/ sábado 12 de enero de 2019

Metamorfosis permanente

Como punto de partida y desde la transparencia como servidor público, un dato personal que corresponde a información pública: Cumplo veinte y tres años de haber ingresado al ámbito laboral relacionado al sistema penitenciario de la Ciudad de México (tres en otras actividades). Un camino, que va de en enero de 1996 a la fecha. Ahora un dato personal de información confidencial… en donde han existido grandes satisfacciones compartiendo vivencias, recuerdos y gratas experiencias con compañeras(os), colaboradores y jefes.

Viene a mi memoria: momentos, anécdotas, perfiles y delitos, códigos de conducta, significados del lenguaje hablado o corporal, grafísmos o palabras escritas en los muros y de juegos la Poliana. En el trato con los internos charlas intra muros y uno va comprendiendo, por ejemplo, el valor asignado a la mirada. Por cierto, la intención de mantener la mirada fija ante el interlocutor de manera detenida, sin variante, es considerada por expertos como un mensaje de amenaza, tanto entre los animales como en los hombres.

Y que decir de las palabras o frases que nacen espontáneas al calor de la peculiar cultura penitenciaria: Soldado vivo pelea dos veces, Sencillo como una paloma y prudente como una serpiente, Las lágrimas se esconden en la almohada, La transformación del águila, etc. Alguna vez escuché decir a un adulto mayor con muchos años en prisión “para unos la vida es un sueño y cuando perdemos ese sueño, qué nos queda”.

En este contexto y tiempos de cambio, es conveniente resaltar el simbolismo de la conocida leyenda del proceso de transformación atribuido al águila americana. Este relato lo escuché en una cárcel en que trabajaba:

Dicen que algunas especies pueden vivir hasta 70 años. Al llegar a los 40, su pico se curva, sus garras se debilitan, sus plumas se tornan gruesas, sus alas envejecen y se vuelven pesadas; las consecuencias: Dificultad de volar y cazar las presas de las que se alimenta. Entonces, al enfrentar la posibilidad de morir, decide tomar acciones al respecto y construye un nido en lo alto de la montaña;

En ese lugar vive su proceso de transformación: Pega su pico contra las rocas hasta arrancarlo y durante semanas espera el nacimiento de un nuevo pico, después desprende sus garras y espera las nuevas, y el águila arranca sus plumas viejas. La leyenda dice que en cinco meses, está totalmente renovado, vuela nuevamente y puede vivir 30 años más.

Mas allá de que si realmente las águilas vivan ese proceso, (la ciencia dice que no, pero, que otros animales sí), lo importante es el mensaje que si se puede construir y transformar un perfil de vida en la libertad, o bien, las personas que por conductas delictivas ha experimentado la privación de su libertad, también, pueden lograr su transformación positiva cumpliendo: con el trabajo, la capacitación para el trabajo, salud, educación, deporte y otros.

Apoyemos convocando a quienes presentan comportamientos refractarios al cambio e iniciar una nueva dinámica de vida sin violencia, encontrar en lo cotidiano el propio sentido de la vida. Sin duda que los proyectos de vida (con ánimo, músculo y neuronas) tienen mejores resultados y respuestas individuales y únicas.

Entonces en 2019, visualicemos el fluir de la vida, y de los cambios inevitables, abordarlos como áreas de oportunidad significativas en lo social, profesional, familiar, autodesarrollo y demás ámbitos de la vida.

hazael.ruiz@hotmail.com


Como punto de partida y desde la transparencia como servidor público, un dato personal que corresponde a información pública: Cumplo veinte y tres años de haber ingresado al ámbito laboral relacionado al sistema penitenciario de la Ciudad de México (tres en otras actividades). Un camino, que va de en enero de 1996 a la fecha. Ahora un dato personal de información confidencial… en donde han existido grandes satisfacciones compartiendo vivencias, recuerdos y gratas experiencias con compañeras(os), colaboradores y jefes.

Viene a mi memoria: momentos, anécdotas, perfiles y delitos, códigos de conducta, significados del lenguaje hablado o corporal, grafísmos o palabras escritas en los muros y de juegos la Poliana. En el trato con los internos charlas intra muros y uno va comprendiendo, por ejemplo, el valor asignado a la mirada. Por cierto, la intención de mantener la mirada fija ante el interlocutor de manera detenida, sin variante, es considerada por expertos como un mensaje de amenaza, tanto entre los animales como en los hombres.

Y que decir de las palabras o frases que nacen espontáneas al calor de la peculiar cultura penitenciaria: Soldado vivo pelea dos veces, Sencillo como una paloma y prudente como una serpiente, Las lágrimas se esconden en la almohada, La transformación del águila, etc. Alguna vez escuché decir a un adulto mayor con muchos años en prisión “para unos la vida es un sueño y cuando perdemos ese sueño, qué nos queda”.

En este contexto y tiempos de cambio, es conveniente resaltar el simbolismo de la conocida leyenda del proceso de transformación atribuido al águila americana. Este relato lo escuché en una cárcel en que trabajaba:

Dicen que algunas especies pueden vivir hasta 70 años. Al llegar a los 40, su pico se curva, sus garras se debilitan, sus plumas se tornan gruesas, sus alas envejecen y se vuelven pesadas; las consecuencias: Dificultad de volar y cazar las presas de las que se alimenta. Entonces, al enfrentar la posibilidad de morir, decide tomar acciones al respecto y construye un nido en lo alto de la montaña;

En ese lugar vive su proceso de transformación: Pega su pico contra las rocas hasta arrancarlo y durante semanas espera el nacimiento de un nuevo pico, después desprende sus garras y espera las nuevas, y el águila arranca sus plumas viejas. La leyenda dice que en cinco meses, está totalmente renovado, vuela nuevamente y puede vivir 30 años más.

Mas allá de que si realmente las águilas vivan ese proceso, (la ciencia dice que no, pero, que otros animales sí), lo importante es el mensaje que si se puede construir y transformar un perfil de vida en la libertad, o bien, las personas que por conductas delictivas ha experimentado la privación de su libertad, también, pueden lograr su transformación positiva cumpliendo: con el trabajo, la capacitación para el trabajo, salud, educación, deporte y otros.

Apoyemos convocando a quienes presentan comportamientos refractarios al cambio e iniciar una nueva dinámica de vida sin violencia, encontrar en lo cotidiano el propio sentido de la vida. Sin duda que los proyectos de vida (con ánimo, músculo y neuronas) tienen mejores resultados y respuestas individuales y únicas.

Entonces en 2019, visualicemos el fluir de la vida, y de los cambios inevitables, abordarlos como áreas de oportunidad significativas en lo social, profesional, familiar, autodesarrollo y demás ámbitos de la vida.

hazael.ruiz@hotmail.com