/ miércoles 20 de febrero de 2019

Momento Corporativo | Grupo Televisa: inversión, el camino

La competencia efectiva es uno de los caminos más eficientes para promover las inversiones en el sector de telecomunicaciones, lo que no sucede en México, donde el operador preponderante, América Móvil, de Carlos Slim Helú, disminuyó entre 2013 y 2017 más de 43 por ciento su inversión, mientras que el desembolso de los competidores creció 61 por ciento en el mismo lapso, de acuerdo con el reporte más reciente de The Competitive Intelligence Unit. Y aunque todos los competidores reportaron una tasa de doble dígito destaca el caso de Grupo Televisa, que preside Emilio Azcárraga Jean, que en 2017 invirtió 20 mil millones de pesos, es decir, una tercera parte de todo el capital destinado en el sector e incluso el monto superó a América Móvil. Los números confirman que pese al entorno, la competencia eligió la vía de una inversión intensiva y sostenida, mientras que el preponderante contiene sus inversiones como un mecanismo de coerción regulatoria para eliminar la carga regulatoria que busca, todavía sin éxito, fomentar una mayor competencia.

¿MISIÓN IMPOSIBLE?

Alfonso Romo tiene prácticamente todo en su contra para lograr el encargo del presidente Andrés Manuel López Obrador de que la economía mexicana crezca durante este sexenio a una tasa promedio de 4 por ciento. La lista, aunque muy amplia, la encabeza la propia inconsistencia y contradicciones en el discurso del primer mandatario cuando se refiere específicamente a su relación con los hombres de negocios; la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que Alfonso Romo había asegurado en varias reuniones con líderes empresariales que el proyecto no corría peligro, situación que desgastó todavía más su relación con diversos círculos empresariales; las dudas persistentes sobre potenciales conflictos de interés de su cargo como jefe de la Oficina de Presidencia de la República y las diferentes empresas que fundó y a las que dice renunció el año pasado, especialmente con la casa de bolsa Vector, en cuyas oficinas de la Ciudad de México todavía sigue despachando; las diferencias que persisten al interior del gabinete actual y que limitarían el margen de actuación de Alfonso Romo, principalmente en materia energética; y un escollo más, y quizás el más estructural y determinante es la creciente cautela de inversionistas y empresarios.

Y sobre éste último punto, entre otros indicadores, está la encuesta Perspectivas de la Alta Dirección en México 2019 de KPMG que arroja diversos datos, pero el más relevante es el aumento en la cautela de 52 por ciento a 54 por ciento de la alta dirección para ampliar sus operaciones y que en las amenazas para los negocios está el inicio de una nueva administración, con 51 por ciento y, en segundo lugar, con 39 por ciento, los cambios regulatorios. Y, finalmente, hay que sumar los ajustes privados a la meta de crecimiento para este año que están por debajo de 2 por ciento, lo que implica que necesariamente en los años venideros México deberá crecer más de 4 por ciento anual.

@robertoah

La competencia efectiva es uno de los caminos más eficientes para promover las inversiones en el sector de telecomunicaciones, lo que no sucede en México, donde el operador preponderante, América Móvil, de Carlos Slim Helú, disminuyó entre 2013 y 2017 más de 43 por ciento su inversión, mientras que el desembolso de los competidores creció 61 por ciento en el mismo lapso, de acuerdo con el reporte más reciente de The Competitive Intelligence Unit. Y aunque todos los competidores reportaron una tasa de doble dígito destaca el caso de Grupo Televisa, que preside Emilio Azcárraga Jean, que en 2017 invirtió 20 mil millones de pesos, es decir, una tercera parte de todo el capital destinado en el sector e incluso el monto superó a América Móvil. Los números confirman que pese al entorno, la competencia eligió la vía de una inversión intensiva y sostenida, mientras que el preponderante contiene sus inversiones como un mecanismo de coerción regulatoria para eliminar la carga regulatoria que busca, todavía sin éxito, fomentar una mayor competencia.

¿MISIÓN IMPOSIBLE?

Alfonso Romo tiene prácticamente todo en su contra para lograr el encargo del presidente Andrés Manuel López Obrador de que la economía mexicana crezca durante este sexenio a una tasa promedio de 4 por ciento. La lista, aunque muy amplia, la encabeza la propia inconsistencia y contradicciones en el discurso del primer mandatario cuando se refiere específicamente a su relación con los hombres de negocios; la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que Alfonso Romo había asegurado en varias reuniones con líderes empresariales que el proyecto no corría peligro, situación que desgastó todavía más su relación con diversos círculos empresariales; las dudas persistentes sobre potenciales conflictos de interés de su cargo como jefe de la Oficina de Presidencia de la República y las diferentes empresas que fundó y a las que dice renunció el año pasado, especialmente con la casa de bolsa Vector, en cuyas oficinas de la Ciudad de México todavía sigue despachando; las diferencias que persisten al interior del gabinete actual y que limitarían el margen de actuación de Alfonso Romo, principalmente en materia energética; y un escollo más, y quizás el más estructural y determinante es la creciente cautela de inversionistas y empresarios.

Y sobre éste último punto, entre otros indicadores, está la encuesta Perspectivas de la Alta Dirección en México 2019 de KPMG que arroja diversos datos, pero el más relevante es el aumento en la cautela de 52 por ciento a 54 por ciento de la alta dirección para ampliar sus operaciones y que en las amenazas para los negocios está el inicio de una nueva administración, con 51 por ciento y, en segundo lugar, con 39 por ciento, los cambios regulatorios. Y, finalmente, hay que sumar los ajustes privados a la meta de crecimiento para este año que están por debajo de 2 por ciento, lo que implica que necesariamente en los años venideros México deberá crecer más de 4 por ciento anual.

@robertoah