/ sábado 28 de abril de 2018

Notimex: Imagen de México en el mundo (IV)

El mes de diciembre de 1968 nos lo pasamos haciendo pruebas al aire después de las cero horas, que era la disposición oficial. El primero de enero de 1969 el Canal 8 salió al aire a partir de las 4 de la tarde, y a las 22 horas estaba programado el Teleperiódico Notimex-El Día, a color. Fue una emoción única, algo que difícilmente se puede expresar y que difícilmente se puede repetir. Nuestros anhelos se hicieron realidad; fuimos iniciadores de la comunicación periodística en televisión a color. Sí señor, sí había valido la pena fundar Notimex y dejar la Preparatoria de los Insurgentes para otro tiempo.

Jesús Terán y yo nos apersonábamos en el Canal desde las 15 horas. Empezábamos a seleccionar los cables que formarían el libreto de los conductores (recuérdese que el teleprompter aún estaba lejano). Y además elegíamos los “shots” de película que serían embobinados para ir al telecine e ilustrar las notas. Los “shots” venían en positivo o negativo y deberíamos estar atentos en el “master” para informar al joven ingeniero Mario Aguilar del cambio de polaridad de cada imagen.

Nuestro equipo de camarógrafos de cine (recuérdese que no existía el video tape portátil) y los servicios fílmicos de agencias extranjeras, nos proporcionaban los “shots”, la imagen. La producción y dirección del noticiario la hicieron, en su momento, jóvenes impetuosos que hoy ya han traspasado el umbral de la fama y han sido muy conocidos en el mundo de la televisión: Salvador Ortiz, Gustavo Zozaya, Alberto del Bosque, Américo Solé, Guillermo Núñez. (continuaré)

El Teleperiódico era hablado por dos excelentes locutores: Jorge Kellog y Arturo Ibáñez. Posteriormente se incorporaron Lolita Ayala, Talina Fernández, Guillermo Ochoa y otros. Debo recordar que Lolita Ayala se apersonó un día en las oficinas de Notimex representando a la empresa Olivetti de máquinas de escribir; corría el año de 1969. Ver su rostro e imaginarla en pantalla se hizo realidad en un dos por tres. La acompañé al Canal 8 para hacer su prueba de rostro. Lolita, Ochoa, y muchos compañeros más vieron en Notimex las primeras luces de la comunicación.

Pues bien, en aquel noticiario de televisión se incluyó una sección, novedosa y precursora, de comentarios sobre la vida nacional. Una sección editorial, pues. Hoy en día varios noticiarios cuentan con sección de editorialistas. El Teleperiódico tenía cada día un comentarista; Oscar Flores Tapia (quien luego fue gobernador de Coahuila), Raúl Carrancá y Rivas (destacadísimo jurista), Carlos Tornero Díaz (Psiquiatra y Analista), Miguel Bueno y Malo (director del INBA), Raymundo Ramos (Comunicólogo).

Nuestro comentarista de deportes era un jovencito comunicador, animoso y buen memorista, Eduardo Andrade (predecesor mío en la PGR como Director General de Comunicación Social, y hoy político destacado y compañero de páginas editoriales en El Sol de México). Era un grupo heterogéneo de especialistas, pero homogéneo en sus deseos de superación y participación en un naciente y valioso proyecto: el sistema de comunicación del Gobierno Mexicano. Y Notimex ya estaba allí, como precursor en su tarea.

En octubre de 1969 fue lanzada la candidatura de Luis Echeverría a la Presidencia de México, y se inició la gira electoral que ha sido la más extensa hasta ahora, ya que prácticamente abarcó todo el territorio nacional y la que requirió más de los recursos modernos de la comunicación. Participar en esa gira fue una de las inolvidables experiencias de mi vida; primero, por recorrer y conocer mi país, sus habitantes, sus costumbres, sus paisajes, sus misterios; segundo, por sumergirnos en el mundo intrincado de la política partidista, que tiene como principal vitrina la campaña presidencial cada seis años; tercero, por sentirnos parte del aparato informativo más importante del país en esos momentos; y cuarto, por el orgullo de ser mexicanos.

Notimex participó con su equipo de reporteros y camarógrafos. Teníamos dos vehículos: un laboratorio de revelado de películas de 16 milímetros a color, montado sobre una unidad móvil; y además una planta portátil de energía eléctrica, también instalada en un pequeño camión, y que estaba dotada de reflectores para iluminar los sitios de reuniones públicas al paso del candidato. En aquel año solo había, en el mundo, otro laboratorio portable de revelado, que estaba posicionado en Vietnam transmitiendo, vía satélite, las barbaries de la guerra.

Todos los días de la campaña, Alberto Rodríguez y Alfonso Alvarado se turnaban para levantar imágenes de los actos de campaña del candidato. Los rollos de película de 1,600 pies se introducían en el laboratorio portátil de revelado. Casi todas las noches el candidato pedía que se le proyectaran las imágenes de las labores del día. Andaba yo provisto de proyector, bobinas, pantalla y 2 ó 3 focos. (continuaré)


Premio Nacional de Periodismo

Fundador de Notimex

pacofonn@yahoo.com.mx

El mes de diciembre de 1968 nos lo pasamos haciendo pruebas al aire después de las cero horas, que era la disposición oficial. El primero de enero de 1969 el Canal 8 salió al aire a partir de las 4 de la tarde, y a las 22 horas estaba programado el Teleperiódico Notimex-El Día, a color. Fue una emoción única, algo que difícilmente se puede expresar y que difícilmente se puede repetir. Nuestros anhelos se hicieron realidad; fuimos iniciadores de la comunicación periodística en televisión a color. Sí señor, sí había valido la pena fundar Notimex y dejar la Preparatoria de los Insurgentes para otro tiempo.

Jesús Terán y yo nos apersonábamos en el Canal desde las 15 horas. Empezábamos a seleccionar los cables que formarían el libreto de los conductores (recuérdese que el teleprompter aún estaba lejano). Y además elegíamos los “shots” de película que serían embobinados para ir al telecine e ilustrar las notas. Los “shots” venían en positivo o negativo y deberíamos estar atentos en el “master” para informar al joven ingeniero Mario Aguilar del cambio de polaridad de cada imagen.

Nuestro equipo de camarógrafos de cine (recuérdese que no existía el video tape portátil) y los servicios fílmicos de agencias extranjeras, nos proporcionaban los “shots”, la imagen. La producción y dirección del noticiario la hicieron, en su momento, jóvenes impetuosos que hoy ya han traspasado el umbral de la fama y han sido muy conocidos en el mundo de la televisión: Salvador Ortiz, Gustavo Zozaya, Alberto del Bosque, Américo Solé, Guillermo Núñez. (continuaré)

El Teleperiódico era hablado por dos excelentes locutores: Jorge Kellog y Arturo Ibáñez. Posteriormente se incorporaron Lolita Ayala, Talina Fernández, Guillermo Ochoa y otros. Debo recordar que Lolita Ayala se apersonó un día en las oficinas de Notimex representando a la empresa Olivetti de máquinas de escribir; corría el año de 1969. Ver su rostro e imaginarla en pantalla se hizo realidad en un dos por tres. La acompañé al Canal 8 para hacer su prueba de rostro. Lolita, Ochoa, y muchos compañeros más vieron en Notimex las primeras luces de la comunicación.

Pues bien, en aquel noticiario de televisión se incluyó una sección, novedosa y precursora, de comentarios sobre la vida nacional. Una sección editorial, pues. Hoy en día varios noticiarios cuentan con sección de editorialistas. El Teleperiódico tenía cada día un comentarista; Oscar Flores Tapia (quien luego fue gobernador de Coahuila), Raúl Carrancá y Rivas (destacadísimo jurista), Carlos Tornero Díaz (Psiquiatra y Analista), Miguel Bueno y Malo (director del INBA), Raymundo Ramos (Comunicólogo).

Nuestro comentarista de deportes era un jovencito comunicador, animoso y buen memorista, Eduardo Andrade (predecesor mío en la PGR como Director General de Comunicación Social, y hoy político destacado y compañero de páginas editoriales en El Sol de México). Era un grupo heterogéneo de especialistas, pero homogéneo en sus deseos de superación y participación en un naciente y valioso proyecto: el sistema de comunicación del Gobierno Mexicano. Y Notimex ya estaba allí, como precursor en su tarea.

En octubre de 1969 fue lanzada la candidatura de Luis Echeverría a la Presidencia de México, y se inició la gira electoral que ha sido la más extensa hasta ahora, ya que prácticamente abarcó todo el territorio nacional y la que requirió más de los recursos modernos de la comunicación. Participar en esa gira fue una de las inolvidables experiencias de mi vida; primero, por recorrer y conocer mi país, sus habitantes, sus costumbres, sus paisajes, sus misterios; segundo, por sumergirnos en el mundo intrincado de la política partidista, que tiene como principal vitrina la campaña presidencial cada seis años; tercero, por sentirnos parte del aparato informativo más importante del país en esos momentos; y cuarto, por el orgullo de ser mexicanos.

Notimex participó con su equipo de reporteros y camarógrafos. Teníamos dos vehículos: un laboratorio de revelado de películas de 16 milímetros a color, montado sobre una unidad móvil; y además una planta portátil de energía eléctrica, también instalada en un pequeño camión, y que estaba dotada de reflectores para iluminar los sitios de reuniones públicas al paso del candidato. En aquel año solo había, en el mundo, otro laboratorio portable de revelado, que estaba posicionado en Vietnam transmitiendo, vía satélite, las barbaries de la guerra.

Todos los días de la campaña, Alberto Rodríguez y Alfonso Alvarado se turnaban para levantar imágenes de los actos de campaña del candidato. Los rollos de película de 1,600 pies se introducían en el laboratorio portátil de revelado. Casi todas las noches el candidato pedía que se le proyectaran las imágenes de las labores del día. Andaba yo provisto de proyector, bobinas, pantalla y 2 ó 3 focos. (continuaré)


Premio Nacional de Periodismo

Fundador de Notimex

pacofonn@yahoo.com.mx