/ domingo 18 de julio de 2021

Los seis años de Héctor Astudillo

El guerrerense José Francisco Ruiz Massieu sostuvo que las crisis deben llevar a cambios para progresar, no para retroceder; a cambios que sirvan para redistribuir el poder en favor de las mayorías y no para concentrarlo.

Hace seis años, en medio de la peor crisis social, política y económica que hayan conocido las y los guerrerenses, confiaron el timón del gobierno estatal a Héctor Astudillo Flores, hombre de raigambre ampliamente conocido en el Estado por su trayectoria en el servicio público. Y no se equivocaron.

Con grandes retos frente a sí, es evidente que en Guerrero lograron disminuir los índices delictivos, al tiempo de hacer frente a la epidemia del Covid-19 con el menor costo social posible y la menor merma al sector turístico, que es la principal fuente de ingresos para el Estado, pero sobre todo para familias y fuentes de empleo.

La gobernabilidad, estabilidad y cimientos para seguir avanzando en el abatimiento de la delincuencia, pero sobre todo de la pobreza, son claros en el Estado y es tarea de toda la sociedad guerrerense seguirlos consolidando.

Por la forma en que se atendieron diversas problemáticas, tengo claro que en los recientes seis años el gobernador ha sido un factor de diálogo, de soluciones y de confianza, lo cual es digno de destacarse, pues estamos frente a un gobernante que entendió y cumplió con la responsabilidad que asumió y que hoy puede caminar por su Estado con la satisfacción de la tarea cumplida.

En definitiva, Astudillo ha tenido la capacidad de convertir la crisis con la que recibió a Guerrero en una oportunidad para progresar, para acordar y para distribuir responsabilidades. Por ello, a Héctor Astudillo no se le conoce por malas mañas ni prácticas oscuras, sino por ser un hombre que conoce, ejerce y ama la política en contextos democráticos y competitivos, que entrega buenos resultados y que da la cara.

Siendo un hombre joven, tengo la seguridad de que Héctor Astudillo no se va a ir a su casa, sino que seguirá haciendo política desde la trinchera en la que se encuentre, y en el PRI se coloca como un fuerte activo para enfrentar los retos por venir.

Jesús Reyes Heroles pidió: “Hagamos más, mucha más política; hagamos mejor política y acabemos con la politiquería…”, y es justamente el reto que en 2021 México enfrenta. Por ello, el hombre que hizo de la política su herramienta de trabajo en Guerrero hoy tiene mucho que aportar a la Nación mexicana.


@jlcamachov

El guerrerense José Francisco Ruiz Massieu sostuvo que las crisis deben llevar a cambios para progresar, no para retroceder; a cambios que sirvan para redistribuir el poder en favor de las mayorías y no para concentrarlo.

Hace seis años, en medio de la peor crisis social, política y económica que hayan conocido las y los guerrerenses, confiaron el timón del gobierno estatal a Héctor Astudillo Flores, hombre de raigambre ampliamente conocido en el Estado por su trayectoria en el servicio público. Y no se equivocaron.

Con grandes retos frente a sí, es evidente que en Guerrero lograron disminuir los índices delictivos, al tiempo de hacer frente a la epidemia del Covid-19 con el menor costo social posible y la menor merma al sector turístico, que es la principal fuente de ingresos para el Estado, pero sobre todo para familias y fuentes de empleo.

La gobernabilidad, estabilidad y cimientos para seguir avanzando en el abatimiento de la delincuencia, pero sobre todo de la pobreza, son claros en el Estado y es tarea de toda la sociedad guerrerense seguirlos consolidando.

Por la forma en que se atendieron diversas problemáticas, tengo claro que en los recientes seis años el gobernador ha sido un factor de diálogo, de soluciones y de confianza, lo cual es digno de destacarse, pues estamos frente a un gobernante que entendió y cumplió con la responsabilidad que asumió y que hoy puede caminar por su Estado con la satisfacción de la tarea cumplida.

En definitiva, Astudillo ha tenido la capacidad de convertir la crisis con la que recibió a Guerrero en una oportunidad para progresar, para acordar y para distribuir responsabilidades. Por ello, a Héctor Astudillo no se le conoce por malas mañas ni prácticas oscuras, sino por ser un hombre que conoce, ejerce y ama la política en contextos democráticos y competitivos, que entrega buenos resultados y que da la cara.

Siendo un hombre joven, tengo la seguridad de que Héctor Astudillo no se va a ir a su casa, sino que seguirá haciendo política desde la trinchera en la que se encuentre, y en el PRI se coloca como un fuerte activo para enfrentar los retos por venir.

Jesús Reyes Heroles pidió: “Hagamos más, mucha más política; hagamos mejor política y acabemos con la politiquería…”, y es justamente el reto que en 2021 México enfrenta. Por ello, el hombre que hizo de la política su herramienta de trabajo en Guerrero hoy tiene mucho que aportar a la Nación mexicana.


@jlcamachov

ÚLTIMASCOLUMNAS
domingo 18 de julio de 2021

Los seis años de Héctor Astudillo

José Luis Camacho Vargas

domingo 11 de julio de 2021

El Ministro Presidente

José Luis Camacho Vargas

domingo 04 de julio de 2021

El golpe en la CDMX es letal

José Luis Camacho Vargas

domingo 27 de junio de 2021

Los programas ni son sociales ni funcionan

José Luis Camacho Vargas

domingo 20 de junio de 2021

La UNAM no está para ocurrencias

José Luis Camacho Vargas

domingo 13 de junio de 2021

Sin presidente, tres años más

José Luis Camacho Vargas

domingo 06 de junio de 2021

Visita de Kamala Harris

José Luis Camacho Vargas

domingo 30 de mayo de 2021

Ya se sancionó la Reforma Judicial

José Luis Camacho Vargas

domingo 23 de mayo de 2021

¿Gobernar sin responsabilidad?

José Luis Camacho Vargas

domingo 16 de mayo de 2021

Maestros de vida

José Luis Camacho Vargas

Cargar Más