/ miércoles 10 de noviembre de 2021

Los repartidores de plataformas digitales exigen sus derechos 

Miguel Ángel Díaz Santana, coordinador de Trabajo Digital en Nosotrxs

El pasado miércoles 3 de noviembre se dieron cita en la Estela de Luz en la Ciudad de México repartidores de plataformas digitales como Rappi, Uber Eats y Didi en el marco del Paro Internacional de Repartidores convocado por Unidxs World Action -alianza de grupos de repartidores de todo el mundo-. Este paro tuvo como finalidad expresar las demandas del colectivo de repartidores y repartidoras para que se reconozcan sus derechos laborales como trabajadores y accedan a seguridad social, salario mínimo, seguro, aportación de fondos para el retiro y en general todas las prestaciones de ley que tienen los trabajadores que están en una relación laboral de subordinación.

Las personas que trabajan repartiendo alimentos a través de estas aplicaciones no cuentan con ningún derecho o prestación laboral aun cuando han sido esenciales durante la pandemia y han hecho que las plataformas aumenten sus ganancias de manera considerable. Según conteo del colectivo de repartidores mexicano -y convocante al Paro Internacional- Ni Un Repartidor Menos, de 2019 a la fecha han muerto 56 repartidores, la mayoría en siniestros viales, pero algunos como víctimas de asaltos. Asimismo, muchos sufren accidentes que requieren costosas rehabilitaciones y las plataformas no asumen ninguna responsabilidad ante estas desgracias.

Las empresas de plataformas digitales de reparto como Uber Eats y Rappi tratan a los repartidores como socios bajo el argumento de que pueden conectarse a trabajar cuando quieran y porque pueden trabajar para más de una plataforma. Sin embargo, la flexibilidad de horarios para trabajar es relativa porque las plataformas bloquean de la aplicación a los repartidores por horas o días si rechazan pedidos o si consideran que han hecho mal uso de la plataforma. En la mayoría de los casos estas decisiones son hechas de manera automática por el algoritmo de la aplicación, sin intervención humana directa. Además, las plataformas asumen muchos comportamientos de empleador como son: establecer unilateralmente las remuneraciones, obligar a los repartidores a usar la mochila que los identifica con la plataforma, desconectar (despedir) a los repartidores sin que estos puedan reclamar, así como aplicar sistemas de incentivos y bonificaciones para coordinar el trabajo según su conveniencia. En cambio, las y los repartidores no tienen voz en las condiciones en que desempeñan su trabajo y dependen de conectarse a la plataforma para obtener un ingreso. Esta relación asimétrica entre plataformas y repartidores es equivalente al vínculo entre empleado y empleador.

El pasado 30 de septiembre, el IMSS anunció un acuerdo con las plataformas Uber, Rappi, Beat y Didi para promover que los trabajadores de plataformas se adhieran de manera voluntaria al Régimen Obligatorio del Seguro Social para trabajadores independientes. Esto implica que sean los propios trabajadores y el IMSS (es decir, la sociedad en general) quienes paguen por su seguridad social sin que las empresas de plataformas aporten un peso para ello. Este acuerdo es a todas luces injusto porque exime a las plataformas de asumir sus responsabilidades y porque le carga la responsabilidad por su seguridad a los mismos trabajadores y a la sociedad en general.

Es urgente que el Poder Legislativo y la Secretaría del Trabajo tomen cartas en el asunto y se legisle para que se proteja a este numeroso colectivo de trabajadores. Desde Nosotrxs llevamos dos años colaborando con Ni Un Repartidor Menos y seguiremos llevando a cabo acciones que visibilicen la situación precaria de los repartidores para que se tomen acciones en favor de sus derechos y condiciones laborales.

Miguel Ángel Díaz Santana, coordinador de Trabajo Digital en Nosotrxs

El pasado miércoles 3 de noviembre se dieron cita en la Estela de Luz en la Ciudad de México repartidores de plataformas digitales como Rappi, Uber Eats y Didi en el marco del Paro Internacional de Repartidores convocado por Unidxs World Action -alianza de grupos de repartidores de todo el mundo-. Este paro tuvo como finalidad expresar las demandas del colectivo de repartidores y repartidoras para que se reconozcan sus derechos laborales como trabajadores y accedan a seguridad social, salario mínimo, seguro, aportación de fondos para el retiro y en general todas las prestaciones de ley que tienen los trabajadores que están en una relación laboral de subordinación.

Las personas que trabajan repartiendo alimentos a través de estas aplicaciones no cuentan con ningún derecho o prestación laboral aun cuando han sido esenciales durante la pandemia y han hecho que las plataformas aumenten sus ganancias de manera considerable. Según conteo del colectivo de repartidores mexicano -y convocante al Paro Internacional- Ni Un Repartidor Menos, de 2019 a la fecha han muerto 56 repartidores, la mayoría en siniestros viales, pero algunos como víctimas de asaltos. Asimismo, muchos sufren accidentes que requieren costosas rehabilitaciones y las plataformas no asumen ninguna responsabilidad ante estas desgracias.

Las empresas de plataformas digitales de reparto como Uber Eats y Rappi tratan a los repartidores como socios bajo el argumento de que pueden conectarse a trabajar cuando quieran y porque pueden trabajar para más de una plataforma. Sin embargo, la flexibilidad de horarios para trabajar es relativa porque las plataformas bloquean de la aplicación a los repartidores por horas o días si rechazan pedidos o si consideran que han hecho mal uso de la plataforma. En la mayoría de los casos estas decisiones son hechas de manera automática por el algoritmo de la aplicación, sin intervención humana directa. Además, las plataformas asumen muchos comportamientos de empleador como son: establecer unilateralmente las remuneraciones, obligar a los repartidores a usar la mochila que los identifica con la plataforma, desconectar (despedir) a los repartidores sin que estos puedan reclamar, así como aplicar sistemas de incentivos y bonificaciones para coordinar el trabajo según su conveniencia. En cambio, las y los repartidores no tienen voz en las condiciones en que desempeñan su trabajo y dependen de conectarse a la plataforma para obtener un ingreso. Esta relación asimétrica entre plataformas y repartidores es equivalente al vínculo entre empleado y empleador.

El pasado 30 de septiembre, el IMSS anunció un acuerdo con las plataformas Uber, Rappi, Beat y Didi para promover que los trabajadores de plataformas se adhieran de manera voluntaria al Régimen Obligatorio del Seguro Social para trabajadores independientes. Esto implica que sean los propios trabajadores y el IMSS (es decir, la sociedad en general) quienes paguen por su seguridad social sin que las empresas de plataformas aporten un peso para ello. Este acuerdo es a todas luces injusto porque exime a las plataformas de asumir sus responsabilidades y porque le carga la responsabilidad por su seguridad a los mismos trabajadores y a la sociedad en general.

Es urgente que el Poder Legislativo y la Secretaría del Trabajo tomen cartas en el asunto y se legisle para que se proteja a este numeroso colectivo de trabajadores. Desde Nosotrxs llevamos dos años colaborando con Ni Un Repartidor Menos y seguiremos llevando a cabo acciones que visibilicen la situación precaria de los repartidores para que se tomen acciones en favor de sus derechos y condiciones laborales.