/ domingo 22 de diciembre de 2019

Modo navidad

Hay noticias: durante la semana que ha concluido fue mucha la información generada en varios ámbitos; algunas afortunadas –las menos-, y tras desafortunadas y/ó inciertas a futuro; o obstante hoy, ante la proximidad de las fiestas decembrinas, pasemos a temas más agradables como lo es la Navidad…

Se trata de una fecha verdaderamente católica que trasciende a todo el mundo, libre de toda mundanidad, como lo declara el Papa Francisco: "Dios manda un ángel, pero no nos damos cuenta de que está allí porque estamos inmersos en nuestros pensamientos, en nuestros asuntos, y en estos días en los preparativos de la Navidad".

Y qué tal si cambiamos este año nuestra forma de vivir la Navidad realmente cristiana, dispuestos a acoger al Salvador y permitiéndonos el don precioso de la Navidad que es la paz, la unión, el amor!!!

Lejos de hacer de esta una fiesta ruidosa en la que dominen las emociones por el intercambio de regalos, la variedad de platillos preparados para el evento, el furor del alcohol y del reencuentro familiar, hagamos un poco de silencio, para permitirnos escuchar la voz del Amor; proponernos dejar entrar a Dios, la calma, la emotividad de este día en el alma; que los vientos que en ocasiones ante los problemas y vicisitudes de la vida no nos hagan caer ni desistir y lejos de ello busquemos fortaleza en la unión, en la solidaridad, en el compromiso cotidiano; que las emociones de esta próxima Navidad nos lleven a iluminar el camino de quienes nos rodean con bondad, paciencia, alegría y generosidad...

Entendemos que no todos somos católicos; es por ello que, aunque la fecha implica celebrar el nacimiento del niño Jesús –para quienes sí profesamos la religión, Dios hijo hecho hombre-, no referiré principios de esta índole, intento hacer sí un poco de reflexión que nos lleve a aprovechar el momento para pensar en nuestra persona interior, en la humildad, la bondad, la paciencia y tolerancia lejos de los excesos que el mundo ambiciona, que la sociedad exige: ¿y si empezamos por nosotros mismos?

Es evidente la necesidad de paz, de justicia, de respeto que hoy impera dejar el ego y pensar un poco en los más necesitados de salud, de compañía, de cobijo y alimento, de una caricia… recordar nuestra esencia, lo que somos, un pueblo en camino –dentro y fuera de nosotros mismos– rodeados por luces pero también por tinieblas: elegimos ver la claridad o preferimos la comodidad e ignorar sin movernos de el espacio que hoy ocupamos?

La época invita a buscar la armonía dentro y fuera de nosotros mismos, a la hermandad, al perdón y la reconciliación, a compartir y provocar sonrisas entre nosotros. Busquemos pues el mensaje derivado de la reflexión, seguramente encontraremos más de un motivo para continuar el camino con alegría, optimismo y amor al prójimo.


¡TENGAMOS TODOS MUY FELIZ NAVIDAD!!!

gamogui@hotmail.com


Hay noticias: durante la semana que ha concluido fue mucha la información generada en varios ámbitos; algunas afortunadas –las menos-, y tras desafortunadas y/ó inciertas a futuro; o obstante hoy, ante la proximidad de las fiestas decembrinas, pasemos a temas más agradables como lo es la Navidad…

Se trata de una fecha verdaderamente católica que trasciende a todo el mundo, libre de toda mundanidad, como lo declara el Papa Francisco: "Dios manda un ángel, pero no nos damos cuenta de que está allí porque estamos inmersos en nuestros pensamientos, en nuestros asuntos, y en estos días en los preparativos de la Navidad".

Y qué tal si cambiamos este año nuestra forma de vivir la Navidad realmente cristiana, dispuestos a acoger al Salvador y permitiéndonos el don precioso de la Navidad que es la paz, la unión, el amor!!!

Lejos de hacer de esta una fiesta ruidosa en la que dominen las emociones por el intercambio de regalos, la variedad de platillos preparados para el evento, el furor del alcohol y del reencuentro familiar, hagamos un poco de silencio, para permitirnos escuchar la voz del Amor; proponernos dejar entrar a Dios, la calma, la emotividad de este día en el alma; que los vientos que en ocasiones ante los problemas y vicisitudes de la vida no nos hagan caer ni desistir y lejos de ello busquemos fortaleza en la unión, en la solidaridad, en el compromiso cotidiano; que las emociones de esta próxima Navidad nos lleven a iluminar el camino de quienes nos rodean con bondad, paciencia, alegría y generosidad...

Entendemos que no todos somos católicos; es por ello que, aunque la fecha implica celebrar el nacimiento del niño Jesús –para quienes sí profesamos la religión, Dios hijo hecho hombre-, no referiré principios de esta índole, intento hacer sí un poco de reflexión que nos lleve a aprovechar el momento para pensar en nuestra persona interior, en la humildad, la bondad, la paciencia y tolerancia lejos de los excesos que el mundo ambiciona, que la sociedad exige: ¿y si empezamos por nosotros mismos?

Es evidente la necesidad de paz, de justicia, de respeto que hoy impera dejar el ego y pensar un poco en los más necesitados de salud, de compañía, de cobijo y alimento, de una caricia… recordar nuestra esencia, lo que somos, un pueblo en camino –dentro y fuera de nosotros mismos– rodeados por luces pero también por tinieblas: elegimos ver la claridad o preferimos la comodidad e ignorar sin movernos de el espacio que hoy ocupamos?

La época invita a buscar la armonía dentro y fuera de nosotros mismos, a la hermandad, al perdón y la reconciliación, a compartir y provocar sonrisas entre nosotros. Busquemos pues el mensaje derivado de la reflexión, seguramente encontraremos más de un motivo para continuar el camino con alegría, optimismo y amor al prójimo.


¡TENGAMOS TODOS MUY FELIZ NAVIDAD!!!

gamogui@hotmail.com