Morena iniciará este sábado sus asambleas distritales para elegir a los más de tres mil consejeros que, como se ven las cosas, podrían ser los que lleven en sus hombros la elección de su nueva dirigencia nacional, toda vez que aún permea la incertidumbre sobre el destino de la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, de dirimir el asunto mediante una encuesta, para evitar conflictos.
Los morenistas parecen estar entrampados en el proceso interno, e incluso la propia presidenta, Yeidckol Polenvsky ya planteó la posibilidad de que la elección se lleve hasta inicios del próximo año, fue secundada por Mario Delgado, sobre todo porque asegura que el padrón de militantes presenta inconsistencias, no es confiable y ni están todos los que son, ni son todos los que están.
En esta etapa, que concluirá el 10 de noviembre, se tendrán que definir a 3 mil consejeros estatales, a los que se sumarán 300 consejeros nacionales, todos con derecho a voto para elegir al nuevo presidente del partido en el Consejo Nacional previsto para el 23 y 24 de noviembre, si es que finalmente se desecha el método de la encuesta
Junto con Yeidckol, Delgado, Bertha Luján y Alejandro Rojas forman, hasta el momento, la lista de los aspirantes a la dirigencia nacional, pero hay que ver quién se va a quedar en el camino porque primero tendrán que pasar la aprobación de su respectiva asamblea distrital, para que puedan ser considerados a liderear al partido en la asamblea nacional.
El propio Tribunal Electoral de la Federación (TEPJF) abrió la puerta para que la elección del próximo dirigente nacional de Morena sea por medio de encuesta, siempre y cuando se modifiquen los estatutos del partido, aunque la propia Luján, quien fungía como presidenta del Consejo Nacional, ha declarado que no habría tiempo para cambiarlos. Es decir, casi ha dado por enterrada la propuesta del Primer Mandatario.
De aplicarse este método, el coordinador de los diputados federales de Morena lleva una ventaja suficiente para encabezar al partido, representa un buen liderazgo ganado en el día a día, privilegia, sobre todo, la unidad y ha mostrado su capacidad negociadora en San Lázaro para impulsar el proyecto de la 4 Cuarta Transformación; tiene autoridad moral y capacidad.
Habrá que esperar para ver si Morena sale fortalecida y en unidad, sobre todo saber el peso del Presidente de la República en el partido que forjó y fundó para promover el cambio en el país. Por lo pronto quien resulte elegido el primer reto lo tendrá en las elecciones del 2020 y luego en el 2021, para garantizar resultados se ocupa un buen capitán como Mario Delgado.
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