/ miércoles 3 de agosto de 2022

Nancy Pelosi en Taiwán: Pero qué necesidad

La visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, añade más brasas al enfrentamiento geopolítico que Washington y Beijing mantienen a nivel global. Se trata del primer viaje de alto nivel de Estados Unidos a la isla en 25 años –a la que China reclama como parte de su territorio. Por ello, Beijing ha lanzado serias advertencias a Estados Unidos e, incluso, ha realizado ensayos militares con fuego real en el Estrecho de Taiwán, así como maniobras aéreas que eventualmente permitan establecer una zona de no vuelo en el espacio aéreo de Taiwán.

No está claro cuál podría ser el interés de la legisladora Pelosi al visitar Taipéi –dicho sea de paso, como parte de su gira por Asia. Por lo mismo, es particularmente relevante preguntarse ¿por qué hacerlo en este momento?, y ¿qué objetivos políticos se pretenden alcanzar? Ciertamente, la visita se podría decir que es de alto riesgo y poca recompensa. De hecho, altos funcionarios de la administración Biden como Jake Sullivan, Consejero de Seguridad Nacional, o Lloyd Austin, Secretario de Defensa, informaron a la congresista Pelosi sobre “los hechos, contexto y realidades geopolíticas que estaría enfrentando” si decide visitar Taiwán.

Para Estados Unidos es correr el riesgo de abrir un frente político y diplomático –incluso militar y económico– adicional al de la guerra en Ucrania. Además, se abre la posibilidad de que la alianza entre Rusia y China se robustezca, algo que ya había advertido Henry Kissinger en el Foro de Davos, en donde fue criticado por algunas de sus declaraciones. Por otra parte, esta visita se da en la antesala de que Xi Jinping busque un tercer mandato en el próximo congreso del Partido Comunista, motivo por el que tendrá que responder con contundencia a algo que Beijing ha llamado “una provocación maliciosa”.

Quizás para responder estas interrogantes es importante señalar que el presidente Biden no tuvo mucho margen sobre la visita de Nancy Pelosi, en tanto que en Estados Unidos existe una separación de poderes –a diferencia de sistemas cerrados como el chino. Sin embargo, no deja de ser extraño que aun siendo del mismo partido, parezca que ambos tengan agendas tan diferentes. Esto invariablemente abre la puerta a diversas hipótesis. Una de ellas es que la decisión de Pelosi de ir Taiwán, sea indicativo de la falta de liderazgo del presidente Biden al interior del Partido Demócrata o, por lo menos, un grado de interlocución subóptima entre el ejecutivo y el legislativo estadounidense en la actualidad –algo que recae directamente en la Vicepresidencia de Estados Unidos.

Es necesario recordar que en días recientes, algunas encuestas arrojaron que el 75% del electorado del Partido Demócrata preferiría a otro candidato que no fuera Joe Biden para la elección presidencial del 2024. Por ello, quizá Nancy Pelosi quiere transmitir una señal de distanciamiento respecto del ejecutivo. De modo que un desplazamiento de poder al interior del Partido Demócrata podría explicar la controversial visita de Nacy Pelosi a Taiwán; es decir, se trataría de una consideración de política doméstica. Otra hipótesis, no obstante, es que Washington esté midiendo la reacción de Beijing ante situaciones similares en el futuro. En cualquier caso, como decía el filósofo de Ciudad Juárez, el gran Juan Gabriel: “Pero qué necesidad”.

La visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, añade más brasas al enfrentamiento geopolítico que Washington y Beijing mantienen a nivel global. Se trata del primer viaje de alto nivel de Estados Unidos a la isla en 25 años –a la que China reclama como parte de su territorio. Por ello, Beijing ha lanzado serias advertencias a Estados Unidos e, incluso, ha realizado ensayos militares con fuego real en el Estrecho de Taiwán, así como maniobras aéreas que eventualmente permitan establecer una zona de no vuelo en el espacio aéreo de Taiwán.

No está claro cuál podría ser el interés de la legisladora Pelosi al visitar Taipéi –dicho sea de paso, como parte de su gira por Asia. Por lo mismo, es particularmente relevante preguntarse ¿por qué hacerlo en este momento?, y ¿qué objetivos políticos se pretenden alcanzar? Ciertamente, la visita se podría decir que es de alto riesgo y poca recompensa. De hecho, altos funcionarios de la administración Biden como Jake Sullivan, Consejero de Seguridad Nacional, o Lloyd Austin, Secretario de Defensa, informaron a la congresista Pelosi sobre “los hechos, contexto y realidades geopolíticas que estaría enfrentando” si decide visitar Taiwán.

Para Estados Unidos es correr el riesgo de abrir un frente político y diplomático –incluso militar y económico– adicional al de la guerra en Ucrania. Además, se abre la posibilidad de que la alianza entre Rusia y China se robustezca, algo que ya había advertido Henry Kissinger en el Foro de Davos, en donde fue criticado por algunas de sus declaraciones. Por otra parte, esta visita se da en la antesala de que Xi Jinping busque un tercer mandato en el próximo congreso del Partido Comunista, motivo por el que tendrá que responder con contundencia a algo que Beijing ha llamado “una provocación maliciosa”.

Quizás para responder estas interrogantes es importante señalar que el presidente Biden no tuvo mucho margen sobre la visita de Nancy Pelosi, en tanto que en Estados Unidos existe una separación de poderes –a diferencia de sistemas cerrados como el chino. Sin embargo, no deja de ser extraño que aun siendo del mismo partido, parezca que ambos tengan agendas tan diferentes. Esto invariablemente abre la puerta a diversas hipótesis. Una de ellas es que la decisión de Pelosi de ir Taiwán, sea indicativo de la falta de liderazgo del presidente Biden al interior del Partido Demócrata o, por lo menos, un grado de interlocución subóptima entre el ejecutivo y el legislativo estadounidense en la actualidad –algo que recae directamente en la Vicepresidencia de Estados Unidos.

Es necesario recordar que en días recientes, algunas encuestas arrojaron que el 75% del electorado del Partido Demócrata preferiría a otro candidato que no fuera Joe Biden para la elección presidencial del 2024. Por ello, quizá Nancy Pelosi quiere transmitir una señal de distanciamiento respecto del ejecutivo. De modo que un desplazamiento de poder al interior del Partido Demócrata podría explicar la controversial visita de Nacy Pelosi a Taiwán; es decir, se trataría de una consideración de política doméstica. Otra hipótesis, no obstante, es que Washington esté midiendo la reacción de Beijing ante situaciones similares en el futuro. En cualquier caso, como decía el filósofo de Ciudad Juárez, el gran Juan Gabriel: “Pero qué necesidad”.