/ martes 20 de marzo de 2018

Mentiras y cinismo de Ricardo Anaya (II)

Ricardo Anaya Cortés (RAC) siendo secretario particular consentido del gobernador de Querétaro Francisco Garrido Patrón, a lo largo de su mandato sexenal de 2003 a 2009, obtuvo como concesión adicional hacia el final del periodo, el encargo de manejar la Coordinación de Desarrollo Humano, en la cual ejerció, entre otros, el Programa Acción Comunitaria, de muy deficiente control administrativo, un presupuesto de mil millones de pesos, los cuales eran distribuidos en el reparto de tinacos, materiales de construcción, pies de casa a personas de escasos recursos e insumos de mejoramiento urbano.

Encontrándose en el ejercicio de esas funciones Anaya creó en mayo de 2009 la Fundación por Más Humanismo que, de acuerdo con la versión del reportero de El Universal Álvaro Delgado, resultó ser una empresa “fantasma, porque no existe registro de ninguna actividad pública y la omitió en declaración 3de3”. Aprovechando la misma versión que hizo un seguimiento escrupuloso y detallado de las manipulaciones financieras, nos encontramos con que:

RAC recibió en la cuenta bancaria de su Fundación 1 millón 650 mil pesos aportados por el empresario Abraham Jaik Villarreal y con ese dinero adquirió un terreno que había sido privatizado precisamente por el gobernador que le favorecía, protegía e impulsaba. El terreno, como era de esperarse tenía un alto potencial de plusvalía. Resulta que el benefactor de la Fundación, Abraham Jaik era también dueño de JV Construcciones Civiles y fue su constructora la que hizo una edificación en el privilegiado terreno mencionado.

La propiedad fue vendida en 2016 por 7 millones 854 mil pesos. Así que Anaya pudo reembolsarle a Jaik el millón 650 mil y además transferirle a su JV Construcciones 4 millones 909 mil pesos. Pero de ese dinero Jaik se quedó con su reembolso, más sólo 1 millón 559 mil pesos adicionales, ya que realizó dos transferencias por 3 millones 350 mil pesos a DG Diseño y Construcciones, propiedad de Eduardo de la Guardia Herrera, quien fungía no sólo como vocal de la Fundación de Anaya, sino que junto con éste detentaba firma mancomunada en la cuenta de la Fundación.

Después de todos esos extraños manejos financieros, vía una institución liberada de impuestos, quedaron todavía flotando un millón 791 mil pesos que pudieron haber ido al cerebro operador. Anaya finiquitó la fundación que teóricamente había sido constituida para darle una nueva sede al PAN estatal, pero que terminó siendo sólo un buen negocio para dos constructoras amigas y para el propio RAC.

Han sido varios los negocios opacos que ha realizado vinculados a sus influencias o poder gubernamentales. Para ello se ha asociado también con la familia de su esposa Carolina Martínez Franco, sus suegros y su cuñada, de manera que las empresas de dicha familia han tenido un incremento patrimonial inusitado. De acuerdo con meticulosa investigación de El Universal, desde que Anaya iniciara su despegue político como secretario consentido del gobernador Garrido Patrón en 2003, su familia política pasó de poseer 4 empresas a detentar 17 y de tener 6 propiedades con valor de 21.9 millones a 33 que rebasan los 300 millones. El señor Donino Ángel Martínez, el suegro, pasó de administrar un hotel y 3 sucursales de La Parrilla Leonesa a formar 5 empresas inmobiliarias y comprar 16 propiedades.

amartinezv@derecho.unam.mx @AlejoMVendrell

Ricardo Anaya Cortés (RAC) siendo secretario particular consentido del gobernador de Querétaro Francisco Garrido Patrón, a lo largo de su mandato sexenal de 2003 a 2009, obtuvo como concesión adicional hacia el final del periodo, el encargo de manejar la Coordinación de Desarrollo Humano, en la cual ejerció, entre otros, el Programa Acción Comunitaria, de muy deficiente control administrativo, un presupuesto de mil millones de pesos, los cuales eran distribuidos en el reparto de tinacos, materiales de construcción, pies de casa a personas de escasos recursos e insumos de mejoramiento urbano.

Encontrándose en el ejercicio de esas funciones Anaya creó en mayo de 2009 la Fundación por Más Humanismo que, de acuerdo con la versión del reportero de El Universal Álvaro Delgado, resultó ser una empresa “fantasma, porque no existe registro de ninguna actividad pública y la omitió en declaración 3de3”. Aprovechando la misma versión que hizo un seguimiento escrupuloso y detallado de las manipulaciones financieras, nos encontramos con que:

RAC recibió en la cuenta bancaria de su Fundación 1 millón 650 mil pesos aportados por el empresario Abraham Jaik Villarreal y con ese dinero adquirió un terreno que había sido privatizado precisamente por el gobernador que le favorecía, protegía e impulsaba. El terreno, como era de esperarse tenía un alto potencial de plusvalía. Resulta que el benefactor de la Fundación, Abraham Jaik era también dueño de JV Construcciones Civiles y fue su constructora la que hizo una edificación en el privilegiado terreno mencionado.

La propiedad fue vendida en 2016 por 7 millones 854 mil pesos. Así que Anaya pudo reembolsarle a Jaik el millón 650 mil y además transferirle a su JV Construcciones 4 millones 909 mil pesos. Pero de ese dinero Jaik se quedó con su reembolso, más sólo 1 millón 559 mil pesos adicionales, ya que realizó dos transferencias por 3 millones 350 mil pesos a DG Diseño y Construcciones, propiedad de Eduardo de la Guardia Herrera, quien fungía no sólo como vocal de la Fundación de Anaya, sino que junto con éste detentaba firma mancomunada en la cuenta de la Fundación.

Después de todos esos extraños manejos financieros, vía una institución liberada de impuestos, quedaron todavía flotando un millón 791 mil pesos que pudieron haber ido al cerebro operador. Anaya finiquitó la fundación que teóricamente había sido constituida para darle una nueva sede al PAN estatal, pero que terminó siendo sólo un buen negocio para dos constructoras amigas y para el propio RAC.

Han sido varios los negocios opacos que ha realizado vinculados a sus influencias o poder gubernamentales. Para ello se ha asociado también con la familia de su esposa Carolina Martínez Franco, sus suegros y su cuñada, de manera que las empresas de dicha familia han tenido un incremento patrimonial inusitado. De acuerdo con meticulosa investigación de El Universal, desde que Anaya iniciara su despegue político como secretario consentido del gobernador Garrido Patrón en 2003, su familia política pasó de poseer 4 empresas a detentar 17 y de tener 6 propiedades con valor de 21.9 millones a 33 que rebasan los 300 millones. El señor Donino Ángel Martínez, el suegro, pasó de administrar un hotel y 3 sucursales de La Parrilla Leonesa a formar 5 empresas inmobiliarias y comprar 16 propiedades.

amartinezv@derecho.unam.mx @AlejoMVendrell