/ miércoles 12 de mayo de 2021

No se vale

No se vale olvidar la tragedia del 3M. Cortos de memoria, podría suceder lo mismo que con otros hechos que han conmovido a la sociedad: otra nota desaparece la que en verdad es trascendente. Será más difícil, en virtud de los miles de personas que utilizaban este tramo de la Línea 12 y ahora vuelven al horror de trayectos a casa y al trabajo, interminables.

Menos se vale olvidar a las 26 personas que murieron por la rapiña, la irresponsabilidad, la negligencia y la “austeridad Franciscana”, de esta 4T y los tantos funcionaretes del presente y del pasado, involucrados.

No se vale tener un Presidente que manda “al carajo”, a quienes le cuestionan el por qué no se hizo presente en Tláhuac, ni en los hospitales adonde fueron a dar más de 70 heridos. La piel de elefante del interfecto es una auténtica bofetada al corazón de ese pueblo, al que tanto mienta y solo usa.

No se vale la falta de respuesta inmediata, a quienes buscaban con desesperación a familiares que sabían que viajaban en el mortal transporte. Caos para encontrar al herido e imposibilidad de que se le hiciera la cirugía esencial, en vista de la falta de insumos en los hospitales. Exigencia de que se aportaran los costosos materiales, a quienes viven en la precariedad.

No se vale que, la patética Claudia publicitara su compra del silencio de los deudos, prometiendo el doble de indemnización. Voto a cambio de dádivas.

No se vale el que no haya habido una sola renuncia y se respalde y solape a presuntos culpables –como Florencia Serranía, directora del Metro y la propia Sheinbaum-. La Jefa de la CDMX, encubre los criminales errores de su subordinada, quien acumula el mayor número de “accidentes” en el Sistema (Caída de escaleras eléctricas, dos muertos y decenas de heridos, choque de dos trenes, un muerto y cuatro heridos; incendio en el Puesto Central de Control, un muerto y 31 intoxicados, 26 fallecidos en Tláhuac y más de 70 heridos, entre otros).

Se acumula el número de pérdidas fatales, a partir de su nombramiento, sin remediar las deficiencias en el mantenimiento.

No se vale que el emperador de Palacio, desesperado por no poder echarle la culpa al pasado, de algo que remite a la llegada del PRD y Morena a la CDMX, se lance contra Mexicanos contra la Corrupción, los acuse de “complotistas” contra su mandato y le exija cuentas a Estados Unidos, por sus aportaciones a quienes han hecho una tarea ejemplar.

Gracias a ellos, AMLO tiene en la cárcel, por la Estafa Maestra que destaparon, a su aborrecida Rosario Robles. Confirma la nula importancia que le da a la lucha contra la corrupción y arremete contra quienes lo beneficiaron haciendo pública la podredumbre del peñanietismo, que mucho usó en su campaña. En eso quedó: prometía, a sabiendas de que no iba a cumplir.

No se vale que, desde las mañaneras y sus paseíllos por el Sureste, interfiera en las elecciones como lo hace. Tres días seguidos atacó al candidato priísta a la gubernatura de Nuevo León, el que esperemos que gane porque, a quien va a la cabeza –Samuel García-, bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, notorio, lo compró.

Menos se vale que reciba al Presidente de la Suprema Corte (El lacayo Zaldívar) en el mismísimo Palacio, a sabiendas de que es contrario a la ley. El vergonzante ministro rompe las peores expectativas de corrupción.

¿Y era espectáculo acompañar y consolar a los dolientes? Lo que no se vale es tener un presidente así.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq

No se vale olvidar la tragedia del 3M. Cortos de memoria, podría suceder lo mismo que con otros hechos que han conmovido a la sociedad: otra nota desaparece la que en verdad es trascendente. Será más difícil, en virtud de los miles de personas que utilizaban este tramo de la Línea 12 y ahora vuelven al horror de trayectos a casa y al trabajo, interminables.

Menos se vale olvidar a las 26 personas que murieron por la rapiña, la irresponsabilidad, la negligencia y la “austeridad Franciscana”, de esta 4T y los tantos funcionaretes del presente y del pasado, involucrados.

No se vale tener un Presidente que manda “al carajo”, a quienes le cuestionan el por qué no se hizo presente en Tláhuac, ni en los hospitales adonde fueron a dar más de 70 heridos. La piel de elefante del interfecto es una auténtica bofetada al corazón de ese pueblo, al que tanto mienta y solo usa.

No se vale la falta de respuesta inmediata, a quienes buscaban con desesperación a familiares que sabían que viajaban en el mortal transporte. Caos para encontrar al herido e imposibilidad de que se le hiciera la cirugía esencial, en vista de la falta de insumos en los hospitales. Exigencia de que se aportaran los costosos materiales, a quienes viven en la precariedad.

No se vale que, la patética Claudia publicitara su compra del silencio de los deudos, prometiendo el doble de indemnización. Voto a cambio de dádivas.

No se vale el que no haya habido una sola renuncia y se respalde y solape a presuntos culpables –como Florencia Serranía, directora del Metro y la propia Sheinbaum-. La Jefa de la CDMX, encubre los criminales errores de su subordinada, quien acumula el mayor número de “accidentes” en el Sistema (Caída de escaleras eléctricas, dos muertos y decenas de heridos, choque de dos trenes, un muerto y cuatro heridos; incendio en el Puesto Central de Control, un muerto y 31 intoxicados, 26 fallecidos en Tláhuac y más de 70 heridos, entre otros).

Se acumula el número de pérdidas fatales, a partir de su nombramiento, sin remediar las deficiencias en el mantenimiento.

No se vale que el emperador de Palacio, desesperado por no poder echarle la culpa al pasado, de algo que remite a la llegada del PRD y Morena a la CDMX, se lance contra Mexicanos contra la Corrupción, los acuse de “complotistas” contra su mandato y le exija cuentas a Estados Unidos, por sus aportaciones a quienes han hecho una tarea ejemplar.

Gracias a ellos, AMLO tiene en la cárcel, por la Estafa Maestra que destaparon, a su aborrecida Rosario Robles. Confirma la nula importancia que le da a la lucha contra la corrupción y arremete contra quienes lo beneficiaron haciendo pública la podredumbre del peñanietismo, que mucho usó en su campaña. En eso quedó: prometía, a sabiendas de que no iba a cumplir.

No se vale que, desde las mañaneras y sus paseíllos por el Sureste, interfiera en las elecciones como lo hace. Tres días seguidos atacó al candidato priísta a la gubernatura de Nuevo León, el que esperemos que gane porque, a quien va a la cabeza –Samuel García-, bajo las siglas de Movimiento Ciudadano, notorio, lo compró.

Menos se vale que reciba al Presidente de la Suprema Corte (El lacayo Zaldívar) en el mismísimo Palacio, a sabiendas de que es contrario a la ley. El vergonzante ministro rompe las peores expectativas de corrupción.

¿Y era espectáculo acompañar y consolar a los dolientes? Lo que no se vale es tener un presidente así.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq