierno nombra a un puñado de improvisados y saltimbanquis en el tema de la llamada “seguridad pública” y, con ello, dar paso a la continuación de la ineptitud y al desastre; y, aquí también, las organizaciones de derechos humanos y las múltiples agrupaciones de abogados y demás cofradías sedientas de desayunitos con el poder, han permanecido acríticas a éste rumbo.

En conclusión, los que antes se desgarraban las vestiduras ante las prácticas abusivas e impunes de Calderón y Peña, por sólo citar a los recientes presidentes, hoy, frente los desvaríos de AMLO, no sólo son mudos, sino vulgares cómplices desmemoriados.

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.

Maquiavelo

Mexico está viviendo un proceso contradictorio y lleno de interrogantes que tienden a profundizarse. Lo que fue un triunfo electoral impecable y la consolidación de la vía electoral para acceder al poder político, ahora se ha convertido en la reproducción de viejas prácticas de complicidades y persecuciones contra quienes cuestionan las acciones del gobierno de López Obrador.

Lo que antes era censurable y motivo de movilizaciones hoy es visto con naturalidad o ignorado. La lógica es muy sencilla y hasta pedestre, ya que la llamada 4T está “reconstruyendo el desastre que dejó el régimen neoliberal”. Entonces, todo se vale para lograr dicho propósito “patriótico”. Dicho en palabras del inquilino de Palacio Nacional, se está haciendo avanzar al “elefante reumático”, refiriéndose a las prácticas burocráticas de los gobiernos anteriores.

Ante semejante parálisis, el presidente puede hacer que lo que se le venga en gana. Sí, todo. Desde revisar, él mismo, en su escritorio, la prioridad de los viajes internacionales de los funcionarios públicos; así, como, autorizar el 70% de las asignaciones directas a los proveedores “amigos” del gobierno. Pobre de aquellos que cuestionen porque serán vilipendiados y acusados de ser parte de la derecha o hasta acusados de provocar un golpe de Estado. Y los antiguos defensores de la libertad de prensa, mudos.

Asimismo, el tabasqueño puede poner al servicio de Trump miles de integrantes de la Guardia Nacional, y demás fuerzas policiales, para contener y reprimir a los migrantes, haciendo abstracción de la campaña xenofóbica y racista de la administración gringa y, además, por si esto no fuera suficiente, ha Llegando al extremo de anunciar, en plena campaña electoral norteamericana, un posible viaje a EU para agradecerle a Trump sus “apoyos”. Aquí también, los defensores de los derechos humanos y hasta antiimperialistas, no mueven un dedo para cuestionar el entreguismo oficial.

En ésta ruta de desaciertos, el gobierno nombra a un puñado de improvisados y saltimbanquis en el tema de la llamada “seguridad pública” y, con ello, dar paso a la continuación de la ineptitud y al desastre; y, aquí también, las organizaciones de derechos humanos y las múltiples agrupaciones de abogados y demás cofradías sedientas de desayunitos con el poder, han permanecido acríticas a éste rumbo.

En conclusión, los que antes se desgarraban las vestiduras ante las prácticas abusivas e impunes de Calderón y Peña, por sólo citar a los recientes presidentes, hoy, frente los desvaríos de AMLO, no sólo son mudos, sino vulgares cómplices desmemoriados.

pedropenaloza@yahoo.com/Twitter: @pedro_penaloz

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