/ miércoles 17 de octubre de 2018

NAFTAmorfosis

Los alcances, pero también los vacíos es lo que prevalece en el AMEC (Acuerdo México, Estados Unidos y Canadá). Alcances y beneficios para el país quedan cobijados a través de la inminente firma y ratificación de este acuerdo, ya que, sin duda, o era tener el texto así o era, no tenerlo. Vacíos, los que como mexicanos tenemos al no saber el “cómo”. Si creíamos que la respuesta a esta interrogante la tendríamos con la comparecencia del Secretario de Economía del jueves pasado en el Senado, estábamos en un error.

Ante dicho evento, me quedaron claras tres cosas: i) El acuerdo se va a ratificar tal cual, ya que los senadores no tienen la facultad de hacer modificación alguna, ii) El Secretario no respondió a la primera ronda de preguntas que los senadores le hicieron, únicamente se limitó a repetir sus discursos que ha dado en entrevistas a los diferentes medios de comunicación desde hace meses, y iii) La metamorfosis que tendrá el TLCAN hacia el AMEC tiene grandes incógnitas. ¿Cuáles? Aquí les dejo algunas.

1) El Artículo 32.10 de manera clara y concisa pide a las tres partes que cualquiera que desee celebrar un tratado comercial con algún país cuya economía no es de mercado, requiere de dos cosas: i) notificar con la antelación de por lo menos tres meses al resto de las partes y ii) antes de firmarlo, compartir el texto con las otras dos partes –mínimo 30 días antes- para que éstas den la autorización para que se firme. ¿Limitativo? ¿Autoritario? Sí, todo eso tiene este artículo y aunque salió a la defensa el Canciller mexicano declarando que México era soberano para llevar su relación comercial con quien fuera, todos sabemos que esto es mera retórica. El gobierno de China está sumamente molesto porque México se “prestó” a tener un acuerdo con esta limitante. No hay ningún acuerdo estratégico comercial del cual habló el Canciller. Lo que hay son 14 acuerdos paralelos, los cuales se refieren a la creación de un fondo binacional de inversión de dos mil 400 millones de dólares, que servirá para que empresas de ambas naciones inviertan en energía, minería, infraestructura, manufactura de alta tecnología y turismo; la exportación de carne, zarzamoras y frambuesas desde México a China; investigación científica conjunta; la creación de un Fondo de Energía Sinomex entre Pemex y tres empresas estatales de este país asiático; y la designación (en el 2015) como año del turismo de México en China, que han servido y seguirán ayudando a generar un mayor acercamiento diplomático.

2) El Artículo 34.7 que habla de una revisión cada 6 años con una Comisión supervisora y de la caducidad de este acuerdo que es de 16 años a partir de que entre en vigor con una renovación por otros 16 años más siempre y cuando los países lo manifiesten por escrito.

3) Un anexo que habla de las reglas de origen aplicables para los productos químicos, televisores, la goma arábiga, la fibra óptica, las manufacturas de vidrio, titanio y hacer, pero no se explica el cómo.

4) Otro anexo que habla de que el sector automotriz deberá considerar que al menos el 70 por ciento debe contener acero y aluminio originario de la región. Pero no se blindó el hecho de que ninguna de las tres partes impusiera aranceles (aún como medida de salvaguarda) a los otros dos socios. De aquí que nos sorprende el hecho, la medida impuesta al acero y al aluminio por Estados Unidos –por la Sección 232- y ahora el 25 de octubre entrarán en vigor los aranceles que también Canadá ha impuesto a todas sus importaciones de acero, pues México queda con pago aranceles en ambos países.

5) Una carta paralela que habla de la industria automotriz: ¿cómo es que, en tres años, las empresas estarán listas para cubrir los requisitos de las nuevas reglas de origen? Y en cuestión de autopartes, el monto tope de 108 billones de dólares no especifica si éstas a su vez deben o no deben ser 100 por ciento hechas en México. Dice autopartes declaradas en aduana.

Y a todo esto debemos sumarle la comparecencia del Secretario de Relaciones Exteriores cuando dijo que este nuevo acuerdo “no tiene ni cupos ni aranceles”. Mi análisis a este comentario lleno de ignorancia, se los dejo en esta entrevista, ya que claro que Sí hay cupos y aranceles en una carta paralela dentro del nuevo acuerdo: https://twitter.com/ElFinancieroTv/ status/1049823071987621888

Y a lo banal del presidente electo sobre su consulta por twitter de cuál nombre nos gusta más, les comento que el nombre “ya está” en el texto en español. Se llama Acuerdo México, Estados Unidos y Canadá (AMEC). No es necesario rebautizarlo nuevamente, ya bastante tuvimos con el cambio de nombre por parte del presidente estadounidense. Mi análisis al respecto en: https://www.youtube.com/watch? v=X2o_U9VuF24

¡Así la metamorfosis del TLCAN al AMEC!

Coordinadora de la Licenciatura en Administración

de Negocios Internacionales

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007

Los alcances, pero también los vacíos es lo que prevalece en el AMEC (Acuerdo México, Estados Unidos y Canadá). Alcances y beneficios para el país quedan cobijados a través de la inminente firma y ratificación de este acuerdo, ya que, sin duda, o era tener el texto así o era, no tenerlo. Vacíos, los que como mexicanos tenemos al no saber el “cómo”. Si creíamos que la respuesta a esta interrogante la tendríamos con la comparecencia del Secretario de Economía del jueves pasado en el Senado, estábamos en un error.

Ante dicho evento, me quedaron claras tres cosas: i) El acuerdo se va a ratificar tal cual, ya que los senadores no tienen la facultad de hacer modificación alguna, ii) El Secretario no respondió a la primera ronda de preguntas que los senadores le hicieron, únicamente se limitó a repetir sus discursos que ha dado en entrevistas a los diferentes medios de comunicación desde hace meses, y iii) La metamorfosis que tendrá el TLCAN hacia el AMEC tiene grandes incógnitas. ¿Cuáles? Aquí les dejo algunas.

1) El Artículo 32.10 de manera clara y concisa pide a las tres partes que cualquiera que desee celebrar un tratado comercial con algún país cuya economía no es de mercado, requiere de dos cosas: i) notificar con la antelación de por lo menos tres meses al resto de las partes y ii) antes de firmarlo, compartir el texto con las otras dos partes –mínimo 30 días antes- para que éstas den la autorización para que se firme. ¿Limitativo? ¿Autoritario? Sí, todo eso tiene este artículo y aunque salió a la defensa el Canciller mexicano declarando que México era soberano para llevar su relación comercial con quien fuera, todos sabemos que esto es mera retórica. El gobierno de China está sumamente molesto porque México se “prestó” a tener un acuerdo con esta limitante. No hay ningún acuerdo estratégico comercial del cual habló el Canciller. Lo que hay son 14 acuerdos paralelos, los cuales se refieren a la creación de un fondo binacional de inversión de dos mil 400 millones de dólares, que servirá para que empresas de ambas naciones inviertan en energía, minería, infraestructura, manufactura de alta tecnología y turismo; la exportación de carne, zarzamoras y frambuesas desde México a China; investigación científica conjunta; la creación de un Fondo de Energía Sinomex entre Pemex y tres empresas estatales de este país asiático; y la designación (en el 2015) como año del turismo de México en China, que han servido y seguirán ayudando a generar un mayor acercamiento diplomático.

2) El Artículo 34.7 que habla de una revisión cada 6 años con una Comisión supervisora y de la caducidad de este acuerdo que es de 16 años a partir de que entre en vigor con una renovación por otros 16 años más siempre y cuando los países lo manifiesten por escrito.

3) Un anexo que habla de las reglas de origen aplicables para los productos químicos, televisores, la goma arábiga, la fibra óptica, las manufacturas de vidrio, titanio y hacer, pero no se explica el cómo.

4) Otro anexo que habla de que el sector automotriz deberá considerar que al menos el 70 por ciento debe contener acero y aluminio originario de la región. Pero no se blindó el hecho de que ninguna de las tres partes impusiera aranceles (aún como medida de salvaguarda) a los otros dos socios. De aquí que nos sorprende el hecho, la medida impuesta al acero y al aluminio por Estados Unidos –por la Sección 232- y ahora el 25 de octubre entrarán en vigor los aranceles que también Canadá ha impuesto a todas sus importaciones de acero, pues México queda con pago aranceles en ambos países.

5) Una carta paralela que habla de la industria automotriz: ¿cómo es que, en tres años, las empresas estarán listas para cubrir los requisitos de las nuevas reglas de origen? Y en cuestión de autopartes, el monto tope de 108 billones de dólares no especifica si éstas a su vez deben o no deben ser 100 por ciento hechas en México. Dice autopartes declaradas en aduana.

Y a todo esto debemos sumarle la comparecencia del Secretario de Relaciones Exteriores cuando dijo que este nuevo acuerdo “no tiene ni cupos ni aranceles”. Mi análisis a este comentario lleno de ignorancia, se los dejo en esta entrevista, ya que claro que Sí hay cupos y aranceles en una carta paralela dentro del nuevo acuerdo: https://twitter.com/ElFinancieroTv/ status/1049823071987621888

Y a lo banal del presidente electo sobre su consulta por twitter de cuál nombre nos gusta más, les comento que el nombre “ya está” en el texto en español. Se llama Acuerdo México, Estados Unidos y Canadá (AMEC). No es necesario rebautizarlo nuevamente, ya bastante tuvimos con el cambio de nombre por parte del presidente estadounidense. Mi análisis al respecto en: https://www.youtube.com/watch? v=X2o_U9VuF24

¡Así la metamorfosis del TLCAN al AMEC!

Coordinadora de la Licenciatura en Administración

de Negocios Internacionales

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007