/ sábado 27 de febrero de 2021

No es contra Félix, es contra AMLO

Los adversarios de López Obrador no escatiman temas ni recursos retóricos para sabotear el programa antineoliberal de la Cuarta Transformación encabezada por el tabasqueño. Entre esos temas está, desde luego, un particular feminismo claramente de derecha. Y también las expresiones más derechistas del ambientalismo. Y lo mismo, por supuesto, pasa con el indigenismo.

Ahora, en vísperas de la elección de gobernador en Guerrero, los enemigos de López Obrador le exigen impedir que Félix Salgado Macedonio se convierta en el candidato de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) a ese cargo en disputa.

El pretexto para esa absurda y antidemocrática exigencia consiste en acusar en los medios de comunicación a Salgado de haber violado sexualmente a varias mujeres hace muchos años. Pero en vez de encaminar judicialmente tal imputación, como haría cualquier persona, hombre o mujer, han preferido llevar el asunto al litigio mediático.

Sólo que es muy notorio que el blanco de la campaña contra Salgado no es el pintoresco guerrerense, sino el propio López Obrador. No es que la derecha piense que puede hacer realidad su exigencia. Ni que piense que podría ganar la gubernatura de Guerrero.

Se trata solamente de endilgarle a López Obrador el sambenito de antifeminista. O dicho en lenguaje moderno y alejado del sentir popular colgarle la etiqueta de político patriarcal. El conservadurismo piensa que todo sirve para desgastar al político más popular y con mayor respaldo electoral en la historia de México. Respaldo electoral, dicho sea de paso, que proviene amplia, y quizá mayoritariamente, del sector femenino de la sociedad.

¿No se habrán dado cuenta estos membretes feministas de derecha que al demandarle a López Obrador impedir la candidatura de Salgado Macedonio están reproduciendo, acaso inconscientemente, la típica conducta patriarcal de pedirle al padre, al macho de la familia, al hermano mayor, al novio, al esposo, al hombre fuerte que haga valer los derechos que esos membretes dicen procurar y defender?

Esos membretes feministas y sus voceros y reproductores en los medios de comunicación más conservadores no tardarán mucho en darse cuenta de lo fútil de su campaña de desprestigio y descalificación del Presidente de la República.

Porque, a final de cuentas, qué dirán si Salgado Macedonio obtiene el respaldo electoral que lo convierta en gobernador de Guerrero. ¿Dirán que los guerrerenses, hombres y mujeres, están equivocados? ¡Ah, las elites!


www.economiaypoliticahoy.wordpress.com

mentorferrer@gmail.com


Los adversarios de López Obrador no escatiman temas ni recursos retóricos para sabotear el programa antineoliberal de la Cuarta Transformación encabezada por el tabasqueño. Entre esos temas está, desde luego, un particular feminismo claramente de derecha. Y también las expresiones más derechistas del ambientalismo. Y lo mismo, por supuesto, pasa con el indigenismo.

Ahora, en vísperas de la elección de gobernador en Guerrero, los enemigos de López Obrador le exigen impedir que Félix Salgado Macedonio se convierta en el candidato de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) a ese cargo en disputa.

El pretexto para esa absurda y antidemocrática exigencia consiste en acusar en los medios de comunicación a Salgado de haber violado sexualmente a varias mujeres hace muchos años. Pero en vez de encaminar judicialmente tal imputación, como haría cualquier persona, hombre o mujer, han preferido llevar el asunto al litigio mediático.

Sólo que es muy notorio que el blanco de la campaña contra Salgado no es el pintoresco guerrerense, sino el propio López Obrador. No es que la derecha piense que puede hacer realidad su exigencia. Ni que piense que podría ganar la gubernatura de Guerrero.

Se trata solamente de endilgarle a López Obrador el sambenito de antifeminista. O dicho en lenguaje moderno y alejado del sentir popular colgarle la etiqueta de político patriarcal. El conservadurismo piensa que todo sirve para desgastar al político más popular y con mayor respaldo electoral en la historia de México. Respaldo electoral, dicho sea de paso, que proviene amplia, y quizá mayoritariamente, del sector femenino de la sociedad.

¿No se habrán dado cuenta estos membretes feministas de derecha que al demandarle a López Obrador impedir la candidatura de Salgado Macedonio están reproduciendo, acaso inconscientemente, la típica conducta patriarcal de pedirle al padre, al macho de la familia, al hermano mayor, al novio, al esposo, al hombre fuerte que haga valer los derechos que esos membretes dicen procurar y defender?

Esos membretes feministas y sus voceros y reproductores en los medios de comunicación más conservadores no tardarán mucho en darse cuenta de lo fútil de su campaña de desprestigio y descalificación del Presidente de la República.

Porque, a final de cuentas, qué dirán si Salgado Macedonio obtiene el respaldo electoral que lo convierta en gobernador de Guerrero. ¿Dirán que los guerrerenses, hombres y mujeres, están equivocados? ¡Ah, las elites!


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