/ sábado 28 de julio de 2018

Orgánico, artesanal y libre de gluten

“Hay tres grupos de personas [en esta perspectiva, a nivel físicas o morales, familias, comunidades, empresas, gobiernos, organizaciones sociales, países]: 1. los que hacen que las cosas pasen, 2. los que miran las cosas que pasan y 3. los que se preguntan qué pasó” (Nicholas Murray Bluter. 1862 - 1947).

En este camino, ahora es útil prestar atención de los micro, pequeños, medianos y grandes emprendedores en su gran diversidad de ámbitos: los ecónomicos, sociales, políticos, tecnológicos, culturales y demás, es decir los-que-hacen-que-las-cosas-pasen.

Es conocido de estos emprendedores, que una de sus características principales es que se focalizan en las necesidades del mercado por segmentos más que en la orientación al producto como en el pasado se realizaba. Es aceptado que, en ese perfil, tendrán mas oportunidades de permanecer en el largo plazo. Incluso expertos afirman que las necesidades genéricas tienden a permanecer, mientras que los productos cambian para satisfacerlas.

Se apuntan tres ejemplos clásicos: 1. Orientación al producto: “hacemos películas”… versus focalizado hacia el mercado: “comercializamos entretenimiento”; 2. “Vendemos gasolina” vs. “suministramos energía”; 3. “Vendemos enciclopedias” vs. “estamos en el negocio de producción y distribución de información”. Resalta que la sobrevivencia, ya sea económica, politica o social, entre otros, es efecto de la adaptabilidad y respuesta al entorno cambiante.

En el contexto nacional, el empresario Juan Pablo Castañon, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, escribió recientemente en un medio de comunicación: “(…) hoy es necesario encender paralelamente el potencial del mercado interno y sumar a las regiones más rezagadas a las cadenas productivas globales” (…) “los mexicanos tenemos el talento para competir con éxito en los mercados globales”.

Del mercado interno, el INEGI, desde la Ciudad de Aguascalientes, cuantifica en la Encuesta Intercensal 2015, en México somos poco más de 119 millones de habitantes (mujeres 61 y hombres 58 millones), nuestro país está entre los once países más poblados del mundo.

Un ejemplo, se observa que algunos de los diferenciadores actuales que instituyen una tendencia mundial y satisfacen necesidades de grupos, cada vez mayores, son las vinculadas a la oferta de alimentación saludable y solidaria con el medio ambiente. Propiciemos impulsarlos y que participen en el mercado formal.

Así, es grato leer, escuchar, meditar de: libre de pesticidas, herbicidas y fertilizantes, no modificados genéticamente desde su origen hasta su empacado, avalados por organismos certificadores, libre de gluten, con bajo sodio, elaborado en forma artesanal y sin conservantes ni aditivos, etc. Expertos afirman que más allá de ser una moda, se trata de un cambio cultural con identidad y cierta añoranza.

Participemos con actitud positiva ser agentes del cambio, cada uno desde su “trinchera”, plantemos “semillas” para el desarrollo y consolidación. Las empresas compitiendo y logrando calificación de socialmente responsables. Para ello, el cumplir a sus: 1. Clientes, 2. Personal, 3. Proveedores, 4. A la comunidad, 5. Al Estado y 6. Accionistas para sus utilidades y reinversión.

Concluyendo, sin duda alguna, las empresas agregan valor, más allá de la llamada obsolescencia programada. Entonces, la sustentabilidad y la protección del medio ambiente, entre otros, son grandes temas que pueden y deben convivir en las agendas de todo emprendedor.


hazael.ruiz@hotmail.com


“Hay tres grupos de personas [en esta perspectiva, a nivel físicas o morales, familias, comunidades, empresas, gobiernos, organizaciones sociales, países]: 1. los que hacen que las cosas pasen, 2. los que miran las cosas que pasan y 3. los que se preguntan qué pasó” (Nicholas Murray Bluter. 1862 - 1947).

En este camino, ahora es útil prestar atención de los micro, pequeños, medianos y grandes emprendedores en su gran diversidad de ámbitos: los ecónomicos, sociales, políticos, tecnológicos, culturales y demás, es decir los-que-hacen-que-las-cosas-pasen.

Es conocido de estos emprendedores, que una de sus características principales es que se focalizan en las necesidades del mercado por segmentos más que en la orientación al producto como en el pasado se realizaba. Es aceptado que, en ese perfil, tendrán mas oportunidades de permanecer en el largo plazo. Incluso expertos afirman que las necesidades genéricas tienden a permanecer, mientras que los productos cambian para satisfacerlas.

Se apuntan tres ejemplos clásicos: 1. Orientación al producto: “hacemos películas”… versus focalizado hacia el mercado: “comercializamos entretenimiento”; 2. “Vendemos gasolina” vs. “suministramos energía”; 3. “Vendemos enciclopedias” vs. “estamos en el negocio de producción y distribución de información”. Resalta que la sobrevivencia, ya sea económica, politica o social, entre otros, es efecto de la adaptabilidad y respuesta al entorno cambiante.

En el contexto nacional, el empresario Juan Pablo Castañon, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, escribió recientemente en un medio de comunicación: “(…) hoy es necesario encender paralelamente el potencial del mercado interno y sumar a las regiones más rezagadas a las cadenas productivas globales” (…) “los mexicanos tenemos el talento para competir con éxito en los mercados globales”.

Del mercado interno, el INEGI, desde la Ciudad de Aguascalientes, cuantifica en la Encuesta Intercensal 2015, en México somos poco más de 119 millones de habitantes (mujeres 61 y hombres 58 millones), nuestro país está entre los once países más poblados del mundo.

Un ejemplo, se observa que algunos de los diferenciadores actuales que instituyen una tendencia mundial y satisfacen necesidades de grupos, cada vez mayores, son las vinculadas a la oferta de alimentación saludable y solidaria con el medio ambiente. Propiciemos impulsarlos y que participen en el mercado formal.

Así, es grato leer, escuchar, meditar de: libre de pesticidas, herbicidas y fertilizantes, no modificados genéticamente desde su origen hasta su empacado, avalados por organismos certificadores, libre de gluten, con bajo sodio, elaborado en forma artesanal y sin conservantes ni aditivos, etc. Expertos afirman que más allá de ser una moda, se trata de un cambio cultural con identidad y cierta añoranza.

Participemos con actitud positiva ser agentes del cambio, cada uno desde su “trinchera”, plantemos “semillas” para el desarrollo y consolidación. Las empresas compitiendo y logrando calificación de socialmente responsables. Para ello, el cumplir a sus: 1. Clientes, 2. Personal, 3. Proveedores, 4. A la comunidad, 5. Al Estado y 6. Accionistas para sus utilidades y reinversión.

Concluyendo, sin duda alguna, las empresas agregan valor, más allá de la llamada obsolescencia programada. Entonces, la sustentabilidad y la protección del medio ambiente, entre otros, son grandes temas que pueden y deben convivir en las agendas de todo emprendedor.


hazael.ruiz@hotmail.com