/ jueves 1 de noviembre de 2018

Percepción y decisión

Es común tomar decisiones, muchas de ellas importantes en nuestras vidas, basándonos en lo que percibimos o creemos y no sobre una visión objetiva e integral de nuestra realidad. Inconscientemente forzamos a la realidad a entrar a un molde rígido de la impresión que nuestros sentidos construyen de ella. Al respecto el brillante filósofo Arthur Schopenhauer (1788-1860), formuló la siguiente reflexión: “Cada persona lleva los límites de su propio campo de visión a los límites del mundo”. Sin duda, un requisito es la información pertinente para la toma de decisiones.

Desde la mirada de expertos en “percepción” señalan que ésta es el proceso por medio del cual las personas seleccionan, organizan e interpretan los estímulos dentro de un panorama “coherente y significativo del mundo”.

Sin embargo, la percepción que el individuo tenga de su realidad es muy subjetiva pues está determinada por su historia cultural y educativa, entre otros. También se sabe que las personas que padecen de algún trastorno psicótico, crean ideas y percepciones anormales, pierden el contacto con la realidad. Los delirios (falsas creencias) y las alucinaciones (percepciones falsas) son comunes en ellas. La historia universal refiere de casos emblemáticos y sus consecuencias. Aquí una pregunta: los asesinos seriales ¿nacen o se hacen? Interesante tema por reflexionar.

En el día a día los estímulos impactan en la dinámica de la percepción y en su interpretación son seleccionados o pasados por el tamiz diversos factores: las expectativas, contexto, cambiantes y diversas motivaciones, rasgos de personalidad (autoimagen, la actitud, las sensaciones, gratificaciones), la novedad, la codificación, el riesgo percibido entre otros. Es común que las personas perciban principalmente lo que desean o necesitan ver u oír, bloqueando o descartando lo no deseado.

También es conocida la afirmación que “más de dos personas pueden observar el mismo hecho al mismo tiempo y cada una de ellas narrará su propia historia diferente a la otra o a las demás”. Sin duda, un componente sustancial es desde qué perspectiva se mira.

En nuestro país vivimos casos a nivel de percepciones sociales únicas, sin precedentes, todas complejas. Viene a la mente:

1. Aquellas que requieren de un profundo cambio por su sensibilidad y más allá de la empatía por su característica victima-victimario que en el presente son percibidas como “cicatrices en el alma imposibles de borrar”;

2. Las caravanas migrantes desde la perspectiva de grupo vulnerable o la mirada de riesgos para México, donde predomina la de grupo sujeto de acompañamiento y ayuda humanitaria con protocolos integrales;

3. La certidumbre que el futuro se construye con las decisiones y acciones acertadas del aquí y ahora, de las decisiones estratégicas, tácticas y operativas considerando las alternativas frente a los objetivos obligatorios y deseados, acotando impulsos, miedos a lo nuevo, y avanzando en el horizonte a través de aproximaciones sucesivas.

Para concluir, una de las ventajas que hemos experimentado en estos días, es el análisis de la “cohesión de grupo”, la comprensión del cómo los miembros de los grupos y sus expresiones tienden a “unirse” y a seguir sus normas. Continuemos en la búsqueda de resultados diferentes calificados como “esperados y deseados” y que cumplan las expectativas desde el bien común y el personal.

hazael.ruiz@hotmail.com

Es común tomar decisiones, muchas de ellas importantes en nuestras vidas, basándonos en lo que percibimos o creemos y no sobre una visión objetiva e integral de nuestra realidad. Inconscientemente forzamos a la realidad a entrar a un molde rígido de la impresión que nuestros sentidos construyen de ella. Al respecto el brillante filósofo Arthur Schopenhauer (1788-1860), formuló la siguiente reflexión: “Cada persona lleva los límites de su propio campo de visión a los límites del mundo”. Sin duda, un requisito es la información pertinente para la toma de decisiones.

Desde la mirada de expertos en “percepción” señalan que ésta es el proceso por medio del cual las personas seleccionan, organizan e interpretan los estímulos dentro de un panorama “coherente y significativo del mundo”.

Sin embargo, la percepción que el individuo tenga de su realidad es muy subjetiva pues está determinada por su historia cultural y educativa, entre otros. También se sabe que las personas que padecen de algún trastorno psicótico, crean ideas y percepciones anormales, pierden el contacto con la realidad. Los delirios (falsas creencias) y las alucinaciones (percepciones falsas) son comunes en ellas. La historia universal refiere de casos emblemáticos y sus consecuencias. Aquí una pregunta: los asesinos seriales ¿nacen o se hacen? Interesante tema por reflexionar.

En el día a día los estímulos impactan en la dinámica de la percepción y en su interpretación son seleccionados o pasados por el tamiz diversos factores: las expectativas, contexto, cambiantes y diversas motivaciones, rasgos de personalidad (autoimagen, la actitud, las sensaciones, gratificaciones), la novedad, la codificación, el riesgo percibido entre otros. Es común que las personas perciban principalmente lo que desean o necesitan ver u oír, bloqueando o descartando lo no deseado.

También es conocida la afirmación que “más de dos personas pueden observar el mismo hecho al mismo tiempo y cada una de ellas narrará su propia historia diferente a la otra o a las demás”. Sin duda, un componente sustancial es desde qué perspectiva se mira.

En nuestro país vivimos casos a nivel de percepciones sociales únicas, sin precedentes, todas complejas. Viene a la mente:

1. Aquellas que requieren de un profundo cambio por su sensibilidad y más allá de la empatía por su característica victima-victimario que en el presente son percibidas como “cicatrices en el alma imposibles de borrar”;

2. Las caravanas migrantes desde la perspectiva de grupo vulnerable o la mirada de riesgos para México, donde predomina la de grupo sujeto de acompañamiento y ayuda humanitaria con protocolos integrales;

3. La certidumbre que el futuro se construye con las decisiones y acciones acertadas del aquí y ahora, de las decisiones estratégicas, tácticas y operativas considerando las alternativas frente a los objetivos obligatorios y deseados, acotando impulsos, miedos a lo nuevo, y avanzando en el horizonte a través de aproximaciones sucesivas.

Para concluir, una de las ventajas que hemos experimentado en estos días, es el análisis de la “cohesión de grupo”, la comprensión del cómo los miembros de los grupos y sus expresiones tienden a “unirse” y a seguir sus normas. Continuemos en la búsqueda de resultados diferentes calificados como “esperados y deseados” y que cumplan las expectativas desde el bien común y el personal.

hazael.ruiz@hotmail.com