México atraviesa por uno de los procesos de transformación institucional más relevantes y notables de la historia contemporánea. Gracias al trabajo llevado a cabo por el Senado de la República durante las LXII y LXIII Legislaturas, logramos aprobar la agenda de reformas más importante de los últimos años.
Este cambio sin precedente, abarca prácticamente todas las áreas de la esfera pública nacional, como la educativa, económica, social y política. Durante estas legislaturas, hemos trabajado con un propósito común y visionario: Actualizar nuestro marco normativo para fortalecer la democracia, generar mayores oportunidades de desarrollo económico y social y salvaguardar las libertades y derechos de todas las y los mexicanos.
Se trata de dos legislaturas históricas, donde pudimos sacar adelante grandes reformas y legislaciones claves para nuestro país, lo que fue posible gracias a la voluntad política de las distintas fuerzas políticas.
Se vencieron inercias y llegamos a los acuerdos fundamentales para contribuir al fortalecimiento de la gobernanza del Senado de la República y de las instituciones democráticas de México.
Fueron seis años de intenso debate, pero siempre privilegiemos el diálogo y la política. En efecto, estos importantes logros, fueron producto del trabajo conjunto y consenso entre las diversas fuerzas políticas para construir las instituciones del país, y no tenemos la menor duda, que definen una visión clara y contundente para consolidar la democracia y el Estado de derecho en México.
Hoy, gracias a estas reformas, nuestro país registra un crecimiento económico mayor que el de otras economías desarrolladas; somos la 14ª economía global y la 6ª potencia turística; se prevé generar al cierre de la Administración la cifra histórica de cuatro millones de empleos formales; hay compromiso de inversiones sin precedente en sectores estratégicos como el energético; hay mayores oportunidades políticas para las mujeres; y se vela por los derechos sociales de la población, entre otros beneficios concretos para la población y la sociedad en su conjunto.
México se encuentra en un momento decisivo y es propicio mirar hacia adelante. Hoy, más que nunca, se requiere de la unidad y el trabajo de todos para consolidar un país más competitivo, próspero, incluyente y justo. Este balance positivo logrado en las dos últimas legislaturas, nos permite concluir que hemos cumplido con nuestro trabajo en el Senado pero, sobre todo, le hemos cumplido a México.
Hoy, más que nunca, estamos convencidos de la necesidad de fortalecer las instituciones del Estado mexicano, a fin de consolidar un país más justo, incluyente, próspero y hacer de México una potencial con responsabilidad global de cara a los desafíos del siglo XXI.
Senador del PRI por Sinaloa
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