“Vamos a emprender la tarea de censar todas las viviendas para cuantificar exactamente cuáles fueron las que resultaron dañadas, y a partir de ahí determinar los apoyos que serán para las casas que tuvieron daños parciales, y cuáles serán para las que tuvieron daños totales”.
Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto
Tras el fuerte sismo que el pasado martes cimbró a las entidades de Guerrero, Puebla, Morelos y especialmente a la Ciudad de México, una vez más fue activado el Plan MX, el cual fue diseñado por el Poder Ejecutivo Federal en noviembre de 2014 con el objetivo central de proteger la vida de las y los mexicanos antes, durante y después de una contingencia.
Se trata de un diseño maestro de respuesta federal alineado con los Planes DN-III de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) y de Apoyo a la Población Civil de la Policía Federal (PF), que vincula, coordina y articula la respuesta de los tres órdenes de gobierno, así como de las diversas instancias de gobierno y de los voluntarios y asociaciones de la sociedad civil.
Gracias a este tipo de diseños institucionales, a diferencia de 1985 hoy México ha demostrado que cuenta con mayores y eficaces medios para atender las diversas emergencias naturales y antropogénicas que se pueden presentar en cualquier momento. Sin perder de vista que el principal de ellos es la propia capacitación y capacidad de respuesta de la sociedad civil, sin la cual no se puede entender la protección civil en ningún país.
La labor realizada por las autoridades de Protección Civil al mando del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, destacaron por su labor y comunicación permanente para transmitir información útil y certera.
En tal sentido, sin pretender desconocer ni obviar el trabajo en equipo que se viene realizando en aras de preservar la integridad física y patrimonial de todos los habitantes de suelo mexicano, es indudable el esmero con el que las y los militares mexicanos actuaron durante y después de la tragedia.
Sin mediar otra cosa más que responder a la emergencia, unos cuantos minutos después de las 13:14 horas de aquel martes, por las calles y carreteras de México se vio transitar velozmente a las unidades del Ejército al mando del general Salvador Cienfuegos y de la Marina al mando del Almirante Francisco Soberón, buscando llegar a los puntos colapsados de la geografía nacional.
Es cierto, en el camino se enfrentaron a congestionamientos y obstáculos infranqueables, pero ya apersonados en los lugares donde se les requería no se han ido de ellos hasta superada la emergencia.
Se dice fácil, pero contar con un cuerpo adiestrado, disciplinado y coordinado como lo son nuestras Fuerzas Armadas, no es tarea menor, sino resultado de una amplia historia de experiencia, servicio y sincera vocación y lealtad.
Las y los soldados no se cansaron, no tuvieron hambre, no perdieron el temple ni se doblaron ante la adversidad, sino que en todo momento hicieron lo necesario para salvar vidas y el patrimonio de gente a la que ni conocían, pero que sabían que los necesitaban.
Ése es nuestro Ejército, nuestra Fuerza Aérea y nuestra Marina, instituciones públicas esculpidas a lo largo de cien años y que hoy demuestran de qué están hechas: del pueblo de México.
El 2017 ha sido un año difícil para México por diversos factores, pero ha salido avante gracias al esfuerzo de todos, especialmente de los portadores del uniforme verde olivo. No tengo duda.
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@jlcamachov
