/ martes 29 de octubre de 2019

Órale: orientando laboralmente a las juventudes

Por: Miguel Agustín López

La falta de empleo es parte de la violencia económica que vive México; la que afecta a las juventudes, una de sus expresiones más profundas. El daño generado por este se manifiesta en la dimensión objetiva de un derecho humano vulnerado y en la dimensión subjetiva que significa la herida abierta en generaciones completas cuyo tiempo y sentido se diluye permanentemente en un territorio donde se precariza la vida de forma cada vez más amplificada.

El acceso a un empleo digno, inclusivo y pleno, es un requisito indispensable para la estabilidad y el desarrollo sostenible de cualquier sociedad contemporánea. Seis millones de jóvenes (21%) en México carecen de oportunidades de educación y de empleo y, donde en el “mejor de los casos”, quienes tienen las últimas, las ejercen en el segmento de la economía informal o ilícita.

Uno de los tantos problemas de la falta de trabajo —más allá de los de carácter sistémico y económico— ha sido su abordaje predominantemente productivo, lo que ha dejado fuera casi por completo su dimensión de dignidad. Hannah Arendt, quien pensó este como una de las actividades ligadas a la condición humana, lo definió como aquello que permite romper “el efímero carácter del tiempo humano”. Por ello, es fundamental reconocer el trabajo desde lo que implica previamente tener un saber hasta la dimensión posterior que implica ejercer un empleo. El primero; como ese conjunto de experiencias adquiridas y perfeccionadas que las personas tienen y las vinculan consigo mismas y con las otras; el segundo, como un campo donde ese saber puede ser desplegado para construir puentes.

Por ello, un proceso formativo que amplíe la mirada sobre el trabajo, el empleo y los saberes con las personas jóvenes que inician el tránsito hacia un proyecto de vida propio, puede contribuir no solo a que estas desarrollen habilidades y competencias, sino a que exista una base sensible más sólida, cimentada en la dignidad y la autonomía; haciendo con ello, mucho más viable no solo su proceso de inclusión sino también de permanencia en el sector formal.

Distintos programas, modelos y políticas públicas buscan ello en la actualidad; su coordinación como sistema es fundamental; su complementariedad, necesaria. Entre todos estos está ‘Órale’, un modelo probado de aprendizaje integral, orientado a juventudes de entre 16 y 28 años que deseen desarrollar habilidades para la vida y competencias laborales que les permitan volver a la escuela o conseguir un empleo.

‘Órale’ se ha implementado bajo una estricta sistematización de procesos, protocolos e instrumentos de operación y ha logrado que el 70% de las juventudes graduadas obtengan un empleo formal o regresen a estudiar. Implementado en las ciudades de Tijuana, Ciudad Juárez, León, Guadalajara y Puebla, este mes inició su implementación en la Ciudad de México.

Un trabajo digno o formar parte de un nivel educativo formal son factores protectores para las personas. Órale abre una ventana más para las juventudes de este país y de esta ciudad. @NosotrxsMx

Por: Miguel Agustín López

La falta de empleo es parte de la violencia económica que vive México; la que afecta a las juventudes, una de sus expresiones más profundas. El daño generado por este se manifiesta en la dimensión objetiva de un derecho humano vulnerado y en la dimensión subjetiva que significa la herida abierta en generaciones completas cuyo tiempo y sentido se diluye permanentemente en un territorio donde se precariza la vida de forma cada vez más amplificada.

El acceso a un empleo digno, inclusivo y pleno, es un requisito indispensable para la estabilidad y el desarrollo sostenible de cualquier sociedad contemporánea. Seis millones de jóvenes (21%) en México carecen de oportunidades de educación y de empleo y, donde en el “mejor de los casos”, quienes tienen las últimas, las ejercen en el segmento de la economía informal o ilícita.

Uno de los tantos problemas de la falta de trabajo —más allá de los de carácter sistémico y económico— ha sido su abordaje predominantemente productivo, lo que ha dejado fuera casi por completo su dimensión de dignidad. Hannah Arendt, quien pensó este como una de las actividades ligadas a la condición humana, lo definió como aquello que permite romper “el efímero carácter del tiempo humano”. Por ello, es fundamental reconocer el trabajo desde lo que implica previamente tener un saber hasta la dimensión posterior que implica ejercer un empleo. El primero; como ese conjunto de experiencias adquiridas y perfeccionadas que las personas tienen y las vinculan consigo mismas y con las otras; el segundo, como un campo donde ese saber puede ser desplegado para construir puentes.

Por ello, un proceso formativo que amplíe la mirada sobre el trabajo, el empleo y los saberes con las personas jóvenes que inician el tránsito hacia un proyecto de vida propio, puede contribuir no solo a que estas desarrollen habilidades y competencias, sino a que exista una base sensible más sólida, cimentada en la dignidad y la autonomía; haciendo con ello, mucho más viable no solo su proceso de inclusión sino también de permanencia en el sector formal.

Distintos programas, modelos y políticas públicas buscan ello en la actualidad; su coordinación como sistema es fundamental; su complementariedad, necesaria. Entre todos estos está ‘Órale’, un modelo probado de aprendizaje integral, orientado a juventudes de entre 16 y 28 años que deseen desarrollar habilidades para la vida y competencias laborales que les permitan volver a la escuela o conseguir un empleo.

‘Órale’ se ha implementado bajo una estricta sistematización de procesos, protocolos e instrumentos de operación y ha logrado que el 70% de las juventudes graduadas obtengan un empleo formal o regresen a estudiar. Implementado en las ciudades de Tijuana, Ciudad Juárez, León, Guadalajara y Puebla, este mes inició su implementación en la Ciudad de México.

Un trabajo digno o formar parte de un nivel educativo formal son factores protectores para las personas. Órale abre una ventana más para las juventudes de este país y de esta ciudad. @NosotrxsMx