/ lunes 29 de marzo de 2021

Madurez y representación auténtica

Para que haya democracia se necesitan demócratas

Carlos Castillo Peraza


Nuestra democracia merece madurez y representación auténtica; hoy es necesario fortalecer nuestras instituciones frente a los ataques irresponsables que a falta de datos se valen de mentiras, de calumnias y de insultos para debilitar los equilibrios y los árbitros propios de cualquier país democrático.

Desde hace varios días, el presidente López Obrador y sus aliados están en una cruzada de intolerancia contra el Instituto Nacional Electoral y en especial contra su presidente, el doctor Lorenzo Córdoba, en donde han vertido mentiras e insultos que sólo logran desprestigiar y dañar a la democracia, porque la razón no los asiste y porque rebajan la posibilidad de disentir al insulto injustificado.

El problema inició hace unos días cuando el INE acordó un mecanismo para impedir el uso de coaliciones para burlar el límite de sobrerrepresentación. La fracción quinta del artículo 54 de la Constitución es clara en que se impide a los partidos políticos tener por vía plurinominal más del 8% de las curules ganadas por mayoría, sin embargo, esta norma ha sido violada de forma fraudulenta ya que algunas alianzas (como la de Morena-PES-PT) adelgazan artificialmente los triunfos de mayoría del partido principal (en este caso Morena) y así transfieren más diputaciones a las fuerzas minoritarias.

El mejor ejemplo es la actual conformación de la Cámara de Diputados en donde a pesar de que la alianza de Morena-PES-PT en el 2018 obtuvo sólo el 45.7% de los votos, alcanzó el 61.6% de los diputados; esto es una sobrerrepresentación del 15.9%, prácticamente el doble de lo que permite la Constitución. Esta realidad y uso fraudulento de las coaliciones permite absurdos como que el Partido Encuentro Social tenga 56 diputaciones de mayoría relativa a pesar de que sólo tuvo el 2.4% de los votos e incluso perdió el registro.

En la carretera de la irracionalidad, de la ilegalidad y de la mentira Acción Nacional no compite. Lo que se necesita es que la representación política sea un espejo de lo que es México. Cada fuerza política debe buscar ser mayoría, es parte de la democracia, pero lo debe buscar a la buena, no por la puerta de atrás con estrategias fraudulentas de trasferencias de votos.

México necesita madurez y representación auténtica, y para ello se requiere de auténticos demócratas. La diferencia entre lo que somos y que queremos ser es el tamaño de los ideales.

Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN

@JCRomeroHicks

Para que haya democracia se necesitan demócratas

Carlos Castillo Peraza


Nuestra democracia merece madurez y representación auténtica; hoy es necesario fortalecer nuestras instituciones frente a los ataques irresponsables que a falta de datos se valen de mentiras, de calumnias y de insultos para debilitar los equilibrios y los árbitros propios de cualquier país democrático.

Desde hace varios días, el presidente López Obrador y sus aliados están en una cruzada de intolerancia contra el Instituto Nacional Electoral y en especial contra su presidente, el doctor Lorenzo Córdoba, en donde han vertido mentiras e insultos que sólo logran desprestigiar y dañar a la democracia, porque la razón no los asiste y porque rebajan la posibilidad de disentir al insulto injustificado.

El problema inició hace unos días cuando el INE acordó un mecanismo para impedir el uso de coaliciones para burlar el límite de sobrerrepresentación. La fracción quinta del artículo 54 de la Constitución es clara en que se impide a los partidos políticos tener por vía plurinominal más del 8% de las curules ganadas por mayoría, sin embargo, esta norma ha sido violada de forma fraudulenta ya que algunas alianzas (como la de Morena-PES-PT) adelgazan artificialmente los triunfos de mayoría del partido principal (en este caso Morena) y así transfieren más diputaciones a las fuerzas minoritarias.

El mejor ejemplo es la actual conformación de la Cámara de Diputados en donde a pesar de que la alianza de Morena-PES-PT en el 2018 obtuvo sólo el 45.7% de los votos, alcanzó el 61.6% de los diputados; esto es una sobrerrepresentación del 15.9%, prácticamente el doble de lo que permite la Constitución. Esta realidad y uso fraudulento de las coaliciones permite absurdos como que el Partido Encuentro Social tenga 56 diputaciones de mayoría relativa a pesar de que sólo tuvo el 2.4% de los votos e incluso perdió el registro.

En la carretera de la irracionalidad, de la ilegalidad y de la mentira Acción Nacional no compite. Lo que se necesita es que la representación política sea un espejo de lo que es México. Cada fuerza política debe buscar ser mayoría, es parte de la democracia, pero lo debe buscar a la buena, no por la puerta de atrás con estrategias fraudulentas de trasferencias de votos.

México necesita madurez y representación auténtica, y para ello se requiere de auténticos demócratas. La diferencia entre lo que somos y que queremos ser es el tamaño de los ideales.

Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN

@JCRomeroHicks