/ viernes 6 de octubre de 2017

Mis 10 propuestas para AMLO en materia de drogas

Por Lisa Sánchez*

Andrés, hace poco leí con sorpresa un mensaje tuyo en las redes sociales que insinuaba la posición que tu gobierno adoptaría en materia de drogas en caso de ganar la elección presidencial. El mensaje decía: “Atenderemos las causas que originan la violencia y se convencerá en EU. de hacer lo propio para reducir el consumo de drogas en ese país”. Al respecto, quisiera darte la bienvenida a este impostergable debate y confesarte que tu silencio sobre el particular ya me parecía insoportable. También expresarte que, aunque coincido contigo en que el fenómeno de las drogas es transnacional y en su dimensión doméstica debe atender las causas de la violencia, tu postura me preocupa porqueno creo que la solución a nuestros problemas esté fuera del paísnipase por responsabilizar al consumo de los atroces resultados arrojados por una década de guerra.

Como sabes, en México no tenemos un problema de consumo de drogas, aunque sí muchos relacionados a su tráfico ilícito y a las políticas de interdicción. Un hombre que ha recorrido varias veces el país debería saber que tenemos menos consumidores que el promedio de América Latina y que el porcentaje de adictos es ínfimo (0.6%). También debería tener claro que, si bien perseguimos con particular vehemencia los llamados “delitos contra la salud”, el grueso de los arrestados por droga (70%) son simples consumidores o poseedores, y que nuestro sistema de (in)justicia solo sirve para encarcelar pobres (en 2016 el SNSP solo reportó 38 averiguaciones previas del fuero federal por tráfico de drogas). En fin, un candidato presidencial de izquierda estará escandalizado por las violaciones graves a los derechos humanos que diariamente se cometen desde el Estado y habrás visto de primera manolos estragos que causan las epidemias de homicidios y dolor crónico que nos aquejan.

Por eso celebro tu irrupción en el debate y me permito proponerte 10 acciones con las cuales podríamos darle la vuelta al problema. Advierto que la propuesta es de conjunto pues lo que busca no es ganar adeptos sino diseñar una política pública:

1) Despenalizar efectivamente el consumo y la posesión de drogas para uso personal a través de la reforma al artículo 479 de la Ley General de Salud, y aumentar el umbral de posesión de cannabis de 5 a 28 gramos.

2) Devolver la proporcionalidad a las sentencias por delitos de drogas limitando el uso de la prisión preventiva oficiosa y revisando el cálculo de sentencias máximas y mínimas para cada delito, observando que las medias aritméticaspermitan la aplicación de medidas alternativas al encarcelamiento.

3) Introducir la perspectiva de género a los esfuerzos de control a través de la aprobación e implementación de las reformas penales y procesalespenales que permitan la aplicación dela práctica internacional sobre mujeres en prisión.

4) Permitir el desarrollo de una industria nacional de cannabis medicinal que integre a los cultivadores, permita la innovación científica y tecnológica e incluya opciones terapéuticas en el cuadro básico de medicamentos.

5) Aplicar el X Transitorio de la Ley de Ejecución Penal, vigente desde 2016, para acercar el beneficio de la preliberación a las personas encarceladas por posesión simple de cannabis.

6) Regular el mercado de cannabis para fines personales atendiendo opinión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

7) Abandonar la prevención del miedo y fortalecer los servicios de salud voluntarios, incluyendo de reducción del daño.

8) Sancionar la tortura y las violaciones a los derechos humanos que se cometen en nombre de la rehabilitación en los centros de tratamiento.

9) Profundizar las reformas emprendidas al interior del sector salud para garantizar la disponibilidad y el acceso a sustancias controladas, incluyendo opioides para el control del dolor y los cuidados paliativos.

10) Detener la militarización de la fiscalización de drogas que alimenta violencia homicida y criminaliza a los más pobres.

Espero que en aras del diálogo y la construcción de un mejor de país decidas analizarlas y atenderlas. Queda todo por hacer.

*Directora de Política de Drogas en México Unido Contra la Delincuencia y Maestra en Gestión y Gobernanza Pública por la London School of Economics

Por Lisa Sánchez*

Andrés, hace poco leí con sorpresa un mensaje tuyo en las redes sociales que insinuaba la posición que tu gobierno adoptaría en materia de drogas en caso de ganar la elección presidencial. El mensaje decía: “Atenderemos las causas que originan la violencia y se convencerá en EU. de hacer lo propio para reducir el consumo de drogas en ese país”. Al respecto, quisiera darte la bienvenida a este impostergable debate y confesarte que tu silencio sobre el particular ya me parecía insoportable. También expresarte que, aunque coincido contigo en que el fenómeno de las drogas es transnacional y en su dimensión doméstica debe atender las causas de la violencia, tu postura me preocupa porqueno creo que la solución a nuestros problemas esté fuera del paísnipase por responsabilizar al consumo de los atroces resultados arrojados por una década de guerra.

Como sabes, en México no tenemos un problema de consumo de drogas, aunque sí muchos relacionados a su tráfico ilícito y a las políticas de interdicción. Un hombre que ha recorrido varias veces el país debería saber que tenemos menos consumidores que el promedio de América Latina y que el porcentaje de adictos es ínfimo (0.6%). También debería tener claro que, si bien perseguimos con particular vehemencia los llamados “delitos contra la salud”, el grueso de los arrestados por droga (70%) son simples consumidores o poseedores, y que nuestro sistema de (in)justicia solo sirve para encarcelar pobres (en 2016 el SNSP solo reportó 38 averiguaciones previas del fuero federal por tráfico de drogas). En fin, un candidato presidencial de izquierda estará escandalizado por las violaciones graves a los derechos humanos que diariamente se cometen desde el Estado y habrás visto de primera manolos estragos que causan las epidemias de homicidios y dolor crónico que nos aquejan.

Por eso celebro tu irrupción en el debate y me permito proponerte 10 acciones con las cuales podríamos darle la vuelta al problema. Advierto que la propuesta es de conjunto pues lo que busca no es ganar adeptos sino diseñar una política pública:

1) Despenalizar efectivamente el consumo y la posesión de drogas para uso personal a través de la reforma al artículo 479 de la Ley General de Salud, y aumentar el umbral de posesión de cannabis de 5 a 28 gramos.

2) Devolver la proporcionalidad a las sentencias por delitos de drogas limitando el uso de la prisión preventiva oficiosa y revisando el cálculo de sentencias máximas y mínimas para cada delito, observando que las medias aritméticaspermitan la aplicación de medidas alternativas al encarcelamiento.

3) Introducir la perspectiva de género a los esfuerzos de control a través de la aprobación e implementación de las reformas penales y procesalespenales que permitan la aplicación dela práctica internacional sobre mujeres en prisión.

4) Permitir el desarrollo de una industria nacional de cannabis medicinal que integre a los cultivadores, permita la innovación científica y tecnológica e incluya opciones terapéuticas en el cuadro básico de medicamentos.

5) Aplicar el X Transitorio de la Ley de Ejecución Penal, vigente desde 2016, para acercar el beneficio de la preliberación a las personas encarceladas por posesión simple de cannabis.

6) Regular el mercado de cannabis para fines personales atendiendo opinión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

7) Abandonar la prevención del miedo y fortalecer los servicios de salud voluntarios, incluyendo de reducción del daño.

8) Sancionar la tortura y las violaciones a los derechos humanos que se cometen en nombre de la rehabilitación en los centros de tratamiento.

9) Profundizar las reformas emprendidas al interior del sector salud para garantizar la disponibilidad y el acceso a sustancias controladas, incluyendo opioides para el control del dolor y los cuidados paliativos.

10) Detener la militarización de la fiscalización de drogas que alimenta violencia homicida y criminaliza a los más pobres.

Espero que en aras del diálogo y la construcción de un mejor de país decidas analizarlas y atenderlas. Queda todo por hacer.

*Directora de Política de Drogas en México Unido Contra la Delincuencia y Maestra en Gestión y Gobernanza Pública por la London School of Economics

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