/ jueves 19 de noviembre de 2020

Más que informar, reafirmar

Hace algunos días tuve el enorme privilegio de dirigirme al país en general haciendo énfasis en mi paisanas y paisanos hidalguenses a través de mi segundo informe de actividades como Senadora de la República. Entendiendo que el año transcurrido en esta legislatura fue atípico y lleno de circunstancias que, aunque nos alejaron de algunos temas que siguen en la mira, nos acercaron y enfatizaron otros que requieren inmediata acción y de los cuales no me sustraje en ningún momento para llevar la voz de representatividad al Congreso de la Unión.

Justamente la atipicidad se vivió en el sector salud, respecto del cual en múltiples ocasiones, ya sea a través de intervención en las discusiones o por medio de instrumentos parlamentarios como proposiciones con punto de acuerdo e iniciativas, me referí para poner la señal de alerta y requerir resultados inmediatos porque, además de la situación apremiante que vivimos, había otros aspectos de la salud pública que se habían descuidado de forma por demás grave.

La intención de desaparecer el Seguro Popular y crear el INSABI apuntaba a, supuestamente, lograr la cobertura universal, sin embargo, con la pandemia por COVID19 o sin ella, se había dejado en el desamparo a miles de niñas y niños con cáncer que no tenían, siquiera, las medicinas que les permitieran continuar su tratamiento.

A eso se le agregó la falta de medicamentos en general así como de herramientas e insumos para que nuestro personal de salud, que ha actuado con estoicismo, tenga elementos mínimos para protegerse y seguir luchando en esta terrible situación. Por mi parte, además de requerir una reacción inmediata en la materia puse manos a la obra en crear pláticas virtuales con expertos en sicología y tanatología que nos permitiera a todas y todos, resistir el embate emocional que representa el confinamiento y la lamentable pérdida de seres queridos por complicaciones del virus.

Por otro lado hemos mantenido firme la bandera de la lucha contra la violencia de género en todas sus formas y alcances. No sólo me he pronunciado para condenar las decenas de feminicidios que sufrimos a diario, sino para mantener refugios de mujeres, apoyar a las víctimas, impulsar a las madres de familia a través de la continuación de las estancias infantiles y, en general, para empoderar a las mujeres en todas las aristas y que la brecha de género en cargos públicos y privados se desparezca de forma paulatina pero segura.

La paridad a través de las legisladoras que estamos comprometidas no volverá a ser una simulación, no sólo por la ocupación de espacios sino por el mucho bien que le hace a nuestro país el bienestar de las mujeres.

Antes y después de la pandemia uno de los elementos más débiles en el país es el económico. De forma puntual, clara, precisa, trabajando de cerca con cámaras de comercio, pequeños y medianos empresarios, impulsamos una serie de iniciativas y exhortos para apoyar a los sectores económicos más vulnerables por la crisis actual de tal manera que saquemos a flote un barco que a todas luces está naufragando.

Eso, de la mano con el turismo, fuente de ingresos esencial para el Estado de Hidalgo que deja una derrama económica importantísima y que por la situación ha sido severamente golpeado. Por eso, hemos pedido apoyos para artesanos, empresarios de turismo y el sector en general para que nuestro Estado se reactive y podamos tener los niveles de bienestar que merecemos.

Más que informar lo hecho, mi intención es reafirmar mi compromiso con sectores vulnerables y productivos y dejar claro que falta mucho por hacer pero que mi voz, firme, honesta y transparente se mantendrá cooperativamente con todas las instancias de gobierno, pero señalando los fracasos y, lo más importante, proponiendo alternativas eficaces que saquen a este gran país del enorme bache en que nos encontramos.

Hace algunos días tuve el enorme privilegio de dirigirme al país en general haciendo énfasis en mi paisanas y paisanos hidalguenses a través de mi segundo informe de actividades como Senadora de la República. Entendiendo que el año transcurrido en esta legislatura fue atípico y lleno de circunstancias que, aunque nos alejaron de algunos temas que siguen en la mira, nos acercaron y enfatizaron otros que requieren inmediata acción y de los cuales no me sustraje en ningún momento para llevar la voz de representatividad al Congreso de la Unión.

Justamente la atipicidad se vivió en el sector salud, respecto del cual en múltiples ocasiones, ya sea a través de intervención en las discusiones o por medio de instrumentos parlamentarios como proposiciones con punto de acuerdo e iniciativas, me referí para poner la señal de alerta y requerir resultados inmediatos porque, además de la situación apremiante que vivimos, había otros aspectos de la salud pública que se habían descuidado de forma por demás grave.

La intención de desaparecer el Seguro Popular y crear el INSABI apuntaba a, supuestamente, lograr la cobertura universal, sin embargo, con la pandemia por COVID19 o sin ella, se había dejado en el desamparo a miles de niñas y niños con cáncer que no tenían, siquiera, las medicinas que les permitieran continuar su tratamiento.

A eso se le agregó la falta de medicamentos en general así como de herramientas e insumos para que nuestro personal de salud, que ha actuado con estoicismo, tenga elementos mínimos para protegerse y seguir luchando en esta terrible situación. Por mi parte, además de requerir una reacción inmediata en la materia puse manos a la obra en crear pláticas virtuales con expertos en sicología y tanatología que nos permitiera a todas y todos, resistir el embate emocional que representa el confinamiento y la lamentable pérdida de seres queridos por complicaciones del virus.

Por otro lado hemos mantenido firme la bandera de la lucha contra la violencia de género en todas sus formas y alcances. No sólo me he pronunciado para condenar las decenas de feminicidios que sufrimos a diario, sino para mantener refugios de mujeres, apoyar a las víctimas, impulsar a las madres de familia a través de la continuación de las estancias infantiles y, en general, para empoderar a las mujeres en todas las aristas y que la brecha de género en cargos públicos y privados se desparezca de forma paulatina pero segura.

La paridad a través de las legisladoras que estamos comprometidas no volverá a ser una simulación, no sólo por la ocupación de espacios sino por el mucho bien que le hace a nuestro país el bienestar de las mujeres.

Antes y después de la pandemia uno de los elementos más débiles en el país es el económico. De forma puntual, clara, precisa, trabajando de cerca con cámaras de comercio, pequeños y medianos empresarios, impulsamos una serie de iniciativas y exhortos para apoyar a los sectores económicos más vulnerables por la crisis actual de tal manera que saquemos a flote un barco que a todas luces está naufragando.

Eso, de la mano con el turismo, fuente de ingresos esencial para el Estado de Hidalgo que deja una derrama económica importantísima y que por la situación ha sido severamente golpeado. Por eso, hemos pedido apoyos para artesanos, empresarios de turismo y el sector en general para que nuestro Estado se reactive y podamos tener los niveles de bienestar que merecemos.

Más que informar lo hecho, mi intención es reafirmar mi compromiso con sectores vulnerables y productivos y dejar claro que falta mucho por hacer pero que mi voz, firme, honesta y transparente se mantendrá cooperativamente con todas las instancias de gobierno, pero señalando los fracasos y, lo más importante, proponiendo alternativas eficaces que saquen a este gran país del enorme bache en que nos encontramos.