/ domingo 7 de marzo de 2021

México en los circuitos de Washington

Es una costumbre, diría incluso, una regla, que cuando se aproxima una entrevista entre los Presidentes de nuestro país y de los Estados Unidos, alguna noticia, filtración posicionamiento o documento, se da a conocer antes y después del encuentro. No importa el nombre de los mandatarios ni el partido político al que pertenezcan: es un procedimiento establecido para obtener ciertas ventajas en los acuerdos formales e informales de cooperación. Por supuesto ahora, no fue la excepción.

El mismo día 1 de este mes, fecha del encuentro virtual, a tan solo unas horas de realizarse, ni más ni menos que la vocera de la Casa Blanca, dio a conocer que el gobierno de Biden no estaría en condiciones de transferir ni una sola dosis de las vacunas en contra del covid-19. Y ese era uno de los dos principales temas con los que López Obrador llegaría a la mesa de propuestas. Sólo sobrevivió lo referente a la migración desde nuestro país. Desde luego, como sucede en este tipo de entrevistas, las muestras de cortesía y amabilidad, dan pie al lugar común de que las relaciones “están mejor que nunca”. No hay sorpresas en ese sentido.

Para marcar un claro antes y después, con referencia a la intempestiva gestión del ex presidente Donald Trump, temas como la seguridad fronteriza y la cooperación entre las agencias civiles en esa materia, han sido ventilados ampliamente en día posteriores a la conversación presidencial. En efecto, primero fue el posicionamiento de varios congresistas (diputados para nosotros) del gobernante Partido Demócrata en donde se señala de manera explicita, el fracaso y los pobres resultados de la política y programas en materia de Seguridad Pública en la administración del Presidente López Obrador. Justo un referente y llamado de atención que hasta el momento de redactar este breve análisis, no ha habido ninguna respuesta ni de las autoridades federales no de las fracciones del gobernante partido de Morena.

Con apenas unas horas de diferencia, la agencia encargada de hacerle frente al tráfico de drogas, la DEA, dio a conocer en un documento enviado también al Congreso de su país, que la política del gobierno mexicano no ha dado los resultados esperados en lo que concierne a las actividades relacionadas con el narcotráfico. No se necesita muchas capacidad analítica para concluir, que ambas expresiones, inmediatamente después de la entrevista López Obrador-Biden, se encuentran relacionadas y que manifiestan la inconformidad e insatisfacción de los circuitos de poder en Washington a propósito de la forma en que se le hace frente a lo que la DEA sostiene: que los grupos criminales de narcotráfico de México son la “principal amenaza a la Seguridad Nacional de los Estados Unidos”. Ni los cohetes de Corea del Norte, ni el desarrollo armamentístico de la República Popular de China ni los misiles intercontinentales de Rusia son tan inquietantes como las actividades de los grupos de Guzmán Loera, Zambada, Nueva Generación y otros.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso

Es una costumbre, diría incluso, una regla, que cuando se aproxima una entrevista entre los Presidentes de nuestro país y de los Estados Unidos, alguna noticia, filtración posicionamiento o documento, se da a conocer antes y después del encuentro. No importa el nombre de los mandatarios ni el partido político al que pertenezcan: es un procedimiento establecido para obtener ciertas ventajas en los acuerdos formales e informales de cooperación. Por supuesto ahora, no fue la excepción.

El mismo día 1 de este mes, fecha del encuentro virtual, a tan solo unas horas de realizarse, ni más ni menos que la vocera de la Casa Blanca, dio a conocer que el gobierno de Biden no estaría en condiciones de transferir ni una sola dosis de las vacunas en contra del covid-19. Y ese era uno de los dos principales temas con los que López Obrador llegaría a la mesa de propuestas. Sólo sobrevivió lo referente a la migración desde nuestro país. Desde luego, como sucede en este tipo de entrevistas, las muestras de cortesía y amabilidad, dan pie al lugar común de que las relaciones “están mejor que nunca”. No hay sorpresas en ese sentido.

Para marcar un claro antes y después, con referencia a la intempestiva gestión del ex presidente Donald Trump, temas como la seguridad fronteriza y la cooperación entre las agencias civiles en esa materia, han sido ventilados ampliamente en día posteriores a la conversación presidencial. En efecto, primero fue el posicionamiento de varios congresistas (diputados para nosotros) del gobernante Partido Demócrata en donde se señala de manera explicita, el fracaso y los pobres resultados de la política y programas en materia de Seguridad Pública en la administración del Presidente López Obrador. Justo un referente y llamado de atención que hasta el momento de redactar este breve análisis, no ha habido ninguna respuesta ni de las autoridades federales no de las fracciones del gobernante partido de Morena.

Con apenas unas horas de diferencia, la agencia encargada de hacerle frente al tráfico de drogas, la DEA, dio a conocer en un documento enviado también al Congreso de su país, que la política del gobierno mexicano no ha dado los resultados esperados en lo que concierne a las actividades relacionadas con el narcotráfico. No se necesita muchas capacidad analítica para concluir, que ambas expresiones, inmediatamente después de la entrevista López Obrador-Biden, se encuentran relacionadas y que manifiestan la inconformidad e insatisfacción de los circuitos de poder en Washington a propósito de la forma en que se le hace frente a lo que la DEA sostiene: que los grupos criminales de narcotráfico de México son la “principal amenaza a la Seguridad Nacional de los Estados Unidos”. Ni los cohetes de Corea del Norte, ni el desarrollo armamentístico de la República Popular de China ni los misiles intercontinentales de Rusia son tan inquietantes como las actividades de los grupos de Guzmán Loera, Zambada, Nueva Generación y otros.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso