/ lunes 2 de julio de 2018

Niñez separada de su familia en EU

La política anti migratoria Cero Tolerancia de Trump enfrentó el rechazo de la “Marcha de las Mujeres”, la cual se integró cuando asumió el encargo y que hoy han salido a protestar por la separación de niñas y niños de sus padres y madres migrantes ilegales. Las “Mujeres Desobedientes” exigen terminar con las detenciones y desintegración de las familias.

Dos días después de que la delegación mexicana de legisladoras y legisladores nos reunimos con algunos congresistas para solicitarles la pronta reunificación de las familias y el respeto a los derechos humanos de las niñas y niños, no importando su condición, más de 570 mujeres entre las que se encontraba Susan Sarandon y la congresista demócrata Pramila Jayapal protestaron en el edificio Hart del Senado, envueltas en sábanas de aluminio similares a las que usan las niñas y niños en los albergues donde el gobierno de Trump les mantiene aislados. Ahí en ese edificio tuvimos la última entrevista con un Senador republicano quien nos dijo que los adultos usan a los niños y que, por supuesto, que está de acuerdo con cerrar las fronteras.

Es verdad que hay consternación por los tratos inscritos en tortura y el trauma que les provoca a estos infantes estar separados de sus padres y madres; es cierto que una parte de la sociedad estadounidense se conmovió al conocer los videos donde están llorando asustados, pero también es real que otra parte de la sociedad justo la que llevó a Trump a la presidencia, a pesar de la consternación y presión internacional y de las críticas internas, piensan que es correcto que la ley criminalice a inmigrantes.

Por lo pronto tanto el partido republicano como el demócrata hacen un recuento del impacto electoral que tendrá este asunto de las elecciones intermediadas de noviembre, y los primeros saben que Trump ganó precisamente por el apoyo de un electorado reactivo y xenófobo ante la movilidad humana del sur y muchos no se atreven a criticarlo, salvo que ya no busquen la reelección.

También nos reunimos con el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, a quien le solicitamos que este asunto fuese llevado no sólo al Consejo Permanente para aprobar un resolutivo propuesto por el Estado mexicano, el cual urge al gobierno de Estados Unidos a la reunificación de las familias, sino que también fuese materia de la Asamblea de la OEA para su análisis a fondo, con resoluciones estructurales para la región.

El debate sobre la migración hacia Estados Unidos debe evidenciar las violaciones a los derechos humanos de niñas y niños al ser separados de sus familias y también las causas de la migración forzada.

Es necesario que la OEA analice este grave problema que afecta a muchos países de la región, incluido México. La movilidad humana desde nuestros países tiene causas inscritas en la pobreza, desempleo, conflictos armados, desplazamiento forzoso, violencia y desastres naturales; su análisis debe estar inscrito en cómo generar un desarrollo humano sostenible y nuevas políticas de migración donde la erradicación de su criminalización sea un imperativo.

La vulnerabilidad de las familias migrantes impide que se tenga certeza de cuándo se van a reunificar; no será fácil porque los menores de edad enfrentan situaciones burocráticas derivadas de la ley y muchos fueron reubicados. La crisis no será, lamentablemente, de corto plazo.

Senadora por el PRD

Angelica de la Peña

@angelicadelap


La política anti migratoria Cero Tolerancia de Trump enfrentó el rechazo de la “Marcha de las Mujeres”, la cual se integró cuando asumió el encargo y que hoy han salido a protestar por la separación de niñas y niños de sus padres y madres migrantes ilegales. Las “Mujeres Desobedientes” exigen terminar con las detenciones y desintegración de las familias.

Dos días después de que la delegación mexicana de legisladoras y legisladores nos reunimos con algunos congresistas para solicitarles la pronta reunificación de las familias y el respeto a los derechos humanos de las niñas y niños, no importando su condición, más de 570 mujeres entre las que se encontraba Susan Sarandon y la congresista demócrata Pramila Jayapal protestaron en el edificio Hart del Senado, envueltas en sábanas de aluminio similares a las que usan las niñas y niños en los albergues donde el gobierno de Trump les mantiene aislados. Ahí en ese edificio tuvimos la última entrevista con un Senador republicano quien nos dijo que los adultos usan a los niños y que, por supuesto, que está de acuerdo con cerrar las fronteras.

Es verdad que hay consternación por los tratos inscritos en tortura y el trauma que les provoca a estos infantes estar separados de sus padres y madres; es cierto que una parte de la sociedad estadounidense se conmovió al conocer los videos donde están llorando asustados, pero también es real que otra parte de la sociedad justo la que llevó a Trump a la presidencia, a pesar de la consternación y presión internacional y de las críticas internas, piensan que es correcto que la ley criminalice a inmigrantes.

Por lo pronto tanto el partido republicano como el demócrata hacen un recuento del impacto electoral que tendrá este asunto de las elecciones intermediadas de noviembre, y los primeros saben que Trump ganó precisamente por el apoyo de un electorado reactivo y xenófobo ante la movilidad humana del sur y muchos no se atreven a criticarlo, salvo que ya no busquen la reelección.

También nos reunimos con el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, a quien le solicitamos que este asunto fuese llevado no sólo al Consejo Permanente para aprobar un resolutivo propuesto por el Estado mexicano, el cual urge al gobierno de Estados Unidos a la reunificación de las familias, sino que también fuese materia de la Asamblea de la OEA para su análisis a fondo, con resoluciones estructurales para la región.

El debate sobre la migración hacia Estados Unidos debe evidenciar las violaciones a los derechos humanos de niñas y niños al ser separados de sus familias y también las causas de la migración forzada.

Es necesario que la OEA analice este grave problema que afecta a muchos países de la región, incluido México. La movilidad humana desde nuestros países tiene causas inscritas en la pobreza, desempleo, conflictos armados, desplazamiento forzoso, violencia y desastres naturales; su análisis debe estar inscrito en cómo generar un desarrollo humano sostenible y nuevas políticas de migración donde la erradicación de su criminalización sea un imperativo.

La vulnerabilidad de las familias migrantes impide que se tenga certeza de cuándo se van a reunificar; no será fácil porque los menores de edad enfrentan situaciones burocráticas derivadas de la ley y muchos fueron reubicados. La crisis no será, lamentablemente, de corto plazo.

Senadora por el PRD

Angelica de la Peña

@angelicadelap