/ sábado 26 de marzo de 2022

¡Patéticos!

Los diputados que organizaron el Comité México-Rusia. Será que no han visto las imágenes del brutal ataque de Rusia a Ucrania. El dolor que se ha infligido a una población inocente es ilimitado. La despedida de quienes se quedan a defender su territorio, de los que huyen para salvaguardar sus vidas, provoca escalofríos. Cientos de niños asesinados por la barbarie de unas bombas, que imparables destruyen todo a su paso.

En nombre de una Izquierda trasnochada y obsoleta, el mega pillo de Alberto Anaya -líder eterno del Partido del Trabajo-, tuvo la patética ocurrencia de instalar este Comité, que contraviene la corriente de pensamiento que impera en la mayor parte del Orbe.

El dictador Putin, individuo sin otra ideología que la de enriquecerse y delirios por reconformar la desaparecida URSS -invadiendo a aquellos que vivieron el horror de tenerlos encima-, ataca sin piedad a un país que defiende su independencia, su libertad y su soberanía, con enorme determinación.

La valentía de los ucranianos, para darle batalla a un ejército mejor armado y más poderoso, ha sido ejemplar. De aquí la simpatía internacional con un territorio imbatible.

La ignorancia del emperador del palacio azteca, le nubla la vista -como pasa desde que se convirtió en un remedo de dictador- para defender como tendría que hacerlo, a Ucrania. Su venda en los ojos llega a extremos de criticar a Estados Unidos, por la millonaria ayuda que les está prestando y que, según su miopía, debería ser para “América latina”. Creerá, encima que los gringos no se dan cuenta del calibre de corruptos de varios de los desgobernantes de estas naciones y de la proliferación de mequetrefes populistas y tiranos, igualmente corruptos. Con su vulgar oratoria, facilitó la estupidez de estos legisladores, por supuesto de Morena, del PT y uno del PRI, para instalar este auténtico insulto a la humanidad, a la inteligencia de los mexicanos y a los principios y valores que rigen la convivencia pacífica.

Se ocupa de inaugurar su “magna” obra de Santa Lucía, está obcecado con la estéril, inútil y ejemplo del más puro despilfarro de nuestros impuestos, consulta para la “ratificación del mandato”; ataca y ofende a los artistas y activistas que filmaron un video apelando a que se detenga la destrucción del medio ambiente, por la construcción de su trenecito Maya y se hace el que “la Virgen le habló” en la trifulca Sherer-Gertz Manero-Sánchez Cordero.

El país se le deshace en las manos, está por completo rebasado y sigue en su papel de merolico, como si su demagogia cotidiana fuera a resolver alguno de los gravísimos problemas, empezando por la corrupción en su gabinete.

Una corrupción que alcanza a niveles jerárquicos de la máxima altura, como es el caso de Gertz, Olga Sánchez Cordero y Sherer, historia que entreteje un compendio de abuso de Poder, tráfico de influencias y actos de corrupción, como bien lo señaló el senador Juan Zepeda.

El lunes, la Suprema Corte de Justicia tendrá que liberar a Alejandra Cuevas, a la que se le fabricó un delito por el que lleva más de 500 días en prisión. De no hacerlo, confirmará su carácter de gatillera a las órdenes de Palacio, ajena a la Constitución, que debería ser su primer y principal apego.

Estamos viendo lo que jamás, ni en la peor pesadilla, creímos soñar. El descontrol se generaliza y llega a un Congreso infestado de lacras, que combinan la corrupción con ideologías trasnochadas.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq


Los diputados que organizaron el Comité México-Rusia. Será que no han visto las imágenes del brutal ataque de Rusia a Ucrania. El dolor que se ha infligido a una población inocente es ilimitado. La despedida de quienes se quedan a defender su territorio, de los que huyen para salvaguardar sus vidas, provoca escalofríos. Cientos de niños asesinados por la barbarie de unas bombas, que imparables destruyen todo a su paso.

En nombre de una Izquierda trasnochada y obsoleta, el mega pillo de Alberto Anaya -líder eterno del Partido del Trabajo-, tuvo la patética ocurrencia de instalar este Comité, que contraviene la corriente de pensamiento que impera en la mayor parte del Orbe.

El dictador Putin, individuo sin otra ideología que la de enriquecerse y delirios por reconformar la desaparecida URSS -invadiendo a aquellos que vivieron el horror de tenerlos encima-, ataca sin piedad a un país que defiende su independencia, su libertad y su soberanía, con enorme determinación.

La valentía de los ucranianos, para darle batalla a un ejército mejor armado y más poderoso, ha sido ejemplar. De aquí la simpatía internacional con un territorio imbatible.

La ignorancia del emperador del palacio azteca, le nubla la vista -como pasa desde que se convirtió en un remedo de dictador- para defender como tendría que hacerlo, a Ucrania. Su venda en los ojos llega a extremos de criticar a Estados Unidos, por la millonaria ayuda que les está prestando y que, según su miopía, debería ser para “América latina”. Creerá, encima que los gringos no se dan cuenta del calibre de corruptos de varios de los desgobernantes de estas naciones y de la proliferación de mequetrefes populistas y tiranos, igualmente corruptos. Con su vulgar oratoria, facilitó la estupidez de estos legisladores, por supuesto de Morena, del PT y uno del PRI, para instalar este auténtico insulto a la humanidad, a la inteligencia de los mexicanos y a los principios y valores que rigen la convivencia pacífica.

Se ocupa de inaugurar su “magna” obra de Santa Lucía, está obcecado con la estéril, inútil y ejemplo del más puro despilfarro de nuestros impuestos, consulta para la “ratificación del mandato”; ataca y ofende a los artistas y activistas que filmaron un video apelando a que se detenga la destrucción del medio ambiente, por la construcción de su trenecito Maya y se hace el que “la Virgen le habló” en la trifulca Sherer-Gertz Manero-Sánchez Cordero.

El país se le deshace en las manos, está por completo rebasado y sigue en su papel de merolico, como si su demagogia cotidiana fuera a resolver alguno de los gravísimos problemas, empezando por la corrupción en su gabinete.

Una corrupción que alcanza a niveles jerárquicos de la máxima altura, como es el caso de Gertz, Olga Sánchez Cordero y Sherer, historia que entreteje un compendio de abuso de Poder, tráfico de influencias y actos de corrupción, como bien lo señaló el senador Juan Zepeda.

El lunes, la Suprema Corte de Justicia tendrá que liberar a Alejandra Cuevas, a la que se le fabricó un delito por el que lleva más de 500 días en prisión. De no hacerlo, confirmará su carácter de gatillera a las órdenes de Palacio, ajena a la Constitución, que debería ser su primer y principal apego.

Estamos viendo lo que jamás, ni en la peor pesadilla, creímos soñar. El descontrol se generaliza y llega a un Congreso infestado de lacras, que combinan la corrupción con ideologías trasnochadas.

catalinanq@hotmail.com

@catalinanq