/ jueves 6 de febrero de 2020

Los zombis y el Partido Republicano

¿Esta es la semana en la que muere la democracia estadounidense? Muy probablemente.

Después de todo, en Washington entienden perfectamente bien que Donald Trump abusó de los poderes de su cargo en un intento por manipular las elecciones presidenciales de este año.

Sin embargo, los republicanos del Senado están a punto de exonerarlo sin siquiera fingir que analizan las pruebas, lo que alentará más abusos de poder.

Pero ¿cómo llegamos a este punto? Parte de la respuesta es el partidismo extremo y la corrección política de la derecha (que es mucho más virulenta que cualquier cosa de la izquierda). No obstante, también culpo a los zombis.

Una idea zombi es una creencia o doctrina que se ha comprobado en varias ocasiones que es falsa, pero aun así se niega a morir.

En cambio, sólo sigue arrastrando los pies, comiéndole el cerebro a la gente.

El zombi por excelencia en la política estadounidense es la afirmación de que los recortes de impuestos se pagan solos, una afirmación que se ha probado que es errónea una y otra vez en los últimos cuarenta años. Sin embargo, existen otros zombis, como la negación del cambio climático, que ocupan un lugar casi igual de importante en nuestro discurso político.

En estos días, todos los zombis realmente importantes están en la derecha. De hecho, se han apropiado del Partido Republicano.

No siempre fue así. Allá por 1980, George H.W. Bush llamaba “políticas económicas vudú” a las promesas extravagantes de Ronald Reagan sobre la eficacia de los recortes fiscales.

Todo lo que ha ocurrido desde entonces ha reivindicado su evaluación original. Los déficits se dispararon después de que Reagan recortó los impuestos; se redujeron y finalmente se convirtieron en excedentes después de que Bill Clinton incrementó los impuestos, y luego volvieron a aumentar después de los recortes fiscales de George W. Bush.

El vudú también se ha estrellado e incendiado a nivel estatal: el experimento de Kansas con los recortes fiscales radicales fue un tremendo fracaso, mientras que al aumento de impuestos en California con Jerry Brown, que los conservadores declararon un caso de “suicidio económico”, le siguió un auge económico y de ingresos.

No obstante, la economía vudú se ha convertido en una doctrina irrefutable dentro del Partido Republicano. Hasta los falsos moderados como Susan Collins justificaron su apoyo al recorte fiscal de 2017 de Trump afirmando que reduciría el déficit presupuestal. Como era de esperar, el déficit en realidad estalló y ahora excede el billón de dólares al año.

La política del cambio climático ha seguido una trayectoria similar. La temperatura mundial sigue estableciendo récords mientras proliferan las catástrofes relacionadas con el clima, como los incendios de Australia. Sin embargo, la mayoría de los republicanos en el Congreso niega el cambio climático.

¿Esta es la semana en la que muere la democracia estadounidense? Muy probablemente.

Después de todo, en Washington entienden perfectamente bien que Donald Trump abusó de los poderes de su cargo en un intento por manipular las elecciones presidenciales de este año.

Sin embargo, los republicanos del Senado están a punto de exonerarlo sin siquiera fingir que analizan las pruebas, lo que alentará más abusos de poder.

Pero ¿cómo llegamos a este punto? Parte de la respuesta es el partidismo extremo y la corrección política de la derecha (que es mucho más virulenta que cualquier cosa de la izquierda). No obstante, también culpo a los zombis.

Una idea zombi es una creencia o doctrina que se ha comprobado en varias ocasiones que es falsa, pero aun así se niega a morir.

En cambio, sólo sigue arrastrando los pies, comiéndole el cerebro a la gente.

El zombi por excelencia en la política estadounidense es la afirmación de que los recortes de impuestos se pagan solos, una afirmación que se ha probado que es errónea una y otra vez en los últimos cuarenta años. Sin embargo, existen otros zombis, como la negación del cambio climático, que ocupan un lugar casi igual de importante en nuestro discurso político.

En estos días, todos los zombis realmente importantes están en la derecha. De hecho, se han apropiado del Partido Republicano.

No siempre fue así. Allá por 1980, George H.W. Bush llamaba “políticas económicas vudú” a las promesas extravagantes de Ronald Reagan sobre la eficacia de los recortes fiscales.

Todo lo que ha ocurrido desde entonces ha reivindicado su evaluación original. Los déficits se dispararon después de que Reagan recortó los impuestos; se redujeron y finalmente se convirtieron en excedentes después de que Bill Clinton incrementó los impuestos, y luego volvieron a aumentar después de los recortes fiscales de George W. Bush.

El vudú también se ha estrellado e incendiado a nivel estatal: el experimento de Kansas con los recortes fiscales radicales fue un tremendo fracaso, mientras que al aumento de impuestos en California con Jerry Brown, que los conservadores declararon un caso de “suicidio económico”, le siguió un auge económico y de ingresos.

No obstante, la economía vudú se ha convertido en una doctrina irrefutable dentro del Partido Republicano. Hasta los falsos moderados como Susan Collins justificaron su apoyo al recorte fiscal de 2017 de Trump afirmando que reduciría el déficit presupuestal. Como era de esperar, el déficit en realidad estalló y ahora excede el billón de dólares al año.

La política del cambio climático ha seguido una trayectoria similar. La temperatura mundial sigue estableciendo récords mientras proliferan las catástrofes relacionadas con el clima, como los incendios de Australia. Sin embargo, la mayoría de los republicanos en el Congreso niega el cambio climático.