La pandemia y su cruento impacto en la educación no han impedido que la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rinda un justo y sentido homenaje a las mujeres y hombres que, desde la docencia y la investigación, la han convertido en la mejor facultad de derecho de Iberoamérica y la número 34 del mundo.
La sociedad mexicana tiene una gran deuda con quienes han hecho posible el desarrollo y progreso de la nación, que con su esfuerzo y dedicación han marcado la diferencia entre la ignorancia y el conocimiento y permanente y discretamente sirven a los altos intereses nacionales. Por supuesto que me refiero a las y los maestros de México.
Por ello, con motivo de su día el director de la Facultad de Derecho de la UNAM, el jurista Raúl Contreras, encabezó el homenaje virtual que convocó no sólo a sus 850 académicos, sino a cientos de estudiantes y trabajadores que al unísono expresaron su agradecimiento a las y los maestros que sin más interés que la superación de sus alumnos, no han cejado en su misión educadora durante los 14 meses que llevamos de pandemia en México.
“Sabios que nos superen, no alumnos que nos sigan” fueron las palabras del Doctor Julián Güitrón Fuentevilla, las cuales conmovieron al auditorio al ver la emoción del Maestro que supera los 54 años de docencia y que está comprometido en su vanguardia e imprescindible papel como formadora de mujeres y hombres de bien.
Ésa es la calidad, visión y compromiso con que se genera y difunde conocimiento jurídico en las aulas físicas y virtuales de la Facultad de Derecho; ése es el espíritu del entreveramiento generacional y disciplinario que se ha logrado en este tanque de pensamiento jurídico; ése es el ánimo con el que bajo la dirección del Doctor Raúl Contreras se han enfrentado las amenazas externas y hecho patente la cohesión y apoyo de la comunidad a sus autoridades.
El llamado que ha hecho Raúl Contreras a las y los docentes resulta crucial, pues les ha pedido ser no sólo maestros de conocimientos jurídicos, sino maestros de vida, que inculquen en la comunidad estudiantil valores como la tolerancia, empatía, resiliencia, templanza y paciencia como herramientas fundamentales para superar los problemas cotidianos de la vida, formando a mujeres y hombres libres.
El reto no es menor, pero tampoco la capacidad, compromiso y visión de las y los maestros de México, quienes en diversos niveles y áreas del conocimiento han debido hacer frente a las nuevas condiciones que ha marcado la realidad no solo de pandemia, sino también de empobrecimiento e inseguridad en el país.
Es así como desde la semilla de la Facultad de Derecho de la UNAM, el doctor Raúl Contreras ha recordado que la labor docente no se extingue ni caduca, pues posee la cualidad de la eternidad en la mente y corazón de los educandos.
Como ayer, hoy y siempre, la educación es la inmejorable herramienta para alcanzar un México justo, alejado de la desigualdad, violencia, impunidad, pobreza y corrupción.
@jlcamachov