El segundo periodo de sesiones ordinarias de laLXIV Legislatura del Congreso mexicano registra altas temperaturas, pero nosólo por los rayos del Sol que caen inclementemente sobre los recintos de SanLázaro y Reforma, sino sobre todo por lo candente que se han puesto los debatesparlamentarios.
Diputados y senadores están abocados al análisisde temas de gran relevancia no sólo para el futuro de un gobierno, sino para elporvenir de la Nación.
Ello obedece en gran medida a que a diferenciadel periodo pasado, en el que sólo se requería mayoría simple para laaprobación de proyectos legislativos, en el segundo periodo se encuentranenlistadas varias iniciativas de reforma constitucional, lo cual requiere demayoría calificada en ambas cámaras.
En tal sentido, el coordinador de Morena ypresidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado, Ricardo MonrealÁvila, no ha perdido tiempo y ha redoblado la interlocución que tiene con losotros líderes parlamentarios, a fin de alcanzar los mayores acuerdos posibles.
Y es que si algo ha quedado claro es que elzacatecano Monreal Ávila no le apuesta a mayorías justas, sino a consensosamplios.
Ello se hizo patente con el tema de la GuardiaNacional, cuyas reformas constitucionales alcanzaron la unanimidad en el Senadotras un profesional y profundo trabajo de análisis, ajuste y consenso entretodas las fuerzas, lo cual le valió a Ricardo Monreal el reconocimiento depropios y extraños.
La labor del Senado alcanzó para que en laCámara de Diputados la votación superara por mucho la mayoría calificada, altiempo que en legislaturas locales el consenso no fue menor.
No cabe duda que cuando existe un trabajoabierto, serio y sincero de cara a la nación, los acuerdos son más plausibles.
Ése ha sido el sello que ha impuesto RicardoMonreal Ávila en el Senado, quien además de contar con el apoyo cohesionado desu grupo, tiene importantes puentes de comunicación con las otras fuerzaspolíticas.
La elección de la próxima ministra de la SupremaCorte de Justicia de la Nación no será la excepción en ese trabajo político,pues si bien la falta de acuerdos no permitió que el pasado jueves seconcretará, lo cierto es que se trata de un tema en el que sí puede habercoincidencias.
No es un asunto menor, pues se trata de elegir ala ministra número 11 de nuestro Tribunal Constitucional y en cual, existenmuchos temas que se encuentran siendo analizados y de los que dependennumerosas políticas públicas.
La presencia y decisión de legisladoresprofesionales, experimentados y capaces en ambas cámaras federales ha hechoposible que el trabajo legislativo avance y rinda frutos a la población, en unmarco de independencia y no subordinación frente a otro poder.
Y es que la autonomía de los poderes públicos esuna conquista de muchos años de abusos, arbitrariedades y de luchas ciudadanaspor alcanzarlo, por lo que preservarla es tarea de todos, pero particularmentede las y los legisladores, quienes bien dice Ricardo Monreal no se dejan mandarpor nadie. Y hacen bien.
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@jlcamachov
