El 7 de septiembre del año pasado, los medios de comunicación en nuestro país, daban a conocer una insólita decisión de la Secretaría de Relaciones Exteriores y que hasta donde revisé, no se había dado en los últimos 40 años: declarar persona non grata a un representante diplomático. Como resultado de las entonces muy elevadas tensiones entre Coreas del Norte y los Estados Unidos, nuestra flácida diplomacia tomó determinación de plegarse sin más, a las presiones que desde Washington se ejercían en torno a las negociaciones del ahora moribundo Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Ahora que se han restituido las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte, la precipitada decisión del gobierno mexicano, sólo se explica por la ausencia de una visión y ruta propias en el complejo entramado mundial. Incluso, en una semana redonda para la diplomacia del Presidente de la primera potencia mundial, logró la sede del Campeonato Mundial de Fútbol para 2026. Y eso que se sigue diciendo que el titular de la Casa Blanca es un inexperto e intempestivo líder. Por lo que se ve, es decir, a través de los hechos, dichas descalificaciones caen al vacío.
¿Cuál es la situación de México en el contexto internacional y Continental? La percepción exterior respecto de la proyección de los intereses nacionales, son más importantes incluso, que los resultados de las elecciones del próximo 1 de julio. Los gobiernos y las élites burocráticas van y vienen, pero no así el necesario fortalecimiento de la cultura, el comercio internacional, la atención a los flujos migratorios (legales o forzados), la seguridad regional, son entre otros, aspectos decisivos para hacer de México una potencia al menos, americana.
Vemos cómo cada país decide en función de sus intereses y agenda propios. Corea del Norte, mediante un decidido y costoso programa militar para el desarrollo de las armas nucleares, logró capitalizar la atención mundial, para que se atendieran problemas estructurales como le son la producción de alimentos y la generación de trabajos mediante la inversión extranjera. Ambos temas fueron abordados entre mandatarios de ese país y el de Estados Unidos, en su histórico encuentro en Singapur. Por su parte, Washington, logró neutralizar a un potencial enemigo de sus aliados en la región, desde Vietnam hasta Japón, pasando por supuesto, por Corea del Sur.
El restablecimiento de las relaciones con Corea del Norte y Estados Unidos, deja a nuestra política exterior en evidencia. Una agenda circunscrita a la inmediatez así como a la dependencia de relaciones estrictamente personales, que en realidad no son de utilidad. Los resultados de la ofensiva lanzada desde la Ciudad de México en contra de la tiranía venezolana de Nicolás Maduro tampoco ha prosperado. Qué decir de la ausencia de la diplomacia mexicana en el proceso de negociaciones entre el gobierno de Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia así como del relevo en la Presidencia de Cuba y el inminente cambio de régimen en la isla.
javierolivaposada@gmail.com
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