/ viernes 29 de enero de 2021

Los riesgos

Vivimos una época de grandes desafíos: la pandemia, una crisis económica, una sociedad agotada por el aislamiento, las restricciones y una permanente incertidumbre. El futuro nos depara grandes oportunidades, pero también nuevos riesgos, muchos de ellos como consecuencia de la situación actual que se suma las debilidades y contradicciones previas a la pandemia. Hace unos días el Foro Económico Mundial publicó su reporte de riesgos mundiales para el 2021; el documento integrado por las opiniones de cientos de especialistas es particularmente interesante ya que en realidad señala que no estamos teniendo una claridad sobre las amenazas a la vida, la economía y al Estado que se están gestando en este momento.

Los efectos de la pandemia a nivel global son visibles: más de dos millones de muertos a nivel mundial, miles de micros y pequeñas empresas en el mundo han colapsado, casi 500 millones de empleos perdidos en el mundo solo en la mitad del 2020 y casi todos los países tendrán decrecimientos económicos. La pregunta no solo es cuándo y cómo nos vamos a recuperar, es también cómo impactará en las disparidades entre naciones y grupos sociales, salud, educación y acceso a la tecnología.

El mundo pospandemia será el resultado de una ecuación entre los problemas anteriores como el calentamiento global, la crisis del capitalismo, la debilidad del Estado y la sustitución del empleo humano por inteligencia artificial; por lo que en los próximos cinco años se perderán 85 millones de trabajos. Además las amenazas emergentes como la desigualdad generada por la enfermedad, los países que se vacunen más rápido tendrán una reactivación económica más rápida. Lo interesante es que esto lo definirán empresas privadas en gran parte y así pasará en casi todos los ámbitos; por ejemplo, en la educación quien tiene acceso a medios electrónicos tendrá menor pérdida en el logro académico. Son importantes los impactos también en equidad, el 70% de las mujeres encuestadas, pensó que su carrera se estancará después de la pandemia. De no tomarse las medidas oportunas, no solo se revertirán años de avance social, también podríamos ir a un mundo más desigual y excluyente, en el que la diferencia entre los que tienen y los que no, marque un futuro y una sociedad fraccionada. Generan especial interés la decepción de los jóvenes, la falta de esperanza y el incremento en la brecha digital que deben de ser uno de los ejes para pensar cómo tener una educación pertinente y funcional para nuestros tiempos.

Suponer que el final de la pandemia significará un regreso a la normalidad anterior es improbable e ingenuo. Desafortunadamente la evidencia nos señala que habrá muchos retos que superar aún. El futuro está en construcción, nuestras acciones y la conciencia de las tendencias permitirán tomar las medidas necesarias para fortalecer nuestra resiliencia, prevenir los riesgos y aprovechar las oportunidades.

@ LuisH_Fernandez

Vivimos una época de grandes desafíos: la pandemia, una crisis económica, una sociedad agotada por el aislamiento, las restricciones y una permanente incertidumbre. El futuro nos depara grandes oportunidades, pero también nuevos riesgos, muchos de ellos como consecuencia de la situación actual que se suma las debilidades y contradicciones previas a la pandemia. Hace unos días el Foro Económico Mundial publicó su reporte de riesgos mundiales para el 2021; el documento integrado por las opiniones de cientos de especialistas es particularmente interesante ya que en realidad señala que no estamos teniendo una claridad sobre las amenazas a la vida, la economía y al Estado que se están gestando en este momento.

Los efectos de la pandemia a nivel global son visibles: más de dos millones de muertos a nivel mundial, miles de micros y pequeñas empresas en el mundo han colapsado, casi 500 millones de empleos perdidos en el mundo solo en la mitad del 2020 y casi todos los países tendrán decrecimientos económicos. La pregunta no solo es cuándo y cómo nos vamos a recuperar, es también cómo impactará en las disparidades entre naciones y grupos sociales, salud, educación y acceso a la tecnología.

El mundo pospandemia será el resultado de una ecuación entre los problemas anteriores como el calentamiento global, la crisis del capitalismo, la debilidad del Estado y la sustitución del empleo humano por inteligencia artificial; por lo que en los próximos cinco años se perderán 85 millones de trabajos. Además las amenazas emergentes como la desigualdad generada por la enfermedad, los países que se vacunen más rápido tendrán una reactivación económica más rápida. Lo interesante es que esto lo definirán empresas privadas en gran parte y así pasará en casi todos los ámbitos; por ejemplo, en la educación quien tiene acceso a medios electrónicos tendrá menor pérdida en el logro académico. Son importantes los impactos también en equidad, el 70% de las mujeres encuestadas, pensó que su carrera se estancará después de la pandemia. De no tomarse las medidas oportunas, no solo se revertirán años de avance social, también podríamos ir a un mundo más desigual y excluyente, en el que la diferencia entre los que tienen y los que no, marque un futuro y una sociedad fraccionada. Generan especial interés la decepción de los jóvenes, la falta de esperanza y el incremento en la brecha digital que deben de ser uno de los ejes para pensar cómo tener una educación pertinente y funcional para nuestros tiempos.

Suponer que el final de la pandemia significará un regreso a la normalidad anterior es improbable e ingenuo. Desafortunadamente la evidencia nos señala que habrá muchos retos que superar aún. El futuro está en construcción, nuestras acciones y la conciencia de las tendencias permitirán tomar las medidas necesarias para fortalecer nuestra resiliencia, prevenir los riesgos y aprovechar las oportunidades.

@ LuisH_Fernandez