/ lunes 14 de septiembre de 2020

Otro conflicto, ahora en La Boquilla

El gobierno federal teje con yute. Ordenar a la Guardia Nacional armada, la toma de la Presa La Boquilla, sabiendo la reacción de centenas de agricultores, ha sido un grave error. Y peor porque otra vez el gobierno federal, es incapaz de reconocer su error.

Aquí el contexto: de manera importante el Río Conchos, uno de los más importantes del país, tiene una trayectoria de 560 kilómetros, se represa en la Presa La Boquilla y de ahí continúa su afluente hacia el Río Bravo o Río Grande, frontera con EU. México celebró el tratado internacional de Aguas entre México y Estados Unidos en 1944, eso obliga abastecer cierta cantidad de agua a EU a través del Río que delimita nuestras fronteras y hay una deuda que debe cumplirse en octubre. Esta decisión no gusta a los agricultores porque piensan no tendrán el agua suficiente para asegurar sus cosechas. La falta de agua pluvial de estos años ha provocado sequías y ha derivado en el uso del sistema de riego para garantizar la producción agropecuaria que abastece al país, desde este estado norteño.


Pero el Presidente no lo ve así, y las consecuencias de usar a policías militarizados para “resolver” el conflicto, en lugar instar a la sensatez de la política y la negociación pacífica, ha dado como resultado la muerte de dos personas, Yessica Silva y su esposo Jaime Torres, ambos se dedicaban en vida, a la agricultura. Hay una acusación de que recibieron tiros por la espalda, lo que presumiblemente configura el delito de homicidio doloso provocado por una ejecución extrajudicial y el uso excesivo de la fuerza pública por parte de la GN, por lo tanto se debe investigar de manera puntual y transparente para deslindar responsabilidades y de ser el caso, se castigue también a la cadena de mando que ordenó disparar a estos agricultores como si fueran el peor enemigo.


Este hecho se da el 8 de septiembre después de que los agricultores recuperaron las compuertas de la Presa La Boquilla tomadas por la GN provocando que ésta se replegara. Sin embargo al regresar para recuperar el control de la presa, se eleva el nivel de la confrontación con estos resultados trágicos. Llama la atención que en este conflicto el gobierno federal tomó partido con Estados Unidos y menospreció una solución pacífica y justa, lo que ha provocado una confrontación también entre los poderes federal y local.


El Presidente estaba obligado a escuchar a estos agricultores, ponerse en sus zapatos y motivarse a buscar una negociación pacífica. Pero no ha sido así, finalmente le gana su temperamento peleonero y no sólo descalifica como “politiquerías” a este reclamo señalando está promovido por los alcaldes del PAN y del PRI, por ex gobernadores, legisladores y políticos partidistas, como si fuese un delito que quienes son servidores públicos se vinculen en este problema social de su entidad; y peor, también se atreve a comparar que estas aguas son como el huachicol: se la roban a la nación dice, justificando la agresión contra estos agricultores, cual si fuesen criminales.


Es necesario enfatizar que se debe dejar de usar a la GN contra los movimientos sociales como este de agricultores; ellos luchan por su trabajo digno y decente. Por el contrario, se debe trabajar en soluciones; porque el conflicto de la presa La Boquilla por desgracia, ya dejó a tres huérfanos de madre y padre.

El gobierno federal teje con yute. Ordenar a la Guardia Nacional armada, la toma de la Presa La Boquilla, sabiendo la reacción de centenas de agricultores, ha sido un grave error. Y peor porque otra vez el gobierno federal, es incapaz de reconocer su error.

Aquí el contexto: de manera importante el Río Conchos, uno de los más importantes del país, tiene una trayectoria de 560 kilómetros, se represa en la Presa La Boquilla y de ahí continúa su afluente hacia el Río Bravo o Río Grande, frontera con EU. México celebró el tratado internacional de Aguas entre México y Estados Unidos en 1944, eso obliga abastecer cierta cantidad de agua a EU a través del Río que delimita nuestras fronteras y hay una deuda que debe cumplirse en octubre. Esta decisión no gusta a los agricultores porque piensan no tendrán el agua suficiente para asegurar sus cosechas. La falta de agua pluvial de estos años ha provocado sequías y ha derivado en el uso del sistema de riego para garantizar la producción agropecuaria que abastece al país, desde este estado norteño.


Pero el Presidente no lo ve así, y las consecuencias de usar a policías militarizados para “resolver” el conflicto, en lugar instar a la sensatez de la política y la negociación pacífica, ha dado como resultado la muerte de dos personas, Yessica Silva y su esposo Jaime Torres, ambos se dedicaban en vida, a la agricultura. Hay una acusación de que recibieron tiros por la espalda, lo que presumiblemente configura el delito de homicidio doloso provocado por una ejecución extrajudicial y el uso excesivo de la fuerza pública por parte de la GN, por lo tanto se debe investigar de manera puntual y transparente para deslindar responsabilidades y de ser el caso, se castigue también a la cadena de mando que ordenó disparar a estos agricultores como si fueran el peor enemigo.


Este hecho se da el 8 de septiembre después de que los agricultores recuperaron las compuertas de la Presa La Boquilla tomadas por la GN provocando que ésta se replegara. Sin embargo al regresar para recuperar el control de la presa, se eleva el nivel de la confrontación con estos resultados trágicos. Llama la atención que en este conflicto el gobierno federal tomó partido con Estados Unidos y menospreció una solución pacífica y justa, lo que ha provocado una confrontación también entre los poderes federal y local.


El Presidente estaba obligado a escuchar a estos agricultores, ponerse en sus zapatos y motivarse a buscar una negociación pacífica. Pero no ha sido así, finalmente le gana su temperamento peleonero y no sólo descalifica como “politiquerías” a este reclamo señalando está promovido por los alcaldes del PAN y del PRI, por ex gobernadores, legisladores y políticos partidistas, como si fuese un delito que quienes son servidores públicos se vinculen en este problema social de su entidad; y peor, también se atreve a comparar que estas aguas son como el huachicol: se la roban a la nación dice, justificando la agresión contra estos agricultores, cual si fuesen criminales.


Es necesario enfatizar que se debe dejar de usar a la GN contra los movimientos sociales como este de agricultores; ellos luchan por su trabajo digno y decente. Por el contrario, se debe trabajar en soluciones; porque el conflicto de la presa La Boquilla por desgracia, ya dejó a tres huérfanos de madre y padre.