/ martes 15 de agosto de 2023

Nuevas tecnologías, desafío de la industria

Por Esperanza Ortega Azar

Hablar de la adopción de nuevas tecnologías, y cómo estas son claves en la transformación y crecimiento de la industria mexicana, nos lleva, sin duda, a dos escenarios posibles: una que tiene que ver con casos de éxito y áreas de oportunidad, y la otra definitivamente a los desafíos, que debemos enfrentar.

En este contexto, habré de referirme a la Industria 4.0. Esta se presenta como una nueva revolución industrial, caracterizada por la digitalización de procesos y la interacción de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el Internet, la robótica y la impresión en 3D, entre otros.

México, como país en vías de desarrollo, enfrenta diversos desafíos para aprovechar plenamente esta transformación y posicionarse a la vanguardia de la innovación. Tres de los principales retos que debe resolver para lograrlo son la falta de formación de capital humano en nuevas tecnologías, la insuficiente conectividad y el bajo nivel de inversión en tecnología.

Aunque la manufactura del país es competitiva debido a los bajos costos de mano de obra, la implementación de tecnologías digitales requerirá capacidades y habilidades más avanzadas. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solo el 1.5% de los adultos mexicanos posee las competencias más altas para resolver problemas bajo entornos tecnológicos, en comparación con el promedio del 5.1% obtenido por la organización en 2019. La capacitación del personal se convierte así en una tarea pendiente para asegurar una transición exitosa hacia la Industria 4.0.

La conectividad es otro obstáculo para México en su camino hacia la cuarta revolución industrial. Es cierto que el país ha avanzado en infraestructura de tecnologías de la información, pero todavía existe una brecha digital significativa. Según un informe de The Competitive Intelligence Unit, hacia finales de 2022, 5.6 millones de personas en México no tenían acceso a Internet, sobre todo en los niveles socioeconómicos más bajos.

Esta falta de conectividad puede limitar el acceso a la información y datos necesarios para explotar el potencial del Big Data y estudiar patrones de demanda, una de las características esenciales de la Industria 4.0.

Superar esta "discapacidad digital" se vuelve fundamental para impulsar la innovación en la manufactura y otros sectores.

Aunado a lo anterior, y a pesar de los esfuerzos realizados para aumentar el gasto en investigación y desarrollo, el porcentaje del PIB destinado a esta área sigue siendo inferior al promedio de la OCDE.

El país debe centrarse en estimular y facilitar una rápida y masiva adopción de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, a través de acciones de política pública concretas. Es fundamental que tanto el sector empresarial como el gobierno inviertan en centros de investigación y desarrollo, y que se fomente la colaboración entre empresas, gobiernos y universidades para impulsar el talento y la innovación en torno a la Industria 4.0.

A pesar de los retos, México tiene la oportunidad de aprovechar al máximo los beneficios de la Industria 4.0 si se toman las medidas adecuadas.

La transformación digital de los procesos industriales, insisto, puede impulsar la eficiencia, la productividad y la competitividad del país en el mercado global.

Es crucial que México se enfoque en el desarrollo de capital humano altamente capacitado, mejore la conectividad y aumente la inversión en tecnología y en investigación y desarrollo.

Solo así podrá posicionarse como un actor relevante en la cuarta revolución industrial y garantizar un futuro prometedor para su economía y su sociedad en general. La colaboración entre todos los actores involucrados será fundamental para enfrentar este desafío y alcanzar un futuro próspero en la era de la Industria 4.0.

No hay que olvidar, por ejemplo, que las nuevas tecnologías y plataformas digitales ofrecen oportunidades sin precedentes para democratizar el acceso a la educación financiera que, a la par, impulsan la modernización y la transformación que son por supuesto imperativos para crecer y llevarnos a los casos de éxito que todos anhelamos. Aquí recalco que la Cámara Nacional de la Industria de Transformación se encuentra lista para iniciar con la cuarta revolución industrial en México.


Por Esperanza Ortega Azar

Hablar de la adopción de nuevas tecnologías, y cómo estas son claves en la transformación y crecimiento de la industria mexicana, nos lleva, sin duda, a dos escenarios posibles: una que tiene que ver con casos de éxito y áreas de oportunidad, y la otra definitivamente a los desafíos, que debemos enfrentar.

En este contexto, habré de referirme a la Industria 4.0. Esta se presenta como una nueva revolución industrial, caracterizada por la digitalización de procesos y la interacción de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el Internet, la robótica y la impresión en 3D, entre otros.

México, como país en vías de desarrollo, enfrenta diversos desafíos para aprovechar plenamente esta transformación y posicionarse a la vanguardia de la innovación. Tres de los principales retos que debe resolver para lograrlo son la falta de formación de capital humano en nuevas tecnologías, la insuficiente conectividad y el bajo nivel de inversión en tecnología.

Aunque la manufactura del país es competitiva debido a los bajos costos de mano de obra, la implementación de tecnologías digitales requerirá capacidades y habilidades más avanzadas. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solo el 1.5% de los adultos mexicanos posee las competencias más altas para resolver problemas bajo entornos tecnológicos, en comparación con el promedio del 5.1% obtenido por la organización en 2019. La capacitación del personal se convierte así en una tarea pendiente para asegurar una transición exitosa hacia la Industria 4.0.

La conectividad es otro obstáculo para México en su camino hacia la cuarta revolución industrial. Es cierto que el país ha avanzado en infraestructura de tecnologías de la información, pero todavía existe una brecha digital significativa. Según un informe de The Competitive Intelligence Unit, hacia finales de 2022, 5.6 millones de personas en México no tenían acceso a Internet, sobre todo en los niveles socioeconómicos más bajos.

Esta falta de conectividad puede limitar el acceso a la información y datos necesarios para explotar el potencial del Big Data y estudiar patrones de demanda, una de las características esenciales de la Industria 4.0.

Superar esta "discapacidad digital" se vuelve fundamental para impulsar la innovación en la manufactura y otros sectores.

Aunado a lo anterior, y a pesar de los esfuerzos realizados para aumentar el gasto en investigación y desarrollo, el porcentaje del PIB destinado a esta área sigue siendo inferior al promedio de la OCDE.

El país debe centrarse en estimular y facilitar una rápida y masiva adopción de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, a través de acciones de política pública concretas. Es fundamental que tanto el sector empresarial como el gobierno inviertan en centros de investigación y desarrollo, y que se fomente la colaboración entre empresas, gobiernos y universidades para impulsar el talento y la innovación en torno a la Industria 4.0.

A pesar de los retos, México tiene la oportunidad de aprovechar al máximo los beneficios de la Industria 4.0 si se toman las medidas adecuadas.

La transformación digital de los procesos industriales, insisto, puede impulsar la eficiencia, la productividad y la competitividad del país en el mercado global.

Es crucial que México se enfoque en el desarrollo de capital humano altamente capacitado, mejore la conectividad y aumente la inversión en tecnología y en investigación y desarrollo.

Solo así podrá posicionarse como un actor relevante en la cuarta revolución industrial y garantizar un futuro prometedor para su economía y su sociedad en general. La colaboración entre todos los actores involucrados será fundamental para enfrentar este desafío y alcanzar un futuro próspero en la era de la Industria 4.0.

No hay que olvidar, por ejemplo, que las nuevas tecnologías y plataformas digitales ofrecen oportunidades sin precedentes para democratizar el acceso a la educación financiera que, a la par, impulsan la modernización y la transformación que son por supuesto imperativos para crecer y llevarnos a los casos de éxito que todos anhelamos. Aquí recalco que la Cámara Nacional de la Industria de Transformación se encuentra lista para iniciar con la cuarta revolución industrial en México.