En el 254 aniversario del natalicio del Siervo de la Nación, José María Morelos y Pavón.
Han visto la luz las nuevas leyes secundarias en materia educativa. Se trató de un proceso complicado en muchos sentidos, ya que la educación pública afortunadamente genera mucho interés por parte de los sectores sociales.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) al mando de Esteban Moctezuma Barragán ya cuenta con el marco jurídico que le permitirá desdoblar la pasada reforma constitucional y volverla operable a través de objetivos operativos, es decir, en el aula escolar, para concretar la Nueva Escuela Mexicana.
Como bien lo ha dicho el Secretario, ahora es momento de enfrentar una nueva etapa, quizá la más complicada, y para ello, la SEP cuenta con un equipo que destaca por su capacidad y experiencia en el ramo.
Después de todo, en apenas nueve meses en la SEP se han alcanzado importantes logros y hecho posible que la impartición de educación básica en todo el país se realice con libros de texto gratuitos de calidad, con nuevo y mejor contenido, así como una orientación clara en los programas de estudio y en la pedagogía.
Esteban Moctezuma Barragán ha demostrado ser un eficaz y sensible Secretario de Educación Pública, así como un servidor público comprometido.
Mucho se dijo en el Congreso de la Unión durante la discusión del nuevo marco jurídico educativo; invaluables aportaciones surgieron de legisladores como Damián Zepeda, Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Guadalupe Saldaña y Miguel Ángel Mancera, cuyos planteamientos e inquietudes resulta imprescindible que sean atendidos e incluidos en el proceso que le aguarda al Sistema Educativo.
Pero también debo reconocer que otros legisladores cometieron numerosas inexactitudes durante los debates, inexactitudes que dañan tremendamente a la educación pública, como por ejemplo señalar que los planteles educativos del sector público están en ruinas y que la calidad es baja.
Al respecto debo decir que están en un terrible error, pues las escuelas primarias públicas se han caracterizado por estar en mejores condiciones que la mayoría de las privadas, por recibir permanentemente mantenimiento y mejoras y estar más equipadas que las privadas. Y de ello pueden dar constancia los maestros.
Asimismo, la escuela pública mexicana se caracteriza por su constante actualización y modernización. Puedo sostener que la educación que se imparte en las aulas públicas va a la vanguardia del conocimiento, mientras que en las privadas ni siquiera se aplica el sistema por competencias y la discrecionalidad de las autoridades privadas es la regla.
Es entendible que en la aplicación de estas normas no sólo en el carácter federal, sino también local, se haga patente la necesidad de realizar ajustes, pero también es claro que se tratará de un proceso que será supervisado no sólo por la SEP, sino por numerosos agentes sociales, lo cual confirma lo dicho por Esteban Moctezuma: será una caja de cristal, en la que intervendrán diversos actores y que dejará atrás el huachicol educativo, es decir, el contubernio y las transacciones ilegítimas.
@jlcamachov
camachovargas@prodigy.net.mx
