/ domingo 29 de agosto de 2021

Los peores presagios en Afganistán

Algunos medios internacionales, elevan la cifra hasta de 85 muertos –entre ellos 12 soldados marines y 125 heridos, consecuencia del doble atentado, uno de ellos suicida, en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Kabul. La masacre fue reivindicada por el Estados Islámico y su expresión local ISIS-K, que desde hace años, es el principal enemigo de el Talibán. Ahora no ha pasado ni un mes y la rivalidad ha llegado a puntos insospechados.

De inmediato la vocería del gobierno en formación, señaló que la responsabilidad de la seguridad del aeropuerto y por lo tanto de las miles de personas que buscar salir de Afganistán, es de los Estados Unidos. Por su parte, desde la Casa Blanca, el Presidente Joseph Biden, ha lanzado una severa advertencia, señalando que “ni vamos a perdonar ni vamos a olvidar”, además de que anunció que dio instrucciones a las áreas correspondientes para que preparen la respuesta inmediata a lo que ya es, sin duda, una verdadera afrenta para la Fuerzas Armadas de ese país.

Conforme pasan los días, la tensión va en aumento y la fecha perentoria del 31 de este mes, para que no quede ningún soldado extranjero ni colaborador afgano y el control del aeropuerto, pase a manos del nuevo gobierno. Sin embargo, dentro de las complejas y extensas ramificaciones del terrorismo de inspiración islámica, el Talibán no tiene todas consigo y las expresiones del ISIS y otras más, habrán de complicar desde hoy día, la instalación de una administración pública que por otra parte, tiene enfrente una enorme tarea en lo que respecta a corregir o controlar, la enorme corrupción que prevalece en el país.

De hecho una de las principales causas que llevaron a la caída del régimen, de acuerdo con informes de las autoridades estadounidenses y europeas, es precisamente, la formidable corrupción imperante en los más altos cargos del servicio público del país. Ante es panorama, no hay duda, que se corren enormes riesgos de que la violencia radical y entre facciones, se extienda por el país, e incluso llegue a contaminar a los Estados colindantes, sobre todo a Pakistán, que también, no obstante la fortaleza de sus Fuerzas Armadas, también padece del separatismo y manifestaciones de organizaciones radicales de inspiración islámica.

La situación, como se supondrá, ya tiene hondas repercusiones en Estados Unidos y Europa, pero no solo por la cuestión migratoria, sino por la Seguridad Internacional. Esto llevará que el terrorismo internacional, originado en esa parte del mundo, vuelva a ser considerado como uno de los principales antagonismos en la agenda compartida, por lo que ya ha sido convocada una reunión extraordinaria entre la Unión Europea, la Organización del Tratado Atlántico Norte y los Estados Unidos, para tratar de abordar de una manera conjunta y contundente la situación en Afganistán que tiene todos los visos y posibilidades, de extenderse en la región.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

Algunos medios internacionales, elevan la cifra hasta de 85 muertos –entre ellos 12 soldados marines y 125 heridos, consecuencia del doble atentado, uno de ellos suicida, en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Kabul. La masacre fue reivindicada por el Estados Islámico y su expresión local ISIS-K, que desde hace años, es el principal enemigo de el Talibán. Ahora no ha pasado ni un mes y la rivalidad ha llegado a puntos insospechados.

De inmediato la vocería del gobierno en formación, señaló que la responsabilidad de la seguridad del aeropuerto y por lo tanto de las miles de personas que buscar salir de Afganistán, es de los Estados Unidos. Por su parte, desde la Casa Blanca, el Presidente Joseph Biden, ha lanzado una severa advertencia, señalando que “ni vamos a perdonar ni vamos a olvidar”, además de que anunció que dio instrucciones a las áreas correspondientes para que preparen la respuesta inmediata a lo que ya es, sin duda, una verdadera afrenta para la Fuerzas Armadas de ese país.

Conforme pasan los días, la tensión va en aumento y la fecha perentoria del 31 de este mes, para que no quede ningún soldado extranjero ni colaborador afgano y el control del aeropuerto, pase a manos del nuevo gobierno. Sin embargo, dentro de las complejas y extensas ramificaciones del terrorismo de inspiración islámica, el Talibán no tiene todas consigo y las expresiones del ISIS y otras más, habrán de complicar desde hoy día, la instalación de una administración pública que por otra parte, tiene enfrente una enorme tarea en lo que respecta a corregir o controlar, la enorme corrupción que prevalece en el país.

De hecho una de las principales causas que llevaron a la caída del régimen, de acuerdo con informes de las autoridades estadounidenses y europeas, es precisamente, la formidable corrupción imperante en los más altos cargos del servicio público del país. Ante es panorama, no hay duda, que se corren enormes riesgos de que la violencia radical y entre facciones, se extienda por el país, e incluso llegue a contaminar a los Estados colindantes, sobre todo a Pakistán, que también, no obstante la fortaleza de sus Fuerzas Armadas, también padece del separatismo y manifestaciones de organizaciones radicales de inspiración islámica.

La situación, como se supondrá, ya tiene hondas repercusiones en Estados Unidos y Europa, pero no solo por la cuestión migratoria, sino por la Seguridad Internacional. Esto llevará que el terrorismo internacional, originado en esa parte del mundo, vuelva a ser considerado como uno de los principales antagonismos en la agenda compartida, por lo que ya ha sido convocada una reunión extraordinaria entre la Unión Europea, la Organización del Tratado Atlántico Norte y los Estados Unidos, para tratar de abordar de una manera conjunta y contundente la situación en Afganistán que tiene todos los visos y posibilidades, de extenderse en la región.


javierolivaposada@gmail.com

@JOPso