/ viernes 4 de febrero de 2022

No solo estamos en recesión técnica, estamos en regresión endémica 

A partir de los datos preliminares del INEGI, México entró en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos con retroceso.

La convención internacional califica como recesión técnica cuando disminuye el PIB por dos trimestres consecuticos lo cual ya ocurrió en el tercer trimestre de 2021 (el PIB se redujo -0.4%) y el cuarto trimestre ( -0.1%).

Aun cuando es preliminar y prematuro para dimensionar la profundidad y duración del retroceso, esos datos ya provocaron un ajuste a la baja de las estimaciones de crecimiento, de consumo, inversión, recaudación y empleo para este año 2022.

Los datos duros impactaron negativamente las expectativas del desarrollo económico del país. Las proyecciones para este año 2022 ya se encuentran a menos de la mitad de lo proyectado por el gobierno federal.

Este gobierno siempre se ha quedado lejos de sus estimaciones de crecimiento: en 2019 presupuestó crecer 2% y decrecimos -0.1%, en 2020 estimaba 2% y decrecimos -8.5%, en el 2021 estimaba +6.3% pero en el segundo semestre se presentó la recesión técnica por lo que quedará en 5%. Para el 2022 sostiene que creceremos un 4.1 y el FMI estima 2.8%. y algunas firmas estiman 1.5%

Esa falta de capacidad para alcanzar los resultados ofertados y presupuestados desde el gobierno en materia económica, también se ha repetido en materia de producción petrolera, de abasto de medicamentos, proyectos y montos inversión pública y privada, disminución de homicidios violentos, feminicidios, asesinato de periodistas.

El balance es negativo en términos generales para lo alcanzado en ese gobierno que aspiraba a la gran transformación. El ambicioso proyecto de nacion quedó reducido a buenas intenciones.

La pobreza y la desigualdad, disminuyeron más con programas como PROSPERA, INDESOL, Estancias Infantiles y Seguro Popular que con el INSABI y las tandas del bienestar, sembrando vida, las becas jóvenes escribiendo y construyendo el futuro.

Todos estos nuevos programas tienen menor cobertura y sobre todo menor impacto respecto a los programas desmantelados.

Hay que reconocer que en el caso del programa de pensiones mayores, si representa un gran avance en cobertura y monto de transferencias respecto a los programas de los gobiernos anteriores. Incluso en el tema de los apoyos a las personas con alguna discapacidad aumentaron el monto aunque se quedó muy acotado a uno de cada cinco personas con discapacidad en el país recibe este apoyo.

Siendo el presidente que ha tenidoel presupuesto mas grande de la historia del país sorprende el dato del investigador Ernesto Jaramillo-Molina que desmiente el dicho del presidente Lopez Obrador que sostiene que el 50% de los hogares (mas de 30 millones de personas) reciben apoyos de programas sociales. La cobertura revelada en la Encuesta Nacional de Empleo estima que es mucho menor: alrededor de 15 a 20 millones menos de beneficiarios. Solo el 30% de los hogares, reconoce haber recibido apoyo de algun programa social. (igual que en 2015)

No solo estamos en recesión técnica, estamos en regresión, endémica y generalizada, sin que se enciendan las alertas sociales, gracias al control de la agenda pública y la narrativa de las mañaneras que logran que un amplio sector de la población mantienga la esperanza de que las cosas mejorarán.

Tenemos un gran reto de pedagogía politica para generar una conciencia del deterioro que enfrentamos, que se exacerbará con la inflación y el aumento de la violencia.

Estamos en regresión, pero debemos empezar por reconocerlo para avanzar.

A partir de los datos preliminares del INEGI, México entró en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos con retroceso.

La convención internacional califica como recesión técnica cuando disminuye el PIB por dos trimestres consecuticos lo cual ya ocurrió en el tercer trimestre de 2021 (el PIB se redujo -0.4%) y el cuarto trimestre ( -0.1%).

Aun cuando es preliminar y prematuro para dimensionar la profundidad y duración del retroceso, esos datos ya provocaron un ajuste a la baja de las estimaciones de crecimiento, de consumo, inversión, recaudación y empleo para este año 2022.

Los datos duros impactaron negativamente las expectativas del desarrollo económico del país. Las proyecciones para este año 2022 ya se encuentran a menos de la mitad de lo proyectado por el gobierno federal.

Este gobierno siempre se ha quedado lejos de sus estimaciones de crecimiento: en 2019 presupuestó crecer 2% y decrecimos -0.1%, en 2020 estimaba 2% y decrecimos -8.5%, en el 2021 estimaba +6.3% pero en el segundo semestre se presentó la recesión técnica por lo que quedará en 5%. Para el 2022 sostiene que creceremos un 4.1 y el FMI estima 2.8%. y algunas firmas estiman 1.5%

Esa falta de capacidad para alcanzar los resultados ofertados y presupuestados desde el gobierno en materia económica, también se ha repetido en materia de producción petrolera, de abasto de medicamentos, proyectos y montos inversión pública y privada, disminución de homicidios violentos, feminicidios, asesinato de periodistas.

El balance es negativo en términos generales para lo alcanzado en ese gobierno que aspiraba a la gran transformación. El ambicioso proyecto de nacion quedó reducido a buenas intenciones.

La pobreza y la desigualdad, disminuyeron más con programas como PROSPERA, INDESOL, Estancias Infantiles y Seguro Popular que con el INSABI y las tandas del bienestar, sembrando vida, las becas jóvenes escribiendo y construyendo el futuro.

Todos estos nuevos programas tienen menor cobertura y sobre todo menor impacto respecto a los programas desmantelados.

Hay que reconocer que en el caso del programa de pensiones mayores, si representa un gran avance en cobertura y monto de transferencias respecto a los programas de los gobiernos anteriores. Incluso en el tema de los apoyos a las personas con alguna discapacidad aumentaron el monto aunque se quedó muy acotado a uno de cada cinco personas con discapacidad en el país recibe este apoyo.

Siendo el presidente que ha tenidoel presupuesto mas grande de la historia del país sorprende el dato del investigador Ernesto Jaramillo-Molina que desmiente el dicho del presidente Lopez Obrador que sostiene que el 50% de los hogares (mas de 30 millones de personas) reciben apoyos de programas sociales. La cobertura revelada en la Encuesta Nacional de Empleo estima que es mucho menor: alrededor de 15 a 20 millones menos de beneficiarios. Solo el 30% de los hogares, reconoce haber recibido apoyo de algun programa social. (igual que en 2015)

No solo estamos en recesión técnica, estamos en regresión, endémica y generalizada, sin que se enciendan las alertas sociales, gracias al control de la agenda pública y la narrativa de las mañaneras que logran que un amplio sector de la población mantienga la esperanza de que las cosas mejorarán.

Tenemos un gran reto de pedagogía politica para generar una conciencia del deterioro que enfrentamos, que se exacerbará con la inflación y el aumento de la violencia.

Estamos en regresión, pero debemos empezar por reconocerlo para avanzar.