/ viernes 9 de agosto de 2019

México Evalúa | El riesgo en un Pemex sin vigilante

Por: Fernanda Ballesteros, coordinadora del programa de Regulación y Competencia en México Evalúa

Señores diputados: ¿cuándo nombrarán al comisario de Pemex? ¿Y por qué esta pregunta es de interés para todo mexicano?

Veamos. La relevancia de Pemex en la economía de México y en la vida de sus ciudadanos hace necesario vigilar de cerca su desempeño. La corrupción al interior de la institución afecta sin duda ese desempeño. Todos estamos pendientes de que se castigue a responsables de actos como el caso Fertinal o el robo de combustible, pero ¿qué hay del arreglo institucional que permitió que se dieran estos actos en un principio?

La corrupción ha sido uno de los problemas históricos que ha enfrentado Pemex y su combate es una de las prioridades del presente gobierno. Sin embargo, pocos se han preguntado si los problemas de diseño o implementación del modelo de Empresa Productiva del Estado (EPE) potencian la infección corruptora.

La importancia de hacerse estas preguntas y de dar seguimiento a este nuevo diseño institucional no proviene únicamente de la historia particular de Pemex. De acuerdo a la OCDE, los riesgos de corrupción en empresas estatales son altos no sólo por la relevancia de las actividades que realizan y los montos de dinero que se manejan; también lo son por el control difuso que implica su propia naturaleza y por la complejidad de la cadena de agentes a los que deben rendir cuentas. Estos factores atraen a individuos o instancias que buscan hacer un mal uso deliberado de los recursos, en su beneficio propio. Considerando esto, lo importante es crear los mecanismos institucionales, tanto de carácter preventivo como sancionador, que le suban a estos individuos el costo de ser corruptos.

Para comprobar que los mecanismos en Pemex no están subiendo este costo no hay que escarbarle mucho. Si uno quiere saber quién es el encargado de vigilar a ese Consejo de Administración que aprobó la compra de Fertinal, el artículo 117 de la Ley de Pemex es muy claro al respecto: el comisario de la empresa. Sin embargo, desde la promulgación de la Ley de Pemex en 2014 –después de que se constituyó como EPE–, la petrolera nunca ha contado con la figura de comisario.

De acuerdo a la Ley de Pemex en lo que toca a la designación del comisario, el Ejecutivo Federal solicitará al Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas le proponga una terna de personas que enviará a la Cámara de Diputados, y ésta deberá designar por mayoría calificada al comisario de dicha terna. Lo que se buscaba con este proceso era que un tercero imparcial y autónomo de la dirección y administración de la empresa fuera quien valorara y vigilara su desempeño.

En la administración anterior se presentaron ternas en dos ocasiones, pero nunca se logró acuerdo en la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados. En esta administración ni el Legislativo, ni el Ejecutivo han siquiera tocado el tema. ¿Acaso creerán que no hace falta mayores y mejores controles al interior de Pemex?

Precisamente con la mira en el fortalecimiento de los controles al interior del gobierno de las EPE, en febrero de este año presentamos desde México Evalúa el Índice de Transparencia Corporativa de las Empresas Productivas del Estado (IT-EPE), para evaluar si en este nuevo modelo se había adoptado la transparencia como un mecanismo de rendición de cuentas. En estos días nos hemos reunido con personal a cargo de la política de cumplimiento y transparencia en Pemex para analizar los resultados de nuestra evaluación. Agradecemos la apertura e interés mostrado por Pemex y esperamos y confiamos que pronto se verán mejoras en sus prácticas de transparencia y rendición de cuentas. Y, por supuesto, los mantendremos informados, estimados lectores.

Por: Fernanda Ballesteros, coordinadora del programa de Regulación y Competencia en México Evalúa

Señores diputados: ¿cuándo nombrarán al comisario de Pemex? ¿Y por qué esta pregunta es de interés para todo mexicano?

Veamos. La relevancia de Pemex en la economía de México y en la vida de sus ciudadanos hace necesario vigilar de cerca su desempeño. La corrupción al interior de la institución afecta sin duda ese desempeño. Todos estamos pendientes de que se castigue a responsables de actos como el caso Fertinal o el robo de combustible, pero ¿qué hay del arreglo institucional que permitió que se dieran estos actos en un principio?

La corrupción ha sido uno de los problemas históricos que ha enfrentado Pemex y su combate es una de las prioridades del presente gobierno. Sin embargo, pocos se han preguntado si los problemas de diseño o implementación del modelo de Empresa Productiva del Estado (EPE) potencian la infección corruptora.

La importancia de hacerse estas preguntas y de dar seguimiento a este nuevo diseño institucional no proviene únicamente de la historia particular de Pemex. De acuerdo a la OCDE, los riesgos de corrupción en empresas estatales son altos no sólo por la relevancia de las actividades que realizan y los montos de dinero que se manejan; también lo son por el control difuso que implica su propia naturaleza y por la complejidad de la cadena de agentes a los que deben rendir cuentas. Estos factores atraen a individuos o instancias que buscan hacer un mal uso deliberado de los recursos, en su beneficio propio. Considerando esto, lo importante es crear los mecanismos institucionales, tanto de carácter preventivo como sancionador, que le suban a estos individuos el costo de ser corruptos.

Para comprobar que los mecanismos en Pemex no están subiendo este costo no hay que escarbarle mucho. Si uno quiere saber quién es el encargado de vigilar a ese Consejo de Administración que aprobó la compra de Fertinal, el artículo 117 de la Ley de Pemex es muy claro al respecto: el comisario de la empresa. Sin embargo, desde la promulgación de la Ley de Pemex en 2014 –después de que se constituyó como EPE–, la petrolera nunca ha contado con la figura de comisario.

De acuerdo a la Ley de Pemex en lo que toca a la designación del comisario, el Ejecutivo Federal solicitará al Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas le proponga una terna de personas que enviará a la Cámara de Diputados, y ésta deberá designar por mayoría calificada al comisario de dicha terna. Lo que se buscaba con este proceso era que un tercero imparcial y autónomo de la dirección y administración de la empresa fuera quien valorara y vigilara su desempeño.

En la administración anterior se presentaron ternas en dos ocasiones, pero nunca se logró acuerdo en la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados. En esta administración ni el Legislativo, ni el Ejecutivo han siquiera tocado el tema. ¿Acaso creerán que no hace falta mayores y mejores controles al interior de Pemex?

Precisamente con la mira en el fortalecimiento de los controles al interior del gobierno de las EPE, en febrero de este año presentamos desde México Evalúa el Índice de Transparencia Corporativa de las Empresas Productivas del Estado (IT-EPE), para evaluar si en este nuevo modelo se había adoptado la transparencia como un mecanismo de rendición de cuentas. En estos días nos hemos reunido con personal a cargo de la política de cumplimiento y transparencia en Pemex para analizar los resultados de nuestra evaluación. Agradecemos la apertura e interés mostrado por Pemex y esperamos y confiamos que pronto se verán mejoras en sus prácticas de transparencia y rendición de cuentas. Y, por supuesto, los mantendremos informados, estimados lectores.