/ sábado 27 de julio de 2024

Mi mamá y el sexo / Nodal y Ángela… ¿la boda del año?

Las bodas de los famosos deberían importarnos poco o nada. Sin embargo, ejercen una influencia tremenda en la percepción que se construye colectivamente sobre las relaciones de pareja. La boda de los cantantes Christian Nodal y Ángela Aguilar no es la excepción.

Las historias amorosas de ambos han sido escándalos mediáticos constantes que alimentan el show business. He encontrado un sinnúmero de análisis sobre los noviazgos y las relaciones que ambos han sostenido antes de esta polémica boda.

La principal crítica a Nodal es que teniendo una bebé recién nacida con su anterior pareja, la cantante argentina Cazzu, decidió terminar esa relación para comenzar una nueva.

En un mundo ideal de relaciones sanas, en donde todos aprendemos a contruir vínculos erótico afectivos saludables, Nodal debería de tomar un tiempo para vivir el duelo de la separación con la madre de su hija. Sin embargo, él toma otro camino y se casa con su nueva novia, Ángela, quien por cierto es heredera de la dinastía de música ranchera de la familia Aguilar.

Tal vez el nuevo suegro de Nodal, Pepe Aguilar, fue quien presionó el matrimonio, aunque fuera solo un enlace civil, luego de que es bien conocida la fama que tiene su ahora nuero.

En entrevistas y en publicaciones en redes sociales, Nodal ha mostrado que su manera de relacionarse con las mujeres es con un estilo llamado "love bombing" o de bombardeo amoroso que involucra demostraciones desmedidas de amor, en las primeras semanas de la relación, haciendo propuestas de matrimonio y hasta con intenciones de tener hijos, pero siempre ha terminado con rompimientos inesperados.

Él supera estas separaciones iniciando nuevas relaciones. Algo que quizá no sea exclusivo de Nodal. Muchos hombres y mujeres que son adultxs jóvenes lo experimentan así. Eso no significa que esté bien o mal. Significa que hay que aceptar las consecuencias de esas conductas.

Sin hacer un análisis psicológico, porque todas las personas tienen perfiles y contextos distintos, lo único que la ciencia ya ha confirmado es que todxs necesitamos un periodo de duelo luego de una separación.

Es que un divorcio o terminar con una pareja entra en el cajón de las pérdidas personales, porque mueren las expectativas que te habías formado sobre ti mismo al estar en esa relación. Entonces, hay que reconocer ese duelo, vivirlo y superarlo.

Francamente, si Nodal brinca de una relación a otra, no hay tiempo para hacer ese ejercicio que es bastante saludable y recomendable.

Podemos ver el circo de amor romántico (tóxico) que nos está ofreciendo la Realeza de las Rancheras mexicanas, pero estando conscientes de que para ellos solo representa ser parte de una industria que ganará dinero cuando se haga el lanzamiento de su próxima canción, refiriéndose a su boda o a su divorcio.

Las figuras públicas monetizan cuando hacen públicos aspectos de su vida privada que, justamente, deberían ser privados. Cuando se muestran dando un anillo de compromiso o en la foto familiar con el bebé recién nacido, siempre habrá un beneficio económico detrás.

Nodal y Ángela son un gran ejemplo para explicar cómo funciona el amor romántico desde las neurociencias. En la columna “Cerebro enamorado para adolescentes” escribí que el acompañamiento que deben recibir los más jóvenes, sobre las relaciones amorosas, implica explicar el cocktail hormonal que se vive cuando se siente atracción sexual y cómo canalizarlo para no tomar decisiones de largo plazo, como el matrimonio, porque cerebralmente estamos viviendo una intoxicación que dopamina.

Literal. Nos ponemos bien high con una droga que produce solito nuestro cuerpo. No hay quién aguante este nivel de intoxicación, por eso es tan importante no idealizar el flechazo ni creer que el enamoramiento es algo externo que nos llegó o algo extraordinario que no volverá a ocurrir.

Estar enamorado es una reacción de nuestro cuerpo a los estímulos que estamos recibiendo. El amor, en cambio, es una decisión de largo plazo que se construye en el día a día.

Entender la neurobiología del amor evita matrimonios como el de Nodal y Ángela que ha generado un sinnúmero de preguntas: ¿Tendrán la madurez para tomar una decisión así? ¿Tenían una relación desde que ella era menor de edad y él solo es un depredador que solo esperaba a que pasaran los años para poder concretar un encuentro íntimo? ¿El papá los está obligando, porque ella ya está embarazada?

No hagamos tantas especulaciones. Las relaciones saludables no se construyen desde un guión de telenovela.

Las bodas de los famosos deberían importarnos poco o nada. Sin embargo, ejercen una influencia tremenda en la percepción que se construye colectivamente sobre las relaciones de pareja. La boda de los cantantes Christian Nodal y Ángela Aguilar no es la excepción.

Las historias amorosas de ambos han sido escándalos mediáticos constantes que alimentan el show business. He encontrado un sinnúmero de análisis sobre los noviazgos y las relaciones que ambos han sostenido antes de esta polémica boda.

La principal crítica a Nodal es que teniendo una bebé recién nacida con su anterior pareja, la cantante argentina Cazzu, decidió terminar esa relación para comenzar una nueva.

En un mundo ideal de relaciones sanas, en donde todos aprendemos a contruir vínculos erótico afectivos saludables, Nodal debería de tomar un tiempo para vivir el duelo de la separación con la madre de su hija. Sin embargo, él toma otro camino y se casa con su nueva novia, Ángela, quien por cierto es heredera de la dinastía de música ranchera de la familia Aguilar.

Tal vez el nuevo suegro de Nodal, Pepe Aguilar, fue quien presionó el matrimonio, aunque fuera solo un enlace civil, luego de que es bien conocida la fama que tiene su ahora nuero.

En entrevistas y en publicaciones en redes sociales, Nodal ha mostrado que su manera de relacionarse con las mujeres es con un estilo llamado "love bombing" o de bombardeo amoroso que involucra demostraciones desmedidas de amor, en las primeras semanas de la relación, haciendo propuestas de matrimonio y hasta con intenciones de tener hijos, pero siempre ha terminado con rompimientos inesperados.

Él supera estas separaciones iniciando nuevas relaciones. Algo que quizá no sea exclusivo de Nodal. Muchos hombres y mujeres que son adultxs jóvenes lo experimentan así. Eso no significa que esté bien o mal. Significa que hay que aceptar las consecuencias de esas conductas.

Sin hacer un análisis psicológico, porque todas las personas tienen perfiles y contextos distintos, lo único que la ciencia ya ha confirmado es que todxs necesitamos un periodo de duelo luego de una separación.

Es que un divorcio o terminar con una pareja entra en el cajón de las pérdidas personales, porque mueren las expectativas que te habías formado sobre ti mismo al estar en esa relación. Entonces, hay que reconocer ese duelo, vivirlo y superarlo.

Francamente, si Nodal brinca de una relación a otra, no hay tiempo para hacer ese ejercicio que es bastante saludable y recomendable.

Podemos ver el circo de amor romántico (tóxico) que nos está ofreciendo la Realeza de las Rancheras mexicanas, pero estando conscientes de que para ellos solo representa ser parte de una industria que ganará dinero cuando se haga el lanzamiento de su próxima canción, refiriéndose a su boda o a su divorcio.

Las figuras públicas monetizan cuando hacen públicos aspectos de su vida privada que, justamente, deberían ser privados. Cuando se muestran dando un anillo de compromiso o en la foto familiar con el bebé recién nacido, siempre habrá un beneficio económico detrás.

Nodal y Ángela son un gran ejemplo para explicar cómo funciona el amor romántico desde las neurociencias. En la columna “Cerebro enamorado para adolescentes” escribí que el acompañamiento que deben recibir los más jóvenes, sobre las relaciones amorosas, implica explicar el cocktail hormonal que se vive cuando se siente atracción sexual y cómo canalizarlo para no tomar decisiones de largo plazo, como el matrimonio, porque cerebralmente estamos viviendo una intoxicación que dopamina.

Literal. Nos ponemos bien high con una droga que produce solito nuestro cuerpo. No hay quién aguante este nivel de intoxicación, por eso es tan importante no idealizar el flechazo ni creer que el enamoramiento es algo externo que nos llegó o algo extraordinario que no volverá a ocurrir.

Estar enamorado es una reacción de nuestro cuerpo a los estímulos que estamos recibiendo. El amor, en cambio, es una decisión de largo plazo que se construye en el día a día.

Entender la neurobiología del amor evita matrimonios como el de Nodal y Ángela que ha generado un sinnúmero de preguntas: ¿Tendrán la madurez para tomar una decisión así? ¿Tenían una relación desde que ella era menor de edad y él solo es un depredador que solo esperaba a que pasaran los años para poder concretar un encuentro íntimo? ¿El papá los está obligando, porque ella ya está embarazada?

No hagamos tantas especulaciones. Las relaciones saludables no se construyen desde un guión de telenovela.