/ lunes 6 de mayo de 2019

Plan Nacional de Desarrollo: ¿un futuro alcanzable?

El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su Plan Nacional de Desarrollo (PND), un documento que causó polémica porque las primeras 63 páginas son un mensaje político claro: primero los pobresy el mercado no sustituye al Estado. Postulados que tienen algunas diferencias con la estructura del anexo del PND.

El objetivo de crecimiento: un promedio de crecimiento de cuatro por ciento para toda su gestión, una meta ambiciosa sobre la que se podrá hacer una evaluación objetiva desde el tercer año de gobierno.

El Presidente puso una métrica, su gabinete deberá hacerlo realidad o correrá la suerte de los últimos seis sexenios. Todos plantearon estrategias para generar desarrollo social y crecimiento, varios, de combatir la corrupción. Todos funcionaron bajo el manto del modelo neoliberal y basados en la idea, ya rebasada, de las ventajas comparativas. ¿Cuál fue el resultado? Fallaron.

Miguel de la Madrid lo llamó a recuperar la capacidad de crecimiento. El resultado: el PIB per cápita fue a la baja durante todo su mandato. El objetivo de vencer la crisis no pasó la prueba: 1986 tuvo un PIB de (-) 3.1 por ciento.

Una prioridad para Carlos Salinas de Gortari fue la recuperación económica con estabilidad de precios. El error de diciembre de 1994 demostró que el crecimiento en su gestión fue en función de endeudamiento, control artificial del tipo de cambio y una apertura económica que no propició el aumento de las capacidades internas.

Ernesto Zedillo planteó promover un crecimiento económico vigoroso, sostenido y sustentable en beneficio de los mexicanos. Su administración quedó marcada por la crisis de 1995, resultado de una herencia poco favorable que fue mal manejada en el primer mes de gestión.

El oscuro rescate bancario y la creación del IPAB trasladaron el costo del endeudamiento causado por los errores de la administración pública a la vida de todos los mexicanos: se comprometieron los ingresos futuros del gobierno para garantizar el pago del error de diciembre. Con Zedillo comenzó el desmantelamiento acelerado del sector energético.

Vicente Fox planteó alcanzar crecimiento con calidad. Una frase mercadológica con poco contenido: las estrategias macroeconómicas de los primeros tres años propiciaron un crecimiento promedio de 0.7 por ciento. Hasta la segunda parte de su administración se observaron mejores resultados gracias al aumento del precio internacional del petróleo.

Felipe Calderón enunció que su meta era alcanzar un crecimiento económico sostenido más acelerado y generar los empleos formales. El resultado: precarización del mercado laboral y aumento en el número de personas en pobreza. En 2009 llegó con la segunda mayor caída del PIB desde 1933.

El México Próspero de Enrique Peña Nieto se resume en la reducción en el número de mexicanos que ganan más de tres salarios mínimos y un PIB que solo creció 2.4 por cientp en promedio anual.

Lo citado representa el saldo del modelo económico vigente durante casi 40 años, heredado al presidente López Obrador e infiltrado en su PND. Alcanzar seis por ciento de crecimiento requiere cambios de fondo en favor de mayor inversión nacional, no hay otro camino si se desea alcanzar lo que otros no lograron.

El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su Plan Nacional de Desarrollo (PND), un documento que causó polémica porque las primeras 63 páginas son un mensaje político claro: primero los pobresy el mercado no sustituye al Estado. Postulados que tienen algunas diferencias con la estructura del anexo del PND.

El objetivo de crecimiento: un promedio de crecimiento de cuatro por ciento para toda su gestión, una meta ambiciosa sobre la que se podrá hacer una evaluación objetiva desde el tercer año de gobierno.

El Presidente puso una métrica, su gabinete deberá hacerlo realidad o correrá la suerte de los últimos seis sexenios. Todos plantearon estrategias para generar desarrollo social y crecimiento, varios, de combatir la corrupción. Todos funcionaron bajo el manto del modelo neoliberal y basados en la idea, ya rebasada, de las ventajas comparativas. ¿Cuál fue el resultado? Fallaron.

Miguel de la Madrid lo llamó a recuperar la capacidad de crecimiento. El resultado: el PIB per cápita fue a la baja durante todo su mandato. El objetivo de vencer la crisis no pasó la prueba: 1986 tuvo un PIB de (-) 3.1 por ciento.

Una prioridad para Carlos Salinas de Gortari fue la recuperación económica con estabilidad de precios. El error de diciembre de 1994 demostró que el crecimiento en su gestión fue en función de endeudamiento, control artificial del tipo de cambio y una apertura económica que no propició el aumento de las capacidades internas.

Ernesto Zedillo planteó promover un crecimiento económico vigoroso, sostenido y sustentable en beneficio de los mexicanos. Su administración quedó marcada por la crisis de 1995, resultado de una herencia poco favorable que fue mal manejada en el primer mes de gestión.

El oscuro rescate bancario y la creación del IPAB trasladaron el costo del endeudamiento causado por los errores de la administración pública a la vida de todos los mexicanos: se comprometieron los ingresos futuros del gobierno para garantizar el pago del error de diciembre. Con Zedillo comenzó el desmantelamiento acelerado del sector energético.

Vicente Fox planteó alcanzar crecimiento con calidad. Una frase mercadológica con poco contenido: las estrategias macroeconómicas de los primeros tres años propiciaron un crecimiento promedio de 0.7 por ciento. Hasta la segunda parte de su administración se observaron mejores resultados gracias al aumento del precio internacional del petróleo.

Felipe Calderón enunció que su meta era alcanzar un crecimiento económico sostenido más acelerado y generar los empleos formales. El resultado: precarización del mercado laboral y aumento en el número de personas en pobreza. En 2009 llegó con la segunda mayor caída del PIB desde 1933.

El México Próspero de Enrique Peña Nieto se resume en la reducción en el número de mexicanos que ganan más de tres salarios mínimos y un PIB que solo creció 2.4 por cientp en promedio anual.

Lo citado representa el saldo del modelo económico vigente durante casi 40 años, heredado al presidente López Obrador e infiltrado en su PND. Alcanzar seis por ciento de crecimiento requiere cambios de fondo en favor de mayor inversión nacional, no hay otro camino si se desea alcanzar lo que otros no lograron.