/ sábado 10 de agosto de 2019

Oportunidades para el tejido social

Hace una semana, el tejido social de un país: vecino, amigo y vínculos importantes de negocios con México, ha sufrido jalones disparejos en sus diversos indicadores. De la violencia, una tragedia conocida empaña sus logros. Los detonantes, según expertos: pensamientos y palabras de odio llevadas a la acción.

Sin duda, son hechos que nos ocupa y preocupa por sus consecuencias fatales que potencia la descomposición del tejido social. De los lamentables sucesos, en el primer caso, se sospecha que fue motivo de un racismo materializado por una persona, quizá con trastornos mentales y cuyas afecciones impactaron su pensamiento, sentimientos, estado de ánimo y comportamiento. Imaginemos sus alcances: sin armas en su poder; o lo contrario, con mensajes de amor y empatía hacia la vida.

En México, son tiempos de la reconstrucción del tejido social, acotando las diferencias sociales, se considera un proceso con resultados deseados y esperados y entorno propicio para las transformaciones. Vinculemos dos puntos:

A). Recordemos toda la fuerza de la prevención en un aviso oficial que promueve la No Discriminación:

“En este establecimiento, no discriminamos. En la CDMX se prohíbe negar, excluir o distinguir el acceso o prestación del servicio a cualquier persona o colectivo social [1] por su origen nacional, [2] lengua, [3] sexo, [4] género, [5] edad, [6] discapacidad, [7] condición social, [8] identidad indígena, [9] identidad de género, [10] apariencia física, [11] condiciones de salud, [12] religión, [12] formas de pensar, [13] orientación o preferencia sexual, [14] por tener tatuajes o [15] cualquier otra razón que tenga como propósito impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos”.

B). El colectivo de manera implícita y explícita pide retroalimentación por la confusión generada por los hechos ya comentados, en espacios, donde los indicadores económicos favorables no explican el porqué de lo sucedido.

Un ejemplo de lo considerado como factores que afectan al tejido social. Con base en el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Derechos Sociales (Coneval): “una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social en los seis indicadores: [1] de rezago educativo, [2] acceso a servicios de salud, [3] acceso a la seguridad social, [4] calidad y espacios de la vivienda, [5] servicios básicos en la vivienda y [6] acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.

Comparemos con otro esquema. La conocida Jerarquía de las necesidades humanas de Maslow que contiene cinco grupos de necesidades: 1. Fisiológicas (alimento, agua, aire, abrigo), 2. De seguridad y protección, 3. Sociales (afecto, amistad, pertenencia), 4. De ego (prestigio, éxito, auto respeto) y 5. Autorrealización

Una primera conclusión, por cierto ampliamente aceptada, sería la expresión “no solo de pan vive el hombre”, en alusión a las necesidades humanas y en consecuencia, en México los esfuerzos de gran talante, volumen y complejidad para lograr la transformación del tejido social.

hazael.ruiz@hotmail.com


Hace una semana, el tejido social de un país: vecino, amigo y vínculos importantes de negocios con México, ha sufrido jalones disparejos en sus diversos indicadores. De la violencia, una tragedia conocida empaña sus logros. Los detonantes, según expertos: pensamientos y palabras de odio llevadas a la acción.

Sin duda, son hechos que nos ocupa y preocupa por sus consecuencias fatales que potencia la descomposición del tejido social. De los lamentables sucesos, en el primer caso, se sospecha que fue motivo de un racismo materializado por una persona, quizá con trastornos mentales y cuyas afecciones impactaron su pensamiento, sentimientos, estado de ánimo y comportamiento. Imaginemos sus alcances: sin armas en su poder; o lo contrario, con mensajes de amor y empatía hacia la vida.

En México, son tiempos de la reconstrucción del tejido social, acotando las diferencias sociales, se considera un proceso con resultados deseados y esperados y entorno propicio para las transformaciones. Vinculemos dos puntos:

A). Recordemos toda la fuerza de la prevención en un aviso oficial que promueve la No Discriminación:

“En este establecimiento, no discriminamos. En la CDMX se prohíbe negar, excluir o distinguir el acceso o prestación del servicio a cualquier persona o colectivo social [1] por su origen nacional, [2] lengua, [3] sexo, [4] género, [5] edad, [6] discapacidad, [7] condición social, [8] identidad indígena, [9] identidad de género, [10] apariencia física, [11] condiciones de salud, [12] religión, [12] formas de pensar, [13] orientación o preferencia sexual, [14] por tener tatuajes o [15] cualquier otra razón que tenga como propósito impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos”.

B). El colectivo de manera implícita y explícita pide retroalimentación por la confusión generada por los hechos ya comentados, en espacios, donde los indicadores económicos favorables no explican el porqué de lo sucedido.

Un ejemplo de lo considerado como factores que afectan al tejido social. Con base en el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Derechos Sociales (Coneval): “una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social en los seis indicadores: [1] de rezago educativo, [2] acceso a servicios de salud, [3] acceso a la seguridad social, [4] calidad y espacios de la vivienda, [5] servicios básicos en la vivienda y [6] acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.

Comparemos con otro esquema. La conocida Jerarquía de las necesidades humanas de Maslow que contiene cinco grupos de necesidades: 1. Fisiológicas (alimento, agua, aire, abrigo), 2. De seguridad y protección, 3. Sociales (afecto, amistad, pertenencia), 4. De ego (prestigio, éxito, auto respeto) y 5. Autorrealización

Una primera conclusión, por cierto ampliamente aceptada, sería la expresión “no solo de pan vive el hombre”, en alusión a las necesidades humanas y en consecuencia, en México los esfuerzos de gran talante, volumen y complejidad para lograr la transformación del tejido social.

hazael.ruiz@hotmail.com