/ martes 24 de noviembre de 2020

Mujeres revolucionarias

El papel de la mujer en la Revolución Mexicana ha sido relegado y olvidado para ser romantizado en la figura de la Soldadera, que encarna a mujeres dedicadas a atender a los valerosos hombres que combatían.

Las Soldaderas no solo cocinaban, también fueron parte del movimiento armado. Destacan por ejemplo las hazañas de Petra Herrera, quien vestida de hombre y con el seudónimo de Pedro Herrera se hizo respetar entre las tropas revolucionarias.

Ella se convirtió en un icono del feminismo y propició un cambio social al demostrar que las mujeres también podían realizar tareas entonces exclusivas de los hombres.

No podemos olvidar también a las Coronelas, mujeres valerosas que fusil en mano dieron su vida por México. Entre ellas Carmen Alanís que con 300 hombres a su mando fue pieza clave la toma de Ciudad Juárez o Juana Gutiérrez de Mendoza y La China quienes comandaron un batallón integrado por las viudas e hijas de los soldados muertos en batalla.

Las Adelitas y Rieleras fueron también pieza clave ya que eran quienes daban mantenimiento a los ferrocarriles en los que se transportaban los soldados y sirvieron como espías, abasteciendo armamento e incluso como combatientes.

El papel de las mujeres no se redujo a la cocina y tampoco a las armas. Hubo muchas mujeres que actuaron como reporteras, escritoras, ideólogas, editoras de periódicos, profesoras y enfermeras.

Tal es el caso de Hermila Galindo, maestra, escritora, promotora del voto femenino y fundadora de la revista “La mujer moderna” o Carmen Serdán, antirreeleccionista y enfermera que fuera encarcelada injustamente por defender sus ideales.

La Revolución Mexicana no puede ni debe ser contada sin destacar el papel de las mujeres y revalidar sus aportaciones al movimiento armado y consecuentemente a su Patria.

caroviggiano@hotmail.com

twitter @caroviggiano

El papel de la mujer en la Revolución Mexicana ha sido relegado y olvidado para ser romantizado en la figura de la Soldadera, que encarna a mujeres dedicadas a atender a los valerosos hombres que combatían.

Las Soldaderas no solo cocinaban, también fueron parte del movimiento armado. Destacan por ejemplo las hazañas de Petra Herrera, quien vestida de hombre y con el seudónimo de Pedro Herrera se hizo respetar entre las tropas revolucionarias.

Ella se convirtió en un icono del feminismo y propició un cambio social al demostrar que las mujeres también podían realizar tareas entonces exclusivas de los hombres.

No podemos olvidar también a las Coronelas, mujeres valerosas que fusil en mano dieron su vida por México. Entre ellas Carmen Alanís que con 300 hombres a su mando fue pieza clave la toma de Ciudad Juárez o Juana Gutiérrez de Mendoza y La China quienes comandaron un batallón integrado por las viudas e hijas de los soldados muertos en batalla.

Las Adelitas y Rieleras fueron también pieza clave ya que eran quienes daban mantenimiento a los ferrocarriles en los que se transportaban los soldados y sirvieron como espías, abasteciendo armamento e incluso como combatientes.

El papel de las mujeres no se redujo a la cocina y tampoco a las armas. Hubo muchas mujeres que actuaron como reporteras, escritoras, ideólogas, editoras de periódicos, profesoras y enfermeras.

Tal es el caso de Hermila Galindo, maestra, escritora, promotora del voto femenino y fundadora de la revista “La mujer moderna” o Carmen Serdán, antirreeleccionista y enfermera que fuera encarcelada injustamente por defender sus ideales.

La Revolución Mexicana no puede ni debe ser contada sin destacar el papel de las mujeres y revalidar sus aportaciones al movimiento armado y consecuentemente a su Patria.

caroviggiano@hotmail.com

twitter @caroviggiano