/ lunes 13 de agosto de 2018

Nosotrxs | Discriminación y democracia

Por: Cristopher Echenique


Quien niegue que la discriminación existe en México, en el mejor de los casos es poco observador, sino es que un agente discriminador inconsciente. Para muestra, basta voltear a ver los resultados de la última Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS),que permite reconocer la prevalencia de la discriminación y sus diversas manifestaciones. La encuesta fue realizada por el INEGI en coordinación con CONAPRED, CNDH, UNAM y CONACyT.

Lo que evidencia esta encuesta es que, aún a finales de la segunda década del siglo XXI, hay millones de individuos a los cuales se les excluye por motivos como el sexo, la edad, origen étnico, apariencia, nacionalidad, preferencia sexual, discapacidad, entre otras.

Los resultados reflejan que somos una sociedad con intensas prácticas de exclusión y desprecio hacia ciertos grupos. Esta discriminación está fuertemente enraizada y asumida en lo colectivo y se reproduce por medio de valores culturales.

Los artículos 1º, 2º y 4º de nuestra Carta Magna están dedicados al tema de garantías constitucionales en contra de la discriminación; sin embargo, una de cada cinco personas mayores de edad en México fueron discriminadas durante 2017, principalmente por motivos relacionados con su apariencia física, su arreglo personal, su edad o por profesar una religión distinta a la preponderante, según revela la Encuesta que fue presentada esta semana.

Es importante reflexionar sobre los efectos de la discriminación en la vida de las personas: son altamente negativos, tienen que ver con la pérdida de derechos y la desigualdad para acceder a ellos; ello influye en que las personas vivan en aislamiento y violencia.

Los índices de discriminación están directamente relacionados con los de democracia, pues los prejuicios limitan derechos y el acceso a prestaciones básicas, como salud y vivienda.

Por ello, la lucha contra ese flagelo no solo depende de las leyes y autoridades, sino que requiere la participación de toda la población para que haya una sociedad plural, igualitaria e incluyente.

El panorama de la discriminación en México que ilustra la ENADIS más actual empeora si se amplía el rango a los últimos cinco años: hasta 23% de las personas encuestadas el año pasado señalaron que se les negó sin justificación algún derecho en ese periodo, principalmente acceso a programas sociales, atención médica, servicios de gobierno, créditos de vivienda y la entrada a algún establecimiento comercial.

Las trabajadoras del hogar son uno de los sectores más vulnerables. Nueve de cada 10 destacó que su labor es poco valorada por la gente, 87.7% mencionó que no cuenta con prestaciones laborales y 57.1% de ellas dijo que se respetan poco o nada sus derechos.

Ante esta realidad, se requieren tres elementos: educación para la convivencia de la diversidad, políticas públicas para construir las condiciones institucionales que igualen a las personas y normas para sancionar a quienes discriminan.

Precisamente el movimiento Nosotrxs surge con la necesidad de contribuir a la solución de los problemas que nos afectan a todas y todos: corrupción, desigualdad, discriminación e impunidad, ante los cuales no podemos permanecer indiferentes.

Una de las más importantes coincidencias entre los colectivos de Nosotrxs es que utilizamos el marco normativo para generar ciudadanía. Es imperativo conocernos de mejor manera, confrontar nuestra realidad y entender que la igualdad es el sentido primigenio de la democracia. Somos una sola raza: la humana, y por lo tanto todas y todos merecemos gozar de los mismos derechos.

@NosotrosMX


Por: Cristopher Echenique


Quien niegue que la discriminación existe en México, en el mejor de los casos es poco observador, sino es que un agente discriminador inconsciente. Para muestra, basta voltear a ver los resultados de la última Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS),que permite reconocer la prevalencia de la discriminación y sus diversas manifestaciones. La encuesta fue realizada por el INEGI en coordinación con CONAPRED, CNDH, UNAM y CONACyT.

Lo que evidencia esta encuesta es que, aún a finales de la segunda década del siglo XXI, hay millones de individuos a los cuales se les excluye por motivos como el sexo, la edad, origen étnico, apariencia, nacionalidad, preferencia sexual, discapacidad, entre otras.

Los resultados reflejan que somos una sociedad con intensas prácticas de exclusión y desprecio hacia ciertos grupos. Esta discriminación está fuertemente enraizada y asumida en lo colectivo y se reproduce por medio de valores culturales.

Los artículos 1º, 2º y 4º de nuestra Carta Magna están dedicados al tema de garantías constitucionales en contra de la discriminación; sin embargo, una de cada cinco personas mayores de edad en México fueron discriminadas durante 2017, principalmente por motivos relacionados con su apariencia física, su arreglo personal, su edad o por profesar una religión distinta a la preponderante, según revela la Encuesta que fue presentada esta semana.

Es importante reflexionar sobre los efectos de la discriminación en la vida de las personas: son altamente negativos, tienen que ver con la pérdida de derechos y la desigualdad para acceder a ellos; ello influye en que las personas vivan en aislamiento y violencia.

Los índices de discriminación están directamente relacionados con los de democracia, pues los prejuicios limitan derechos y el acceso a prestaciones básicas, como salud y vivienda.

Por ello, la lucha contra ese flagelo no solo depende de las leyes y autoridades, sino que requiere la participación de toda la población para que haya una sociedad plural, igualitaria e incluyente.

El panorama de la discriminación en México que ilustra la ENADIS más actual empeora si se amplía el rango a los últimos cinco años: hasta 23% de las personas encuestadas el año pasado señalaron que se les negó sin justificación algún derecho en ese periodo, principalmente acceso a programas sociales, atención médica, servicios de gobierno, créditos de vivienda y la entrada a algún establecimiento comercial.

Las trabajadoras del hogar son uno de los sectores más vulnerables. Nueve de cada 10 destacó que su labor es poco valorada por la gente, 87.7% mencionó que no cuenta con prestaciones laborales y 57.1% de ellas dijo que se respetan poco o nada sus derechos.

Ante esta realidad, se requieren tres elementos: educación para la convivencia de la diversidad, políticas públicas para construir las condiciones institucionales que igualen a las personas y normas para sancionar a quienes discriminan.

Precisamente el movimiento Nosotrxs surge con la necesidad de contribuir a la solución de los problemas que nos afectan a todas y todos: corrupción, desigualdad, discriminación e impunidad, ante los cuales no podemos permanecer indiferentes.

Una de las más importantes coincidencias entre los colectivos de Nosotrxs es que utilizamos el marco normativo para generar ciudadanía. Es imperativo conocernos de mejor manera, confrontar nuestra realidad y entender que la igualdad es el sentido primigenio de la democracia. Somos una sola raza: la humana, y por lo tanto todas y todos merecemos gozar de los mismos derechos.

@NosotrosMX