/ jueves 5 de agosto de 2021

México y el Nuevo Acuerdo Verde

Cada vez gana mas terreno la idea de que la Tercera Revolución Industrial ya esta iniciando, e implica el vertiginoso cambio del empleo tradicional para ser sustituido por la infraestructura inteligente del internet de las cosas. Este último se hará evidente en el sector de las telecomunicaciones, de la energía, de la construcción, de la logística y de la movilidad, en el corto plazo.

El mundo empieza a entrar en un proceso de readaptación para hacer que las cosas sigan siendo eficientes, presenciaremos cambios rápidos en el área de telecomunicaciones, la red eléctrica tendrá que ser sustituida por una red energética de alta potencia, los edificios tendrán que ser más eficientes energéticamente hablando, todo tendrá que ser digitalizado y guiado por GPS y el cambio al transporte eléctrico es inminente. Y destaca que el cambio lleva aparejado la existencia de una infraestructura digital de la vida económica.

La economía capitalista será sustituida por la economía compartida, que en otras palabras significa que los bienes y servicios, producidos y distribuidos, serán casi gratuitos, y es un fenómeno que hoy ya vemos con temas de educación y entretenimiento en redes que son compartidos sin implicar un costo de transacción.

Al mismo tiempo, a nivel mundial, estamos viviendo una crisis climática que afecta de manera negativa a la biodiversidad, al grado tal que se ha llegado a definir como la presencia de una sexta extinción masiva. Para reducir el calentamiento global y la tasa de pérdida de especies de diversidad biológica, se deben de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% en relación con los niveles de 2010, lo que resultará en una transformación de la economía global.

Los países hoy se ven en la necesidad de presentar planes industriales donde el cambio climático sea una de las principales variables a revisar, es decir, los países deben orientar sus políticas de desarrollo a descarbonizar la economía, generar nuevas oportunidades comerciales y en términos generales impulsar una economía verde. El mensaje del Green New Deal (Nuevo Acuerdo Verde) como nueva forma de desarrollo económico, ha generado un amplio respaldo internacional.

Lamentablemente en México no se ve que el país esté mandando señales claras de que se apegará a esta nueva forma de desarrollo verde, no hemos visto una reducción del uso de combustibles fósiles, por el contario se está construyendo una nueva refinería y manteniendo las otras que hoy operan. No se ha planteado con seriedad la exigencia de transitar a una movilidad eléctrica y el porcentaje de avance en el transporte híbrido va muy bajo. Aún no se hace exigible que las nuevas formas de construcción incorporen ya materiales que bajen la huella ecológica, por citar algunos cambios que en otras latitudes ya se están presenciando. Sin embargo el país es un jugador activo en la economía internacional, y ya sea impulsado por el sector privado u otros actores, se empieza a generar la percepción de la urgencia de subirnos también al nuevo acuerdo verde.

Ojalá que con los nuevos cambios que se han dado en días recientes en la Administración Pública Federal y que en la construcción del presupuesto federal para el año fiscal 2022, nos llevemos la buena sorpresa de que se destinará más presupuesto fiscal para el sector ambiental, que no nos tendremos que ver en la penosa necesidad de reducir el capital humano del sector, que día a día se va profesionalizando, ni de que se cerrarán áreas clave para la agenda ambiental como son la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ó la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), rumor que nuevamente empieza a escucharse en la antesala de la negociación de presupuesto.

El nuevo acuerdo implica una nueva asignación de presupuesto a las prioridades nacionales, reconocer que sí hay voluntad política para impulsar los cambios necesarios y que sí se impulsara desde diferentes sectores el cambio verde que hoy es urgente para frenar la crisis climática y la de pérdida de biodiversidad, que estamos viviendo a nivel mundial. Estamos a menos de un mes para que empiece el trabajo ordinario del nuevo Congreso, esperemos que sí vengan con una visión más de vanguardia y el presupuesto para el sector ambiental crezca, México tiene que estar desde el principio en el Nuevo Acuerdo Verde.

Estaremos pendientes.

Cada vez gana mas terreno la idea de que la Tercera Revolución Industrial ya esta iniciando, e implica el vertiginoso cambio del empleo tradicional para ser sustituido por la infraestructura inteligente del internet de las cosas. Este último se hará evidente en el sector de las telecomunicaciones, de la energía, de la construcción, de la logística y de la movilidad, en el corto plazo.

El mundo empieza a entrar en un proceso de readaptación para hacer que las cosas sigan siendo eficientes, presenciaremos cambios rápidos en el área de telecomunicaciones, la red eléctrica tendrá que ser sustituida por una red energética de alta potencia, los edificios tendrán que ser más eficientes energéticamente hablando, todo tendrá que ser digitalizado y guiado por GPS y el cambio al transporte eléctrico es inminente. Y destaca que el cambio lleva aparejado la existencia de una infraestructura digital de la vida económica.

La economía capitalista será sustituida por la economía compartida, que en otras palabras significa que los bienes y servicios, producidos y distribuidos, serán casi gratuitos, y es un fenómeno que hoy ya vemos con temas de educación y entretenimiento en redes que son compartidos sin implicar un costo de transacción.

Al mismo tiempo, a nivel mundial, estamos viviendo una crisis climática que afecta de manera negativa a la biodiversidad, al grado tal que se ha llegado a definir como la presencia de una sexta extinción masiva. Para reducir el calentamiento global y la tasa de pérdida de especies de diversidad biológica, se deben de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% en relación con los niveles de 2010, lo que resultará en una transformación de la economía global.

Los países hoy se ven en la necesidad de presentar planes industriales donde el cambio climático sea una de las principales variables a revisar, es decir, los países deben orientar sus políticas de desarrollo a descarbonizar la economía, generar nuevas oportunidades comerciales y en términos generales impulsar una economía verde. El mensaje del Green New Deal (Nuevo Acuerdo Verde) como nueva forma de desarrollo económico, ha generado un amplio respaldo internacional.

Lamentablemente en México no se ve que el país esté mandando señales claras de que se apegará a esta nueva forma de desarrollo verde, no hemos visto una reducción del uso de combustibles fósiles, por el contario se está construyendo una nueva refinería y manteniendo las otras que hoy operan. No se ha planteado con seriedad la exigencia de transitar a una movilidad eléctrica y el porcentaje de avance en el transporte híbrido va muy bajo. Aún no se hace exigible que las nuevas formas de construcción incorporen ya materiales que bajen la huella ecológica, por citar algunos cambios que en otras latitudes ya se están presenciando. Sin embargo el país es un jugador activo en la economía internacional, y ya sea impulsado por el sector privado u otros actores, se empieza a generar la percepción de la urgencia de subirnos también al nuevo acuerdo verde.

Ojalá que con los nuevos cambios que se han dado en días recientes en la Administración Pública Federal y que en la construcción del presupuesto federal para el año fiscal 2022, nos llevemos la buena sorpresa de que se destinará más presupuesto fiscal para el sector ambiental, que no nos tendremos que ver en la penosa necesidad de reducir el capital humano del sector, que día a día se va profesionalizando, ni de que se cerrarán áreas clave para la agenda ambiental como son la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ó la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), rumor que nuevamente empieza a escucharse en la antesala de la negociación de presupuesto.

El nuevo acuerdo implica una nueva asignación de presupuesto a las prioridades nacionales, reconocer que sí hay voluntad política para impulsar los cambios necesarios y que sí se impulsara desde diferentes sectores el cambio verde que hoy es urgente para frenar la crisis climática y la de pérdida de biodiversidad, que estamos viviendo a nivel mundial. Estamos a menos de un mes para que empiece el trabajo ordinario del nuevo Congreso, esperemos que sí vengan con una visión más de vanguardia y el presupuesto para el sector ambiental crezca, México tiene que estar desde el principio en el Nuevo Acuerdo Verde.

Estaremos pendientes.