/ jueves 26 de marzo de 2020

Miroslava Breach, a tres años

Por: Balbina Flores Martínez

En medio del contexto de impunidad que impera en casos de periodistas asesinados en México, la sentencia dictada el 18 de marzo de 2020 por el Juez Néstor Pedraza, en el homicidio de la periodista Miroslava Breach Velducea, constituye un precedente judicial importante, al tratarse de la primera sentencia condenatoria por el homicidio de una mujer periodista por ejercer su trabajo en el uso de su libertad de expresión.


En su veredicto, el juez recordó que en México “los periodistas han sido objeto de agresiones por su trabajo informativo”. En el caso de Miroslava quedó demostrado que hubo alevosía y premeditación por parte del ahora sentenciado, que concibió un plan para asesinarla, habiéndole amenazado previamente por publicar informaciones sobre el narcotráfico vinculado con la narcopolítica en el estado de Chihuahua.


Después de haber analizado las pruebas que durante un mes presentó la Fiscalía Especial de Atención a Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), el juez declararó culpable a Juan Carlos Moreno Ochoa, en calidad de coautor material del homicidio de Miroslava Breach. Dicha condena será individualizada el 20 de abril en la Ciudad de Chihuahua y difícilmente podría retroceder ante el cúmulo de pruebas presentadas.


En este juicio, que duró un mes, quedó comprobada la responsabilidad penal de Moreno Ochoa, más allá de toda duda razonable, con lo que fue derrotada la presunción de inocencia argumentada por la defensa del ahora sentenciado. Además, se arrojó información relevante sobre los autores intelectuales y los motivos que llevaron a silenciar a quien por más de 20 años fuera corresponsal de La Jornada y colaboradora del Norte de Juárez.


Por esta razón, tanto la FEADLE como la organización Propuesta Cívica, que llevó la representación jurídica de la familia Breach, le solicitaron al juez la imposición de 70 años de prisión para Juan Carlos Moreno Ochoa, además de garantizar la reparación integral para la familia de Breach.


Durante las audiencias quedó claro que la orden directa de matar a la periodista provino de José Crispín Salazar, uno de los líderes del grupo de “Los Salazar”, célula del Cártel de Sinaloa que opera en la sierra de Chínipas. Éste ordenó a Juan Carlos Moreno Ochoa asesinar a Miroslava, quien además contrató a Jaciel N, ahora prófugo, y a Ramón Andrés Zavala Corral (asesinado en Sonora en diciembre de 2017), para planear y ejecutar su encargo.

A tres años del homicidio de Miroslava Breach, tanto para Reporteros sin Fronteras como para Propuesta Cívica, no puede hablarse aún de justicia plena, mientras los autores intelectuales del homicidio ocurrido el 23 de marzo de 2017, no hayan sido investigados, procesados y sentenciados.

Ambas organizaciones reconocen esta sentencia como un avance importante y da un mensaje de que es posible avanzar cuando los esfuerzos entre autoridades y sociedad civil se unen. El camino hacia la justicia aún es largo, pero por primera vez vemos que esto es posible.

Aún quedan pendientes varias investigaciones. Entre ellas la responsabilidad de algunos políticos; como lo son el actual titular del Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física Educativa, José Luévano Rodríguez, el profesor y ex alcalde de Chínipas, Hugo Schultz y el ex vocero del PAN y actual asesor de los diputados de ese partido, Alfredo Piñera.

Toca ahora a la FEADLE, avanzar y fortalecer sus indagatorias en contra de los autores intelectuales, este será en adelante su mayor reto, información y elementos para continuar sus indagatorias los tiene, solo falta fortalecerlas y actuar en consecuencia.

En el caso de Miroslava aún queda mucho por hacer. Retomo las palabras que el Fiscal Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, titular de la Feadle y la representante de Propuesta Cívica, expusieron al inicio del juicio y al concluir, recordando, “alguien tiene que decir la verdad”, “el silencio es complicidad”. Estas palabras en voz de Miroslava eran una convicción, en nuestra voz son todo un reto y un clamor inaplazable.



Representante en México de Reporteros sin Fronteras.

Por: Balbina Flores Martínez

En medio del contexto de impunidad que impera en casos de periodistas asesinados en México, la sentencia dictada el 18 de marzo de 2020 por el Juez Néstor Pedraza, en el homicidio de la periodista Miroslava Breach Velducea, constituye un precedente judicial importante, al tratarse de la primera sentencia condenatoria por el homicidio de una mujer periodista por ejercer su trabajo en el uso de su libertad de expresión.


En su veredicto, el juez recordó que en México “los periodistas han sido objeto de agresiones por su trabajo informativo”. En el caso de Miroslava quedó demostrado que hubo alevosía y premeditación por parte del ahora sentenciado, que concibió un plan para asesinarla, habiéndole amenazado previamente por publicar informaciones sobre el narcotráfico vinculado con la narcopolítica en el estado de Chihuahua.


Después de haber analizado las pruebas que durante un mes presentó la Fiscalía Especial de Atención a Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), el juez declararó culpable a Juan Carlos Moreno Ochoa, en calidad de coautor material del homicidio de Miroslava Breach. Dicha condena será individualizada el 20 de abril en la Ciudad de Chihuahua y difícilmente podría retroceder ante el cúmulo de pruebas presentadas.


En este juicio, que duró un mes, quedó comprobada la responsabilidad penal de Moreno Ochoa, más allá de toda duda razonable, con lo que fue derrotada la presunción de inocencia argumentada por la defensa del ahora sentenciado. Además, se arrojó información relevante sobre los autores intelectuales y los motivos que llevaron a silenciar a quien por más de 20 años fuera corresponsal de La Jornada y colaboradora del Norte de Juárez.


Por esta razón, tanto la FEADLE como la organización Propuesta Cívica, que llevó la representación jurídica de la familia Breach, le solicitaron al juez la imposición de 70 años de prisión para Juan Carlos Moreno Ochoa, además de garantizar la reparación integral para la familia de Breach.


Durante las audiencias quedó claro que la orden directa de matar a la periodista provino de José Crispín Salazar, uno de los líderes del grupo de “Los Salazar”, célula del Cártel de Sinaloa que opera en la sierra de Chínipas. Éste ordenó a Juan Carlos Moreno Ochoa asesinar a Miroslava, quien además contrató a Jaciel N, ahora prófugo, y a Ramón Andrés Zavala Corral (asesinado en Sonora en diciembre de 2017), para planear y ejecutar su encargo.

A tres años del homicidio de Miroslava Breach, tanto para Reporteros sin Fronteras como para Propuesta Cívica, no puede hablarse aún de justicia plena, mientras los autores intelectuales del homicidio ocurrido el 23 de marzo de 2017, no hayan sido investigados, procesados y sentenciados.

Ambas organizaciones reconocen esta sentencia como un avance importante y da un mensaje de que es posible avanzar cuando los esfuerzos entre autoridades y sociedad civil se unen. El camino hacia la justicia aún es largo, pero por primera vez vemos que esto es posible.

Aún quedan pendientes varias investigaciones. Entre ellas la responsabilidad de algunos políticos; como lo son el actual titular del Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física Educativa, José Luévano Rodríguez, el profesor y ex alcalde de Chínipas, Hugo Schultz y el ex vocero del PAN y actual asesor de los diputados de ese partido, Alfredo Piñera.

Toca ahora a la FEADLE, avanzar y fortalecer sus indagatorias en contra de los autores intelectuales, este será en adelante su mayor reto, información y elementos para continuar sus indagatorias los tiene, solo falta fortalecerlas y actuar en consecuencia.

En el caso de Miroslava aún queda mucho por hacer. Retomo las palabras que el Fiscal Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, titular de la Feadle y la representante de Propuesta Cívica, expusieron al inicio del juicio y al concluir, recordando, “alguien tiene que decir la verdad”, “el silencio es complicidad”. Estas palabras en voz de Miroslava eran una convicción, en nuestra voz son todo un reto y un clamor inaplazable.



Representante en México de Reporteros sin Fronteras.