“EMIGRAR ES DESAPARECER PARA DESPUÉS RENACER…
… Inmigrar es renacer para no desaparecer nunca más” Zamil Näir.
A través del tiempo, el hombre ha tenido la libertad de ir y venir por el mundo, nuestra historia es así y nuestros antepasados, tomaron decisiones que nos han traído aquí a donde estamos con las concluyentes transformaciones sociales que el ser humano ha vivido; consecuencia de ello, el detonante de las grandes migraciones inevitablemente desencadena en el sufrimiento humano derivado de la pobreza, la desigualdad, guerras, violencia, hambruna, etcétera, que ello desencadena.
Sin duda, la decisión de abandonar la patria, a la familia, en muchos casos cambiar de idioma, casa y comida, en fin, dejarlo todo de ninguna manera ha de ser sencillo; no obstante, aunado a ello habrá de sumarse el maltrato, la discriminación, la falta de compasión de empleadores y de gran parte de la sociedad que ve a los migrantes ilegales como personas que restan oportunidad a los propios habitantes del país, que intentan abusar del territorio que les brinde un espacio, y optan por el maltrato y la discriminación hacia aquellos que caminan kilómetros padeciendo no solo la carga moral del abandono, sino el sufrimiento en factores como el clima, la falta de un lugar para descansar, un plato con “algo” de comida...
Las imágenes difundidas en los últimos días son tremendas: al norte, una de las naciones más desarrolladas del mundo; al sur, países con altísimos índices de pobreza y violencia; al centro, México, y en los tres puntos cardinales, gobiernos que ven por sus propios intereses, sin importar el sufrimiento humano, así es esto pese a la vulnerabilidad de los migrantes, la masa de hombres, mujeres y niños que rompen la frontera ante una policía pasmada y sin saber cómo reaccionar.
Intereses políticos, no se trata de dinero ni de visas y/ó asilo humanitario por piedad… Se trata de un asunto de política, la lucha que por el poder entre actores con objetivos muy claros y con respuestas al aire, sin pensar, sin estrategia y lo más peligroso, con reacción…
Derivado de su posición geográfica, México ha sido un gran refugio y productor de migrantes, baste recordar que más de 25 millones de mexicanos han migrado a otros países, principalmente a Estados Unidos; sin embargo, igualmente nuestro país ha tendido la mano a numerosas inmigrantes de diversas nacionalidades: libaneses, judíos, españoles, chilenos, guatemaltecos, alemanes, haitianos, jamaiquinos, franceses, ingleses, etcétera, en tiempos en que ellos han sido perseguidos políticos en sus respectivas naciones, es por ello que sus descendientes no han de olvidar a sus ancestros, ni han de dejar de agradecer estar en esta patria que, con todo y sus problemas, se muestra buena y solidaria.
Particularmente considero que debemos recibir a los migrantes de manera digna y generosa, y temporalmente, evitar su camino hacia el norte. Con la ayuda experta de la ACNUR –Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados-, se habrá de mejorar los campamentos, instalar comedores y recibir a voluntarios expertos para trámites inherentes a su situación política, así ha sido, así somos!!!
Ello promoverá el desarrollo de la región y esto ha sido reconocido no solo por el próximo presidente Andrés López, sino por sus antecesores también, quienes lo han dicho y lo han intentado buscando la cooperación de EU con planes específicos en materia de infraestructura, así lo intentaron cuando menos Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes no lo lograron pero habrá de insistirse e intentar con ahínco.
Independientemente de estar a favor o en contra de la migración internacional, no debemos olvidar los protocolos internacionales al respecto, como lo es el Manual sobre Migración, Derechos Humanos y Gobernanza, elaborado por la Unión Interparlamentaria, la Organización Internacional del Trabajo y las Naciones Unidas a través de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, documento que sugiere que los países firmantes, como México, tengan presente en su legislación, políticas que observen el cumplimiento irrestricto a los derechos humanos de los migrantes.
No se trata únicamente de un acto de humanidad, en este país estamos obligados por la ley a dar cobijo a quien lo solicite, por su calidad de emigrante, de desplazado. México es grande y da para eso, el mundo es de migrantes, quizá nosotros mismos descendemos de migrantes y la humanidad seguirá migrando.
gamogui@hotmail.com
