/ viernes 8 de mayo de 2020

Los "sin propuesta"

Hace unos días, un periódico de circulación nacional, publicó un encabezado audaz en el que tres personas ponen “tache” a la SEP por el programa “Aprende en Casa”. La lectura de la nota nos muestra una crítica hueca e insensible, que descalifica el trabajo, compromiso de familias, maestros, demuestra que no han entendido la realidad que vive la escuela mexicana y cómo funciona el programa.


El debate es bienvenido y la confrontación de ideas es valiosa, por lo que con la misma libertad se debe de expresar cuál es la realidad.


Las premisas son falsas, veamos uno por uno sus argumentos: la primera afirmación es que el programa no garantiza el aprendizaje curricular en estas condiciones y no es pertinente. Es una estrategia pedagógica que permite mantener la enseñanza en las condiciones de aislamiento. No sustituye a la escuela, sin embargo, siguiendo las agendas propuestas con los materiales que están a disposición de estudiantes, familias y maestros, es altamente probable que los alumnos logren los conocimientos esperados.


La pregunta a los autoproclamados especialistas es: ¿Cuál es su propuesta para garantizar el aprendizaje curricular, así como ellos dicen? La segunda es que podría provocar rezagos y abandono escolar, esta afirmación es una falacia sin duda, ya que no hay forma de que el proyecto provoque rezagos; todo lo contrario, quienes no participan en “Aprende en Casa” están en mayor riesgo ¿Cuál es el vínculo entre causa y efecto? ¿Cómo el programa puede causar deserción?


La tercera afirmación es sobre la existencia de guías. En la página web de la SEP de la Ciudad de México se cuentan con los apoyos necesarios a través de fichas pedagógicas y el servicio de asesoría telefónica que se está ofreciendo para miembros de la comunidad educativa. Es absolutamente falso afirmar que el programa es para hacer tarea, en virtud de que toda la estrategia está orientada al aprendizaje y fue construida en conjunto con docentes. Además, nunca se habla de tareas, es una carpeta de experiencias en la cual se incorporan los saberes académicos y vivenciales.


La cuarta ha sido más que aclarada: no es una estrategia de internet, es una herramienta para que podamos aprender desde nuestras casas con los medios disponibles. Ninguna de las afirmaciones que dan cuerpo a la nota soportan la mínima confrontación con la realidad pedagógica.


La UNESCO, los titulares de sistemas educativos nacionales y de las grandes ciudades de América Latina han expresado su reconocimiento, han solicitado la estrategia y los materiales, pero, sobre todo, la mayor evidencia de su bondad y utilidad, es que es usada por millones de estudiantes. Los especialistas son los practicantes, quienes están día a día enseñando en el salón y ahora, desde casa. Las familias y los maestros de la Ciudad de México han hecho hasta lo imposible por mantener el contacto y el aprendizaje de las niñas y niños. El Sindicato se ha sumado sin regateos, con patriotismo y un compromiso con la educación. La CNTE en la Ciudad ha hecho un trabajo destacado, con un reconocimiento especial en promoción de la lectura y cultura.


Todos estamos haciendo lo que podemos para enfrentar una crisis de salud, económica y evitar que ésta también sea educativa. Creo en lo que estamos haciendo y por eso lo defiendo con convicción. Es claro que no es perfecto, por lo que trabajamos día a día para mejorarlo, pero sin duda la dirección que ha dado el Secretario Moctezuma, es la correcta.


Los sin propuesta, los diletantes, los que critican desde su autoproclamada atalaya, los que de un caso específico pretenden hacer una generalización (muy científico de su parte, por cierto), les pregunto: ¿Que están aportando?, ¿en que ayudan?, ¿tienen una forma mejor de hacerlo sin recursos económicos, sin contratar consultorías, ni empresas?, ¿cuál es su proyecto alternativo en un momento tan delicado? Dirían en mi barrio: ¿Quién te enseñó a decir, que no te enseñó a hacer?



@LuisH_Fernandez

Hace unos días, un periódico de circulación nacional, publicó un encabezado audaz en el que tres personas ponen “tache” a la SEP por el programa “Aprende en Casa”. La lectura de la nota nos muestra una crítica hueca e insensible, que descalifica el trabajo, compromiso de familias, maestros, demuestra que no han entendido la realidad que vive la escuela mexicana y cómo funciona el programa.


El debate es bienvenido y la confrontación de ideas es valiosa, por lo que con la misma libertad se debe de expresar cuál es la realidad.


Las premisas son falsas, veamos uno por uno sus argumentos: la primera afirmación es que el programa no garantiza el aprendizaje curricular en estas condiciones y no es pertinente. Es una estrategia pedagógica que permite mantener la enseñanza en las condiciones de aislamiento. No sustituye a la escuela, sin embargo, siguiendo las agendas propuestas con los materiales que están a disposición de estudiantes, familias y maestros, es altamente probable que los alumnos logren los conocimientos esperados.


La pregunta a los autoproclamados especialistas es: ¿Cuál es su propuesta para garantizar el aprendizaje curricular, así como ellos dicen? La segunda es que podría provocar rezagos y abandono escolar, esta afirmación es una falacia sin duda, ya que no hay forma de que el proyecto provoque rezagos; todo lo contrario, quienes no participan en “Aprende en Casa” están en mayor riesgo ¿Cuál es el vínculo entre causa y efecto? ¿Cómo el programa puede causar deserción?


La tercera afirmación es sobre la existencia de guías. En la página web de la SEP de la Ciudad de México se cuentan con los apoyos necesarios a través de fichas pedagógicas y el servicio de asesoría telefónica que se está ofreciendo para miembros de la comunidad educativa. Es absolutamente falso afirmar que el programa es para hacer tarea, en virtud de que toda la estrategia está orientada al aprendizaje y fue construida en conjunto con docentes. Además, nunca se habla de tareas, es una carpeta de experiencias en la cual se incorporan los saberes académicos y vivenciales.


La cuarta ha sido más que aclarada: no es una estrategia de internet, es una herramienta para que podamos aprender desde nuestras casas con los medios disponibles. Ninguna de las afirmaciones que dan cuerpo a la nota soportan la mínima confrontación con la realidad pedagógica.


La UNESCO, los titulares de sistemas educativos nacionales y de las grandes ciudades de América Latina han expresado su reconocimiento, han solicitado la estrategia y los materiales, pero, sobre todo, la mayor evidencia de su bondad y utilidad, es que es usada por millones de estudiantes. Los especialistas son los practicantes, quienes están día a día enseñando en el salón y ahora, desde casa. Las familias y los maestros de la Ciudad de México han hecho hasta lo imposible por mantener el contacto y el aprendizaje de las niñas y niños. El Sindicato se ha sumado sin regateos, con patriotismo y un compromiso con la educación. La CNTE en la Ciudad ha hecho un trabajo destacado, con un reconocimiento especial en promoción de la lectura y cultura.


Todos estamos haciendo lo que podemos para enfrentar una crisis de salud, económica y evitar que ésta también sea educativa. Creo en lo que estamos haciendo y por eso lo defiendo con convicción. Es claro que no es perfecto, por lo que trabajamos día a día para mejorarlo, pero sin duda la dirección que ha dado el Secretario Moctezuma, es la correcta.


Los sin propuesta, los diletantes, los que critican desde su autoproclamada atalaya, los que de un caso específico pretenden hacer una generalización (muy científico de su parte, por cierto), les pregunto: ¿Que están aportando?, ¿en que ayudan?, ¿tienen una forma mejor de hacerlo sin recursos económicos, sin contratar consultorías, ni empresas?, ¿cuál es su proyecto alternativo en un momento tan delicado? Dirían en mi barrio: ¿Quién te enseñó a decir, que no te enseñó a hacer?



@LuisH_Fernandez