/ jueves 3 de marzo de 2022

México ante el conflicto en Ucrania 

La madrugada del jueves 24 de febrero de 2022, el Gobierno ruso puso en marcha lo que denominó una “operación militar especial” en el Donbás, como se conoce a las regiones de Donetsk y Lugansk (repúblicas separatistas) en la zona este de Ucrania.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, señaló que los dirigentes de esas repúblicas solicitaron ayuda de su país, ante la agresión del ejército ucraniano en su contra, lo cual lo obligó a actuar, con base en los tratados de amistad y asistencia, y con la aprobación del Consejo de la Federación (Senado), para utilizar las fuerzas armadas fuera de su país.

El objetivo de tal acción es, añadió, “[…] defender a las personas que, en los últimos ocho años, sufren vejaciones, un genocidio por parte del régimen de Kiev. Y por eso vamos a procurar desmilitarizar y desnazificar Ucrania […]”. Ello se ha traducido no sólo en el apoyo militar a Donetsk y Lugansk, sino también en una invasión de la exrepública soviética desde varios frentes, con el fin de tomar su capital, Kiev.

Paralelamente a las referidas consideraciones del Gobierno ruso, esa acción militar no se puede entender sin hablar de la voluntad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de admitir a países de Europa del Este en su seno. Tal es el caso de Hungría, Polonia y la República Checa, en 1999; Estonia, Eslovenia, Eslovaquia, Lituania, Letonia, Rumania y Bulgaria, en 2004; Croacia y Albania, en 2009; Montenegro, en 2017, y Macedonia del Norte, en 2020.

Asimismo, cabe señalar que Ucrania ha mostrado interés en formar parte de la OTAN, lo cual es visto por el Gobierno ruso como una amenaza inmediata a su seguridad nacional, debido —de acuerdo con el canciller Serguéi Lavrov— a que una mayor expansión de la Organización en el este europeo, así como el despliegue de armas de ataque, amenazan el territorio de Rusia.

En este contexto, México ha establecido su posición respecto al conflicto en Eurasia, con base en su historia y vocación pacifista, condesadas en los principios de política exterior del artículo 89, fracción X, de su Constitución Política. Recuérdese que nuestro país ha padecido diversas intervenciones, una de las cuales resultó en el despojo de más de la mitad de su territorio durante la guerra contra los Estados Unidos (1846-1848).

La postura del Gobierno mexicano fue de condena enérgica a la invasión rusa sobre Ucrania; demandó a las partes el cese inmediato de las hostilidades; se pronunció en contra del uso de la fuerza para transgredir la integridad de un país independiente; reiteró su llamado a una salida política al conflicto, y respaldó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en pro de la paz y la seguridad internacionales.

Con ello, el Estado mexicano reivindica cuatro principios fundamentales de nuestra política exterior: la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, y la solución pacífica de las controversias.

Lo anterior significa también que nuestro país reconoce que en Ucrania ha tenido lugar una invasión, y que la condena. Además, sigue una política de no alineamiento, al no apoyar sanciones económicas o una respuesta bélica de Occidente contra Rusia, pero tampoco rompiendo relaciones con el Kremlin, a fin de mantener interlocución con todas las partes.

La inclinación de un país hacia un bloque hegemónico, como muchas veces ocurrió durante la Guerra Fría, no conduce más que al distanciamiento político entre las naciones, al maniqueísmo internacional, a una visión reduccionista de la realidad del planeta —ya que vivimos en un mundo que es más que dos bloques hegemónicos—, y al apoyo de posturas que conllevan intereses geopolíticos que nos son los de México, sino de potencias que, en mucho, se disputan el poder global.

Por ello, la postura mexicana es la soberanía, con respeto al derecho internacional como elemento indispensable en el proceso de toma de decisiones mundiales, y dentro del marco de los organismos multilaterales, como la ONU.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

La madrugada del jueves 24 de febrero de 2022, el Gobierno ruso puso en marcha lo que denominó una “operación militar especial” en el Donbás, como se conoce a las regiones de Donetsk y Lugansk (repúblicas separatistas) en la zona este de Ucrania.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, señaló que los dirigentes de esas repúblicas solicitaron ayuda de su país, ante la agresión del ejército ucraniano en su contra, lo cual lo obligó a actuar, con base en los tratados de amistad y asistencia, y con la aprobación del Consejo de la Federación (Senado), para utilizar las fuerzas armadas fuera de su país.

El objetivo de tal acción es, añadió, “[…] defender a las personas que, en los últimos ocho años, sufren vejaciones, un genocidio por parte del régimen de Kiev. Y por eso vamos a procurar desmilitarizar y desnazificar Ucrania […]”. Ello se ha traducido no sólo en el apoyo militar a Donetsk y Lugansk, sino también en una invasión de la exrepública soviética desde varios frentes, con el fin de tomar su capital, Kiev.

Paralelamente a las referidas consideraciones del Gobierno ruso, esa acción militar no se puede entender sin hablar de la voluntad de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de admitir a países de Europa del Este en su seno. Tal es el caso de Hungría, Polonia y la República Checa, en 1999; Estonia, Eslovenia, Eslovaquia, Lituania, Letonia, Rumania y Bulgaria, en 2004; Croacia y Albania, en 2009; Montenegro, en 2017, y Macedonia del Norte, en 2020.

Asimismo, cabe señalar que Ucrania ha mostrado interés en formar parte de la OTAN, lo cual es visto por el Gobierno ruso como una amenaza inmediata a su seguridad nacional, debido —de acuerdo con el canciller Serguéi Lavrov— a que una mayor expansión de la Organización en el este europeo, así como el despliegue de armas de ataque, amenazan el territorio de Rusia.

En este contexto, México ha establecido su posición respecto al conflicto en Eurasia, con base en su historia y vocación pacifista, condesadas en los principios de política exterior del artículo 89, fracción X, de su Constitución Política. Recuérdese que nuestro país ha padecido diversas intervenciones, una de las cuales resultó en el despojo de más de la mitad de su territorio durante la guerra contra los Estados Unidos (1846-1848).

La postura del Gobierno mexicano fue de condena enérgica a la invasión rusa sobre Ucrania; demandó a las partes el cese inmediato de las hostilidades; se pronunció en contra del uso de la fuerza para transgredir la integridad de un país independiente; reiteró su llamado a una salida política al conflicto, y respaldó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en pro de la paz y la seguridad internacionales.

Con ello, el Estado mexicano reivindica cuatro principios fundamentales de nuestra política exterior: la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, y la solución pacífica de las controversias.

Lo anterior significa también que nuestro país reconoce que en Ucrania ha tenido lugar una invasión, y que la condena. Además, sigue una política de no alineamiento, al no apoyar sanciones económicas o una respuesta bélica de Occidente contra Rusia, pero tampoco rompiendo relaciones con el Kremlin, a fin de mantener interlocución con todas las partes.

La inclinación de un país hacia un bloque hegemónico, como muchas veces ocurrió durante la Guerra Fría, no conduce más que al distanciamiento político entre las naciones, al maniqueísmo internacional, a una visión reduccionista de la realidad del planeta —ya que vivimos en un mundo que es más que dos bloques hegemónicos—, y al apoyo de posturas que conllevan intereses geopolíticos que nos son los de México, sino de potencias que, en mucho, se disputan el poder global.

Por ello, la postura mexicana es la soberanía, con respeto al derecho internacional como elemento indispensable en el proceso de toma de decisiones mundiales, y dentro del marco de los organismos multilaterales, como la ONU.

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA