/ miércoles 3 de noviembre de 2021

México: tradiciones entrañables

Una de las más importantes tradiciones mexicanas es el Día de Muertos y todo el folclore que involucra. Nuestra celebración tiene sus orígenes en el México Prehispánico, entre civilizaciones que veían a la vida, la muerte y la naturaleza como parte de un todo y cuyas ideas permean a la actualidad y se mezclan con las derivadas de la cultura europea formando sincretismos y religiosidades diversas. Con sus respectivas profundidades espirituales, son días de acercamiento a las raíces, a la familia, a nuestros seres queridos y a nuestros ancestros, honrar su legado y recordarles con nostalgia y alegría.

Con el paso del tiempo y de las interpretaciones comunitarias, las creencias heredadas y asumidas de forma particular y genuina en tantos lugares del país, las manifestaciones se han diversificado. Visitamos panteones, ponemos altares y preparamos los platillos favoritos de quienes ya partieron, pero tiene sus peculiaridades por todo el país. Comunidades y Pueblos Mágicos de norte a sur celebran con festivales de artesanías y concursos. Altares y ofrendas temáticas dedicadas a las y los célebres mexicanos llenan museos y espacios públicos.

En mi caso, por primera vez acudí al Xantolo potosino que recibe con comparsa a las almas de quienes nunca regresaron. Desde Ciudad Valles hacia el interior, las noches del 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre se llena de ofrendas, Huapango Huasteco, danza y concursos de décimas, envueltos en olor a incienso, copal y desfiles de catrinas, diablitos, y personajes teenek en caravanas por barrio. Este es un evento único en su tipo, rodeado de vegetación y naturaleza que remite a momentos mágicos.

Entre otros ejemplos, destacan: las velas en la zona lacustre de Pátzcuaro y Santa Fe de la Laguna, mientras se reza en familia para iluminar a las almas en su trayecto por el más allá; el desfile y la exposición de Calaveras monumentales que con distintas expresiones artísticas; en Xochimilco se escenifica la leyenda de la Llorona; los cirios en el panteón de Mixquic; y la interesante tradición de Pomuch, en la que se limpian y envuelven en bellos bordados nuevos los huesos de los difuntos para preparar su regreso.

En Día de Muertos se entretejen emociones y sentimientos, con relatos, veladoras y flores. No es culto a la muerte, sino a la vida de quienes ya no están y una oportunidad para coincidir con ellas y ellos. Una suma histórica de recuerdos, de lo que fue y de quienes fueron, de los que guardamos en el alma y quisiéramos siguieran aquí, en dónde nuestra fe e imaginación les da vida, quizá eterna, o quizá, en lo que volvemos a estar cerca.

Nuestras formas de ofrendar a sus retratos y recuerdos, a sus gustos por la comida y la bebida, para traerles –aunque sea por una noche–, nos da la idea de que seguimos siendo parte de la misma comunidad. Así integramos la misma identidad patrimonial que comparte raíces, de la que crece y florece nuestra cultura y nuestro porvenir.

#DíaDeMuertos

#TradiciónMexicana

#PatrimonioIntangibleDeLaHumanidad

@ClauCorichi

Una de las más importantes tradiciones mexicanas es el Día de Muertos y todo el folclore que involucra. Nuestra celebración tiene sus orígenes en el México Prehispánico, entre civilizaciones que veían a la vida, la muerte y la naturaleza como parte de un todo y cuyas ideas permean a la actualidad y se mezclan con las derivadas de la cultura europea formando sincretismos y religiosidades diversas. Con sus respectivas profundidades espirituales, son días de acercamiento a las raíces, a la familia, a nuestros seres queridos y a nuestros ancestros, honrar su legado y recordarles con nostalgia y alegría.

Con el paso del tiempo y de las interpretaciones comunitarias, las creencias heredadas y asumidas de forma particular y genuina en tantos lugares del país, las manifestaciones se han diversificado. Visitamos panteones, ponemos altares y preparamos los platillos favoritos de quienes ya partieron, pero tiene sus peculiaridades por todo el país. Comunidades y Pueblos Mágicos de norte a sur celebran con festivales de artesanías y concursos. Altares y ofrendas temáticas dedicadas a las y los célebres mexicanos llenan museos y espacios públicos.

En mi caso, por primera vez acudí al Xantolo potosino que recibe con comparsa a las almas de quienes nunca regresaron. Desde Ciudad Valles hacia el interior, las noches del 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre se llena de ofrendas, Huapango Huasteco, danza y concursos de décimas, envueltos en olor a incienso, copal y desfiles de catrinas, diablitos, y personajes teenek en caravanas por barrio. Este es un evento único en su tipo, rodeado de vegetación y naturaleza que remite a momentos mágicos.

Entre otros ejemplos, destacan: las velas en la zona lacustre de Pátzcuaro y Santa Fe de la Laguna, mientras se reza en familia para iluminar a las almas en su trayecto por el más allá; el desfile y la exposición de Calaveras monumentales que con distintas expresiones artísticas; en Xochimilco se escenifica la leyenda de la Llorona; los cirios en el panteón de Mixquic; y la interesante tradición de Pomuch, en la que se limpian y envuelven en bellos bordados nuevos los huesos de los difuntos para preparar su regreso.

En Día de Muertos se entretejen emociones y sentimientos, con relatos, veladoras y flores. No es culto a la muerte, sino a la vida de quienes ya no están y una oportunidad para coincidir con ellas y ellos. Una suma histórica de recuerdos, de lo que fue y de quienes fueron, de los que guardamos en el alma y quisiéramos siguieran aquí, en dónde nuestra fe e imaginación les da vida, quizá eterna, o quizá, en lo que volvemos a estar cerca.

Nuestras formas de ofrendar a sus retratos y recuerdos, a sus gustos por la comida y la bebida, para traerles –aunque sea por una noche–, nos da la idea de que seguimos siendo parte de la misma comunidad. Así integramos la misma identidad patrimonial que comparte raíces, de la que crece y florece nuestra cultura y nuestro porvenir.

#DíaDeMuertos

#TradiciónMexicana

#PatrimonioIntangibleDeLaHumanidad

@ClauCorichi